En mi mente tenía muchas dudas, me sentía extraño y el contacto con un hombre solo habían sido un hecho entre bromas de amigos en Cuba.
Sus labios eran algo que disfrutaba, suaves y con una forma de besar que antes no había experimentado con otras chicas, novedoso. Cerré mis ojos al sentir como sus dientes hicieron presión en mi hombro, era una sensación de dolor y excitación que me llevaba a querer más.
- Creo que esto va a doler un poco. ¿Aguantarás? - pregunté.
- Te haré la misma pregunta en su momento.
- Sueña, eso no pasará.
Prefirió masturbar un poco más mi clara erección, bajé un poco el cuerpo para lograr apoderarme de esa boca que parecía estar volviéndome loco.
A falta de lubricante tuvimos que recurrir a la clásica alternativa, no era lo más delicado pero en el momento a ninguno nos importó.
- Shit...
- Aguanta un poco más, solo falta...un poco - pedí.
- ...y si llegas hasta ahí - dijo tratando de respirar normal.
- Va, de golpe.
- Nonono...ERICK - gritó dando un golpe.
Reí apoyando mi frente a la de él, todo esto estaba siendo muy extraño, aunque el acto sexual entre humanos para muchos sea igual, tenía sus diferencias.
Comencé a dar movimientos suaves, suponía que era algo incómodo en primera instancia o al menos eso me dió a entender las veces en que tuve relaciones íntimas con mujeres.
- Abre tus manos - pedí esperando que confíe.
- Así estoy bien.
Al no conseguir lo que realmente quería, posé mis manos en sus hombros ejerciendo un poco de presión en lo que mi velocidad de movimientos aumentaba. Bastaron unos segundos para que sus manos inconscientemente me pidieran que me profundice en la penetración.
- Te lo dije...sería el primero - susurré excitado.
- La primera vez de ambos, te lo recuerdo ¿Mmm...?
- ¿Sabes qué? Te quiero encima mío.
- ¿Así como así?
- ¿Eh?
- Mierda, estoy sudando - dijo acomodando su cabello.
Lo miré algo perdido, lo vi de pie justo frente a mi mientras estimulaba su erección. Era provocativo y creo que de eso estaba consciente.
- Ven loco que no aguanto.
- ¿Quieres probar?
- No es cierto - negué riendo.
Era una locura que no pensé nunca en hacer, pero si él me había dado ese gusto y ambos estábamos experimentando se me hizo justo.
Posé mis manos en sus muslos mientras que su mano derecha en mi cabeza poco a poco hicieron que me acerque a su pelvis.
En mi mente pensaba "que pendejo me debo ver", incluso me aseguré de levantar la vista para asegurarme que no me haría lo mismo que yo le hice.
- Uh, lo siento - dijo al escuchar mi arcada.
- ¿Me quieres ahogar o qué?
- Estás sonrojado.
Sin más lo atraje a mi cuerpo logrando que estuviera sobre mi, entrelazó sus dedos con los míos haciendo un poco de presión cada vez que subía y bajaba.
- ¡Ou...sí! - exclamé con los ojos cerrados.
- Erick...
- Solo hazlo más rápido.
- Mierda, oh, lo necesito - dijo posando mi mano en su miembro.
Era complicado querer darle placer mientras al mismo tiempo yo lo estaba sintiendo. Me senté apoyando mi cabeza en su pecho mientras sus pequeños salto agotados por el trabajo se reducían sintiendo que mi miembro expulsaba la consecuencia de mi máximo placer.
- Vamos...llega Chris - pedí moviendo rápidamente mi mano.
- Mmm...ya, ¡ya!
Mi pecho cubierto por su líquido propiamente tal me sacó una sonrisa perversa, llevé uno de mis dedos hasta este que luego mi lengua pasaría a sentir.
Besé sus labios buscando que ambos sintiéramos un sabor algo fuera de lo normal, pero que posiblemente comenzaríamos a sentirlo y saborearlo más seguido.
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Imposible Quererte - Chriserick
Fiksi PenggemarBajo un chico malo siempre existe un motivo.