Capítulo 28- ___________ está enterrada en Venus Cove.

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El calor que seguía haciendo en la habitación era muy real. Tiré del pelo de Justin cuando me besaba ahí abajo, quería seguir gritado pero yo ya estaba totalmente fuera de control que me había destrozado la garganta. 

Mi mente no se había olvidado lo caliente que podía llegar a ser Justin, pero mi cuerpo sí, por lo que me estaba quemando en vivo. Cada toque, cada roce, todo era demasiado caliente para mi piel. 

Me había llevado al borde de tres potentes orgasmos y me había dejado a medias, así que estaba loca ahora. El descontrol me quemaba la piel, la habitación olía a sexo, los vidrios estaban empañados, la temperaturas de nuestros cuerpos eran muy distintas a cuál más alta, la cama era tremendamente cómoda, y el ruido de los labios de Justin contra mis líquidos convertía esto en la mejor noche de mi vida. 

Hace tanto que un hombre no me tocaba. Ni siquiera a Gabriel lo he dejado porque podría llevarme a su casa y Xavier Woods, su hermano gemelo podría reconocerme, solo por esa simple razón no había cedido a alguna de sus invitaciones intimas... Por miedo a ser reconocida. 

-Justin -gemí con la voz desgarrada-. Por favor. Me voy a... 
-¿A correr? -continuó la oración-. Pues quiero que te corras. 

E introdujo dos de sus poderosos dedos dentro de mi. Oh mi dios. Mi punto G. Me retorcí como pude mientras Justin continuaba masajeando mi interior. 

Pero antes de acabar, quitó los dedos y rápidamente se colocó un condón y se colocó entre mis piernas. 

Está bien, Melanie. Vas a hacerlo y tienes que ser fuerte porque si no... Tu venganza se quedará a la mitad. 

-_______ -dijo acercándose a mi y besándome en los labios mientras yo acariciaba su abdomen. 

¿Sabéis lo formado que está esta sabandija? Madre mía. Increíble cómo en seis años creció de toda las maneras posibles. 

-No quiero hacerte daño -gimió besando mi mejilla y bajando a mi cuello-. ¿Quieres seguir? 
-Sí -mi voz seguía jodida. 

Justin besó mis labios tan apasionadamente que me quedé sin aire. Y sentí como fue entrando en mi. Me arqueé hacia el gimiendo levemente por el dolor básicamente.

-¿Quieres que pare? 
-No -susurré a penas sin voz. 

Y cada vez más dentro. Gemí y me mordí el labio aferrando mis uñas a su espalda. Tomando un ultimo respiro, volvió a hundirse con fuerza en mi. Desde ese momento me quedé en completo silencio sintiendo como mis piernas temblaban y todo vibraba con él. 

Gruñó y se hundió aún más dentro, como si eso era posible. Aumentó la velocidad y ya entiendo porqué decían que el sexo con Justin era maravilloso. 

-Sigue -gemí suavemente en su oído y él obedeció ciegamente clavando los dientes en mi hombro izquierdo, el que no tenía la bala. 

-Te... Te sientes tan bien -gimió-. Tan suave, tan húmeda, tan estrecha. 

No sé si ofenderme o alegrarme.

-Te eché de menos. 

Y sabía que se refería a _______. 

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________ tenía el pelo del mismo color. Por la luz matutina se apreciaba perfectamente que era de ese mismo color. Mirar a Melanie con los ojos cerrados y dormida... Era como mirar a ______. 

Me miré al espejo acomodando la corbata. A pesar de la desvelada me miraba bien, descansado y muy relajado. Volví a ver a Melanie y ella abrió traviesa un ojo azul... Luego el otro y sonrió abiertamente y ahí noté la diferencia con ________. 

Después de follar, _________ se levantaba y se iba. Melanie hacía lo que una esposa debería. Esposa... Y pensé en Natalia. Se había ido a Brasil a pasar las vacaciones que pidió y yo no había querido ir por el trabajo... 

-Buenos días -dijo con la voz ronca. Y yo solo me pude reír. 
-¿Cómo estás?
-Dolorida -admitió con sinceridad. A mi no me pareció un juego como sugería su sonrisa. 
-¿Cómo que dolorida? -pregunté-. Abre las piernas y déjame ver que todo esté en orden. 
-Pero... -me miró indignada. 
-Vamos, Melanie, ¿Hace cuanto que no tenías sexo? 
-Seis años o algo así. 
-Con mucha más razón, abre las piernas por favor. 

Ella gruñó haciendo los ojos en blanco y aventó las sabanas y abrió las piernas. Sonreí mordiendo mi labio y con las mismas sábanas limpié suavemente. Solo manchas rosas, supongo que todo estaba en orden. 

