- Ahí viene - susurró Joan para mí.
Intenté que nuestras miradas conectaran, pero realmente le era indiferente.
El fin de semana se me hizo eterno, al menos tenía la tranquilidad que le negaron la posibilidad de cambiarse de habitación.
- ¿Qué pasó Erick? - preguntó Alex.
- Tuvimos una discusión, en realidad le mentí y se enojó, me terminó.
- ¿Tan grave fue?
- Descubrió que tenía novia, en realidad esa loca no es nada mío, solo fue algo del rato pero hace tiempo - conté.
- ¿Y cómo se enteró? - preguntó Joan.
- Vino aquí, él la vió y comprenderán.
- De seguro solo es un enojo, ya tendrán tiempo de arreglar las cosas.
- Gracias Joan y a ti también Alex, sé que no les agrada pero aquí están, lo valoro mucho - dije.
No sabía en qué momento Christopher logró atraparme a tal nivel de estar todo el tiempo pendiente de él, me comenzaba a costar tenerlo lejos.
- ¡No puede entrar! - exclamó la maestra.
- SÉ QUE ESTÁS AHÍ COBARDE DE MIERDA.
- No es cierto - negué.
- ERICK.
- ¿Lo conoces? - preguntó Alex.
- Es el hermano de la loca esa. ¿Cómo mierda entró? Se supone que esto es seguro.
- Siéntate. ¿Estás loco? - ordenó Joan.
Me puse de pie al ver cómo las palabras de la maestra no fueron suficiente para impedirle el ingreso y aunque mis amigos se interpusieron entre ambos no fue posible evitar un golpe de su parte.
- A mi hermana no la haces sufrir - encaró.
- ¿Sufrir? Si ni sentimientos tiene - respondí.
- FUERA - gritó la maestra intentando protegerme.
- Tú vienes conmigo - señaló.
- ¿Crees que te tengo miedo? Anda, vamos - caminé.
- ¡Erick no! - sostuvo Alex.
- Suéltame.
- Erick basta, no vale la pena, te vas a meter en problemas - añadió Joan.
- QUE ME SUELTEN YA.
Costó safarme del agarre de ambos, pero apenas pude alcancé a mi ex cuñado.
Los ruidos detrás de mi solo eran señal de que algunos compañeros de mi salón fueron detrás curiosos de ver la escena, apenas ví un descuido de Diego lo giré lanzando un puñetazo que logró desequilibrarlo.
Era tanta la importancia que tenía acumulada que no era capaz de controlarme, todos los recuerdos de Christopher parecieron calar mis pensamientos.
Sentí mi cuerpo caer ante un empujón, los golpes en mi rostro no cesaron por más fuerza que hacía.
Noté como entre varios lograron quitarlo de mi cuerpo, si bien estaba algo mareado, logré ponerme de pie para seguir desquitando mi rabia.
- Erick ya - pidió Joan rodeando su brazo en mi.
- DI-DILE A LA MALDITA ESA QUE SI NO QUIERE PROBLEMAS QUE ME DEJE TRANQUILO - advertí en grito.
- CAMINA - gritó mi amigo con enojo.
- La policía viene en camino - escuché de boca de la maestra.
- Chris - nombré al verlo.
Su mirada era tan confusa que no sabía que pensar, quise tomarle la mano pero su retroceso me lo impidió.
- ¡Erick ya!
- Joan, déjame hablar con él, por favor - pedí con dificultad.
- Ayúdame a llevarlo a su habitación Alex.
- ¡Noooo, no quiero ir ahí!
- Lo siento, pero no me dejas otra opción amigo - dijo Alex tomándome en brazo.
- CHRISTOPHER...¡CHRIS!
- ¿Puedes callarte? - preguntó.
- Tenemos que hablar.
- Saquenlo de aquí, la directora lo anda buscando, al menos que se limpie - le pidió a mis amigos.
Me moví lo más que pude logrando que Alex pudiera soltarme y aunque estaba adolorido estaba dispuesto a todo por demostrarte lo arrepentido que estaba.
- No necesito esconderme de nadie, no soy un delincuente y yo mismo iré con ella - dije caminando.
- BASTA MALDITA SEA, HAZ CASO POR UNA VEZ EN TU VIDA.
- ¡Mi brazo!
- Camina o te juro que te hago llegar al hospital - amenazó.
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Imposible Quererte - Chriserick
FanfictionBajo un chico malo siempre existe un motivo.