Capítulo 22- Si vis pacem, para bellum.

544 13 6
                                    

________ sin decir palabra empieza a caminar despacio y yo la sigo en silencio. 

Quiero a mi mejor amiga otra vez.

Está claro que después de todo esto, ella no volverá a ser la misma y estoy jodido porque cometí una imprudencia imperdonable y... ¡Por qué Dios! Soy la persona más imbécil del mundo. 

Me precipité, soy demasiado impulsivo y actúo sin pensar y estoy tan... Pero tan jodidamente arrepentido que siento que me voy a morir si ella se va sin perdonarme. No quiero que se vaya, no quiero que sufra más por mi culpa... Quiero que sea feliz y olvide su pasado, quiero que sepa lo que es que te hagan el amor, una y otra vez, que te despierten con el desayuno en la cama, que cuando estés a punto de llorar alguien te consuele a tiempo. 

Y ahora... Todo estaba roto. No había pedazo el cual pudiese salvar, todo estaba hecho pedazos... Desde su cuerpo hasta su corazón. 

Su corazón...

______ me lo había entregado con confianza, sabía que yo sería muy buen amigo y justo sobre todo, que lo cuidaría y lo hice... Sí, llegó un punto en que lo apreciaba de verdad y yo le daría el mío a ella... Pero al primer desliz, lo tiré al suelo, le di patadas, lo escupí, se lo di a Wade para que terminara de romperlo y luego que se lo fueran a comer los malditos perros. 

-Fue un detalle que hayas enviado las cenizas de mi perra -dice fría, seca, sin ninguna forma de que la voz la delate-. ¿Disfrutaste matándola? 
-______... Estaba muy alterado por lo que había pasado. 
-Oh bueno, supongo que no te importó mucho porque ya eres profesional en dar la puñalada por la espalda. 

Y silencio. La veía subir por las estrechas calles de Venus Cove y me temí que se fuese a un lugar... Un lugar en el que solo hemos estado una vez y por error. 

De las botas se saca el teléfono, contesta y no puedo evitar oír lo que dicen. 

-Kley... No es un error... Que no... Ya verás como todo sale bien... ¡Claro!... ¿Loca yo? -bufa-. Pues está bien, si no me apoyas en esto, buena suerte. 

Y cuelga y se lo vuelve a guardar. ¿De qué estarían hablando? Cuando salimos del túnel me doy cuenta de que estamos en el sitio más peligroso de Venus Cove. 

En "death". Es una carretera maldita que sigue abierta al público pero que muy pocos se atreven a usarla. Es jodidamente peligrosa porque a un lado tienes un acantilado de setenta metros al mar que si te caes, sólo te queda rezar porque una piedra te golpee la cabeza y mueras inmediatamente y no te coman lentamente los malditos tiburones que crían los habitantes más antiguos de Venus Cove.

Y por otro lado están las piedras, son totalmente impredecibles, caen cuando Zeus quiere ser travieso. El problema no es la caída, es que como es una carretera muy empinada, las rocas bajan a velocidades increíbles. En el mejor de los casos, la piedra te empuja hasta el acantilado, en el peor, te aplasta con una la pared del túnel. 

-No deberíamos estar aquí... -digo suavemente.

Pero ella sigue caminando. Y se detiene por una moto que viene desde arriba y me honra decir que es Wade Poezyn y cuando nos ve, se detiene y sonríe. 

-Vaya... Vaya... -ríe-. Regalo de la naturaleza. ¿Cómo está tu vagina, _____? 
-Púdrete -espeta ella. 
-Vale, vale... En fin, ¿Te vienes? Voy de camino de casa y podríamos hacer... Ya sabes -y hace como que se mete algo a la boca. 
-Eres repugnante, ¿No te bastó con lo del otro día? 

Oh, y se refiere al 'otro día' como el día de la traición. 

-La verdad es que no, nena. Mírate. Antes eras una mocosa de quince años y me satisfacías un montón, ahora que tiene diecinueve, eres una diosa. ¿Has visto lo buena que estás? -ríe-. Bueno, eso supongo que ya lo sabes porque se nota que te aprovechas de los hombres. 
-Déjame en paz de una vez -grita aterrada. 
-No, nena. No lo entiendes. Tú fuiste mía y lo seguirás siendo. Porque te amo, ¿Me oíste? Te amo y nunca te voy a dejar ir. 
-Estás enfermo -espeta con rabia.

Adicta al sexo (Justin y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora