capitulo 8 parte 2

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Él carraspeó y se ajustó el nudo de la corbata, sin dejar de mirarla.

-Deberíamos irnos ya -dijo, pero no había convicción alguna en su voz.

-No quieres irte. Estas inmerso en esta pequeña fantasía -con los ojos ardiendo de pasión, le agarró la cremallera de los pantalones.

-¡______! -le cubrió la mano con la suya.

-Estás deseando que lo haga -se humedeció los labios con la lengua.

-Yo...

-Haré que te sientas muy, muy bien... Él negó con la cabeza. No podía hablar.

-Sí. Déjame hacerlo -al fin había visto la sumisión en sus ojos, y cuando le bajó la cremallera y se arrodilló frente a él, no la detuvo.

El corazón la golpeaba en el pecho cuando liberó el miembro de los calzoncillos de algodón. Estaba erecto y duro, caliente y suave al tacto, con la pasión latiéndole en las venas marcadas. La sedosa capa de vello le acarició la palma de la mano cuando le tomó los testículos. Aspiró con fuerza para inhalar la embriagadora fragancia de la excitación masculina. Había merecido la pena esperar tanto tiempo.

Los gemidos de placer que le provocó la excitaron tanto como la sensación de estar acariciándolo. Entonces le pasó la lengua por el extremo, y saboreó una deliciosa mezcla dulce y salada, como el primer sorbo de un tequila. Notó que su respiración se hacía más dificultosa, y, rodeando la base del eje con los dedos, lo condujo lentamente hacia su boca.

Un delicioso estremecimiento le vibró entre las piernas mientras probaba su gran medida la anticipación de sentir su embestida dentro de ella era increíblemente placentera. Pasó la lengua por la superficie inferior de su sexo, haciéndolo temblar aún más. Ahuecó las mejillas y ejerció una suave succión mientras seguía acariciándolo con la lengua.

Él llegó enseguida al orgasmo. Apretó la mandíbula para ahogar el explosivo grito de liberación final.

En ese momento el pomo de la puerta giró.

-Está cerrada -dijo una mujer desde fuera-. ¿Cómo es posible? Dentro hay, tres lavabos.

______ se tragó el líquido y retiró lentamente la boca.

-Deberíamos avisar al encargado -dijo otra mujer-. No pueden cerrar la puerta.

Harry tenía los ojos cerrados y se esforzaba por recuperar la respiración. ______ se puso en pie, le guardó el flácido miembro en los calzoncillos y le subió la cremallera.

-Llama a la puerta -dijo la primera mujer. Tres fuertes golpes hicieron vibrar la hoja.

-¿Hay alguien ahí? -preguntó la segunda mujer.

______ temblaba un poco, y tenía la ropa interior empapada. Había estado a punto de tener un orgasmo ella también.

El pomo giró de nuevo.

-Vale, vamos a buscar a alguien -dijo la primera mujer-. Esto es absurdo.

Citando los pasos se alejaron, Harry abrió los ojos y miró a ______. Parecía un hombre que hubiera estado al borde de la muerte.

-Podemos salir mientras van a buscar al encargado -propuso ella.

Él abrió la boca para decir algo, pero la volvió a cerrar y asintió.

-Para ello tendrás que apartarte.

-Oh... -murmuró él, y se apartó de la puerta. ______ recogió su mochila de la encimera y abrió la puerta con cuidado. El pasillo estaba vacío.

soltera en new york h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora