Capítulo 25

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Veía el brillo en los ojos de Erick, posiblemente hubiera estado igual ante una fecha como esta en Cuba.

- El próximo año deberíamos pasar Navidad juntos - propuso.

- ¿Crees que estaremos juntos el próximo año?

- Claro, por qué no - rió.

- Te ves hermoso - dije mirándolo.

- Tú igual, espero que tu papá no te haga esperar mucho.

Sonreí falsamente, a mí padre ni siquiera le importaba y si me dolía, tanto mi madre como yo esperábamos que viniera a Estados Unidos nos uniera un poco más.

- Chris, creo que no hemos hablado de esto, pero yo no sé si me quedaré en este país cuando termine la secundaria - comenté.

- No había pensando en eso. Wow, si que me dejaste sin palabras.

- Qué va a pasar con nosotros si decido irme.

- Yo no puedo dejar a mi familia, mi vida está aquí y a lo mucho volvería a Ecuador - respondió.

- Mejor no hablemos de esto ahora, no es el día preciso.

- Tengo que bajar, te voy a llamar así que no apagues tu celular ¿si?

- Esperaré tu llamada.

- Te quiero - susurró depositando un beso.

Sonreí hasta esperar que la puerta se haya cerrado, el cambio en mi rostro fue inmediato, aquella sonrisa solo quedó en el aire.

Las horas pasaban tan lentas que la tortura parecía ser más grande, opté por no bajar, no quería estar entre desconocidos fingiendo felicidad.

Les di mis buenos deseos anticipados a Joan y Alex, había creado un fuerte vínculo con ellos en este tiempo, eran parte de lo bello de esta instancia aquí.

La oscuridad de la noche invadió mi cuarto, al menos agradecía que hubiera un cómodo silencio.

- Mami, feliz navidad - dije al teléfono.

- Mi niño, feliz navidad.

- No llores ¿si? Estoy bien, papá me vino a buscar.

- Es la primera vez que no estás en casa, todos te mandan muchos saludos.

- ...

- Si lloras es imposible que yo no lo haga - comentó.

- Ya nos veremos pronto mami, disfruta mucho y diviértete, yo estoy bien - pedí.

- Te amo mi pequeño.

- Pero yo te amo más, cuídate.

Apenas corté la llamada exploté en un llanto que fue incontrolable, al parecer es cierto eso que dicen que estás fechas te vuelven sensible.

- Amor, feliz navidad - deseó.

- Feliz Navidad Chris.

- ¿Estás bien? Suenas extraño.

- Lo estoy. ¿Cómo lo estás pasando? - pregunté.

- Erick qué pasa.

- Nada, solo que acabo de hablar con mi madre y...

- ¿Me pasas a tu papá? Para desearle feliz navidad.

- ¡Estás loco! Él no sabe que estoy contigo.

- Dame la dirección, quiero verte un momento - pidió.

- Disfruta con tu familia, tengo que volver - mentí.

Apagué el celular para privarme en la maldita soledad, solo me dispuse a abrir la cortina de la ventana para que al menos desde el suelo pudiera ver el cielo.

Abracé mis rodillas intentando que mi llanto no se haga escuchar, era algo que no podía controlar.

Me sobresalté al sentir que algo había tocado mi cuerpo, el solo aroma me hacía saber quién era.

- Hey, tranquilo. Sabía que algo no estaba bien contigo.

- Perdón, se qué prometí que no volvería a mentir pero...

- No te disculpes, entiendo por qué lo hiciste y sería un imbécil si te lo reprocho - abrazó.

- N-No le importo una mierda, para qué demonios me trajo ¿eh?

- Ni siquiera merece que llores por él, mira, traje cosas para que pasemos la navidad juntos.

- Chris, tienes que estar con tu familia.

- Eres mi novio, eso te hace parte de mi familia - añadió.

- Ya no aguanto más esta mierda - dije en llanto.

- Nunca te había visto así.

- Abrázame, por favor, abrázame - pedí.

Imposible Quererte - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora