- Qué clase de niño listo eres.
- No soy listo, solo tomo atención en clases - respondí.
- ¿Crees que estuvo bien lo que le dije al...Alex?
- No me meto en problemas que no son míos.
- ¡Oye esa no es una respuesta! - abrazó.
Abrí la puerta asegurándome de que ambos entremos, era extraño preocuparme de una persona que no fuese yo.
- ¿En qué piensas?
- Mañana hablaremos con mis amigos, también quiero que te lleves bien con ellos - soltó.
- Mierda. Está bien, haré el esfuerzo - cedí.
- ¿Te dije que hoy estás muy lindo?
- No necesito que tú me lo digas, siempre lo estoy.
Sonrió acercándose poco a poco, solo alcancé a soltar lo que era mi mochila llena de libros.
Siempre me gustaba tener el control de la situación, o al menos siempre era lo que pasaba con mis parejas.
- Ups, lo siento. La cama que se interpone - culpó.
- ¿Quieres hacerlo?
- ¿Estás listo? - preguntó sonriente.
- ¿Cómo que listo? ¡No no no, Christopher!
Corrí un poco mi cara intentando respirar, ser yo el que esté boca abajo no estaba en mis planes.
- Basta - rió.
- Olvídate de aquello que estás pensando.
- ¿Y cómo sabes lo que estoy pensando?
- Quieres...cogerme y pues no, eso lo hago yo, no tú - dije molesto.
- Pero mira, quedamos perfectos. Yo accedí a probar.
- ¡Pero no, no es lo mismo!
- Amor, solo una vez, quien sabe y terminas pidiendo más - susurró.
- ¡Qué no! Eso sería una violación, te puedo denunciar.
- Toma, ahí tienes mi celular, denunciame - entregó.
Negué analizando aquella estupidez, a veces era tan inteligente en su forma de conseguir las cosas.
Sus movimientos sobre mi hacían que la cama se mueva un poco, esta novedosa idea seguía sin parecerme bien.
- No lo hagas rápido - pedí posicionándome.
- Yo sé lo que hago, presté atención a tus trucos amor.
- ...ay no, no puedo - negué adolorido.
- ¿Prefieres otra posición? Acostado, sobre mi...o...
- Así estoy bien - interrumpí.
Mi ego estaba en el suelo, algo que no me parecía bien, si había algo que odiaba era que otros quisieran estar sobre mi.
- ¡Erick! Shhh...no hagas ruido - rió.
- Esta mierda duele.
- ¿Ahora me entiendes?
- ...Mmm, AH...
- Lo siento, pero llamas mucho la atención - dijo tapando mi boca.
Cerraba mis ojos cada vez que la profundidad de sus embestidas aumentaba, mi cara me ardía a tan nivel que no sabía que tan rojo estaba.
- Ah, Dios - solté inconsciente.
- Eso mi amor, ruega a Dios - susurró.
- ...Mmm, ha-hay que cambiar...de posición.
Llevé las manos a mi cuello, la humedad en él no era más que por el acto sexual que lograba acalorar más y más todo mi cuerpo.
- Necesito que te vengas, hazlo por mí, vete Erick - pidió acelerando.
- No, tú te vas a, ¡Ah...venir!
Lo acerqué mientras mis manos se recargaban de sus hombros, por momentos mi cuerpo parecía no tocar la cama.
- Wo-oh - soltó.
- Que extraño se siente - dije agitado.
- Solo es semen, saldrá de ahí dentro - dijo quitando su miembro.
Levanté mi cuerpo quedando por encima de él, estaba a punto de enloquecer por llegar pero sabía que su mano y sus movimientos no serían tan satisfactorios.
- N-Necesito hacerlo - dije abriendo sus piernas.
- Pero...
- Uh, ahora sí.
Aceleré los movimientos, ambos estábamos tan cansados que él solo se dejó y yo daba mi mejor intento porque el cansancio no me jugara una mala pasada.
- Te ves hermoso, así sudando y rojo - molestó.
- Oh mierda, ya no doy más - dije dejando caer mi cuerpo.
- Eres un buen pasivo - susurró abrazándome.
- Eres un maldito...quiero dormir.
- ¿Quieres una cita? - preguntó.
- Eso no va conmigo.
- Mañana a las nueve nos juntamos en la pista de atletismo, no me dejes plantado - pidió.
- ¿Por qué haces esto?
- Quiero saber muchas cosas de ti, descubrir si vale la pena enamorarme.
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Imposible Quererte - Chriserick
FanfictionBajo un chico malo siempre existe un motivo.