No me quedó de otra que obedecer, no quería sumar otro problema que pudiera alejarlo de mi.
- Espera, me arde - dije quitando su mano.
- Eso se te va a hinchar, en qué mierda estás metido - negó.
- En nada, solo que no me iba a dejar golpear por ese tipo. ¿Ves que solo quiere causar problemas la tipa esa?
- Nadie te puso una pistola en la cabeza para meterte con ella.
Solté un respiro dándole la razón, al menos tenía la seguridad de que lo sacarían de aquí y no volvería a verlo, mucho menos a ella.
- Me duele todo - solté.
- No debiste caer en sus provocaciones, te pueden correr de aquí y qué vas a hacer ¿eh?
- Me gusta cuando te preocupas por mi - sonreí.
- Estás arruinando todo Erick, de pasada lo estás haciendo conmigo.
- No digas eso, yo no haría nada que te perjudique - dije.
- Creo que estarás bien, al menos eso no se te va a infectar.
- Gracias amor.
Cerró el botiquín de emergencia sin articular más, no hizo más que sentarse a mi lado esperando quizás que la directora venga por mi.
- Tengo que volver a clases, espero que estés bien.
- ¿Podrías esperar conmigo? - pregunté.
- ¿Para qué? ¿Para hacerme sentir mal?
- Entonces bajo contigo, de todos modos no tengo otra salida - dije.
Procuré cambiarme de ropa lo más rápido que pude, ni cuenta me había dado de lo sucio que estaba.
- Directora, ya íbamos...osea iba a la dirección - dijo Christopher.
- ¿Erick Brian Colón Arista? - preguntó un oficial.
- Soy yo de hecho - respondí.
- ¿Puede acompañarnos por favor?
- ¿A dónde? Creo que tampoco le pegó tan fuerte, directora.
- Vuelva a clases por favor, la profesora retomó - ordenó.
- ¿Al menos puedo saber por qué? - pregunté esperando una respuesta lógica.
- Cargos en su contra por robo junto a Diego y Ellen Duarte, tiene derecho a guardar silencio y se le otorgará un abogado en caso de ser necesario.
La mirada de Christopher nuevamente mostraba confusión, no lograba entender como fue capaz de acusarme por algo que también lo perjudicaría a él y a su hermana.
- Voy por mi pasaporte. ¿Puedo?
- Rápido por favor.
- Voy por mis cosas directora - mintió.
Una vez dentro tratamos de ser lo más silenciosos posible, no era conveniente agravar la situación.
- Te juro que no hice nada - dije de inmediato.
- ¿Crees que un policía estaría bromeando?
- No, pero yo sé lo que te digo, sé que dudas de mi y que para ti soy un delincuente, que es lo que más me duele.
- Entonces demuéstralo.
- Lo haré, cuando me veas llegar y te des cuenta de que soy inocente espero que al menos me des la oportunidad de explicarte todo.
Tomé mi pasaporte para no exceder en la espera, apenas el policía tomó mi brazo sentí que todo esto era injusto.
- ¿El padre del menor está al tanto? - preguntó el oficial.
- Va en camino a la estación de policías - respondió ella.
- Las manos atrás por favor - pidió.
- ¿Es necesario que le pongan las esposas? - preguntó Christopher.
- A clases o le levantaré un reporte, por favor - indicó la directora.
Asentí para que pueda irse más tranquilo, odiaba causarle tantas preocupaciones pero a la vez me daba fuerzas saber que tenía interés en mi.