-¿Puedes caminar? 

Hizo una mueca de dolor y se intentó levantar completamente desnuda y a pesar de que yo ya estaba vestido y enfundado en traje... Los pantalones me empezaban a apretar. 

-Si puedo -sonrió.
-¿Te molesta algo? -pregunté acariciando su brazo.
-No, supongo que no.

La abracé y la atraje a mi. 

-No quiero mancharte el traje -dijo sonriente revolviendo mi pelo.
-¿Y? Tengo millones. 
-Oh -asintió-. Pero igualmente, me voy a vestir. 

Colocó sus bragas y sentía mi erección palpitar. Crucé las piernas y a pesar de que era jodidamente doloroso, eso me cubría, ella sonrió coqueta y me tiró el sujetador a la cara. Ay Melanie. 

-¿Me lo pones? 

Me dio la espalda y me levanté pasando la prenda por delante de ella, los tirantes por sus brazos y sellando por detrás, la besé en el hombro y la maldita cicatriz estaba ahí. 

-Oye Melanie -la llamé-. Esta noche está de aniversario un amigo mío con su mujer y yo quería ir pero como Natalia no está... Pues no iba a ir, pero ahora que estás tú, ¿Quieres ir conmigo? 

Me miró un rato con esos ojazos azules capaces de quitarte la respiración. 

-Por mi, bien -sonrió y yo lo celebré. 
-Mi amigo Ryan va a adorarte. Su esposa Kley es magnifica, os vais a llevar muy bien.

Vi como palideció de pronto pero volvió a recuperar la sonrisa.

-Te llevo a tu casa.
-O... Podría mancharte el traje un rato -sugirió con la voz Melosa. 
-No me pidas eso -gemí-. Demasiado para mi. 

Ella sonrió coqueta y me besó en los labios mientras que sus dedos bajaban lentamente por mi pantalón y tocándome donde no debía y ahí supe que nos quedaríamos aquí un buen rato más.

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Melanie llegó a casa con las mejillas encendidas mientras oía el claxon de Justin despedirse de ella. Entró y corrió a encontrarse con Kley. 

-¡Es tu aniversario y tú cuidando a mi hija! 

Ambas se abrazaron y Kley sonrió. 

-Ellie ya está en el colegio, pero me quise quedar a esperarte, dime, ¿Qué pasó? 

Y las mejillas de Melanie se encendieron y Kley abrió los labios con sorpresa. 

-¡Te has acostado con él! 
-Bueno... -silencio.
-¡Y han sido más de dos veces! 

Ella asintió culpable y la abrazó. 

-Ha sido increíble. Justin ahora si sabe follar. 
-A mi no me interesa eso, sólo quiero que me des mi regalo de aniversario. 

Melanie bufó y miró a Kley.

-Te lo daré esta noche. 
-Imposible, esta noche tengo... -abrió más los labios-. ¡No puede ser! ¿Te invitó a ir con él? 

Y ambas chillaron con emoción contenida, fangirlearon un rato hasta que se sentaron entre risas. 

-Oh no -dijo Kley perdiendo la alegría-. Ryan ha invitado a Chaz, Chris... Tal vez te reconocen. 
-No lo harán -sonrió segura de sí misma. 
-No Melanie, no pienso ser parte de tu plan -se levantó indignada cogiendo su bolso y su abrigo. 
-Vamos Kley, por favor, si tu actúas normal será como que me conoces, quiero impactar a Justin. 
-Pues... Aféitate la cabeza pero a mi no me metas. 
-Por fa -hizo voz de niña pequeña-. Será una pequeña actuación de nada. 
-Es mi noche y...
-Lo sé, soy una egoísta y que quieres que todo vaya bien. Y todo irá bien, te lo juro, confía en mi. Por favor. 
-_______.... 
-¡No me digas así! 
-Me da miedo ayudarte. 

Melanie hizo un puchero mientras la miraba parpadeando varias veces. 

-Pero ya sabes que lo haré. 
-¡Sí! -sonrió Melanie abrazándola y besando su mejilla-. Eres la mejor amiga del mundo. 
-Y supongo que ahora la mejor actriz. 
-¡Cómo me conoces! Ahora, ¿tienes algún vestido bonito? Porque yo he visto uno hace días que no sabía para qué ponérmelo y ahora arrasaré. 
-Miedo me das, Melanie. 
-Debería, Kley, debería. 
-Pero ________ -dice conmocionada. 
-¿Qué dices de _______? ¿Estás segura? ________ está enterrada en Venus Cove. 

Ahí les dejo otro capítulo hermosas! MIL GRACIAAS POR LEER :')

Adicta al sexo (Justin y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora