Capítulo 20- La traición

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______ entró con una sonrisa en la cara. Muy grande y sincera, de esas que sólo me dedicaba a mi. Venía asquerosamente guapa hoy: se había rizado las extensiones, llevaba tacones cerrados de piel marrón claro, unos shorts cortos y una blusa blanca. Oh _____, ¿por qué? 

-No contestaste a mis llamadas -dije seco. 
-Mi teléfono murió y lo dejé en la guantera del coche y se me olvidó toda la noche -sonrió.
-Ya claro... Bueno -me rasqué la mandíbula-. Te llevaré a un sitio. 
-¿Estás bien? -preguntó mirando mis ojos mientras yo intentaba evitarla. 

No. Nada está bien. Prometiste ser mi mejor amiga y le robaste a mi mejor amigo creyendo que nada pasaría. Y si va a pasar. 

-Sí, estoy bien.
-Bueno... En ese caso, vamos. 

Salí sin dejarla salir primero a ella como siempre. Caminé hasta el coche y subí, sin abrirle la puerta a ella como siempre. 

Tomé mi teléfono y llamé. 

-Todo listo, estamos ahí en quince. 

Colgué y miré a _____ subir. 

-Justin, ¿Estás bien de verdad? 
-De eso quería hablarte. 

Puse el seguro de niños... Que ahora que lo pienso, ¿Por qué tengo yo un maldito seguro de niños en mi coche? Joder, esto será difícil. 

-Ya sé lo que hiciste -dije mirándola. 
-¿Y qué se supone que hice? 
-No te hagas, ______. Sé que le robaste ese dinero a Christian. 

Fue como si eso hubiera cortado el tiempo. Ella frunció el ceño y parpadeó varias veces perpleja. 

-¿Perdona? -pregunta-. ¿Te oí bien? 
-Sí, ______. Le robaste los 25 mil dólares a Christian. 
-¿¡Qué!? -chilla-. ¡Esto es el colmo! Quiero bajarme -ordena. 
-No huirás _____, estás en la boca del león y tú te lo buscaste sola. 
-¡Yo no le robé nada a nadie! 
-Encima mientes. Ya te hemos pillado, confiesa. 

Ella niega varias veces con la cabeza y hace todo lo posible por bajarse y no golpearme. 

-¡Gilipollas! -grita-. Te odio, no me puedo creer que me estés acusando de eso. Te odio. 
-¡Ladrona! Eso es lo que eres. 
-¡No te quiero volver a ver en la vida! -veo sus ojos cristalizados-. ¡Te odio Justin Bieber, maldita sea la hora que entraste en mi vida! 
-Y no te librarás tan fácil -murmuro entrando en la fabrica en donde _____ fue violada por cinco hombres. 

Ella mira el sitio aterrada y hace más por salirse pero ya la tengo controlada. Después de cerrar mi puerta rodeo el coche y le abro la puerta con estrépito. Ella grita pero nadie puede oírnos. La tomo de las muñecas y la llevo arrastrada hasta el interior. 

-¡Justin! Para, me haces daño -grita pero... Debería ser: oídos que no oyen, corazón que no siente. 
-Calla arpía. 
-Te equivocas de persona, te lo digo yo. Te equivocas de persona -espeta con odio y amargura-. Yo sería incapaz de eso Justin, me conoces, sabes que... Que soy incapaz. 

Sin oírla la tiro con fuerza con el suelo. Ella grita y me mira con miedo... Ojos asustados... Eso quería. ¿O no? 

-Eres una maldita _____, y te lo juro, que lo pagarás. Te lo juro -le digo con rabia-. ¡Wade! 
-Ah... No...

Veo como abre los ojos con pánico e intenta levantarse, pero la vuelvo a empujar. Cuando Wade se queda mirándola en la puerta con los ojos hambrientos y oscuros y ella retrocede con pánico al vernos a ambos aliados. 

-Justin, no fui yo... No hagas esto -dice a punto de llorar-. Por favor, no fui yo. 
-No te creo, _____. Tus mentiras a otro lado, yo ya no creo en ti. 
-Te lo dije _____, no te convenía ser tan ambiciosa -dice Wade. 
-¿Y tú qué sabes? -grita alterada, pero luego me vuelve a mirar a mi, con sus ojitos más aterrados aún-. Justin, reacciona por favor... 

Adicta al sexo (Justin y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora