Fall To Hell

ᏟᎪᏢᏆ́ͲႮᏞϴ ᎠᏆᎬᏟᏆΝႮᎬᏙᎬ

"ʟօs ɖɛʍօռɨօs ʋɨʋɛռ ɛռ ʟa tɨɛʀʀa,
ɛʟ aռtɨċʀɨstօ ɛs ʀɛaʟ, tօɖօ ésօ
զʊɛ tɛʍéʍօs ʟօ ɛs ʏ ɦaɮɨta
ɛռ ɛʟ ʍʊռɖօ."

11 de mayo, 2021

Lo que parecen mitos resultan ser verdad, los humanos estás cegados, odian saber que todo eso que temen es cierto, que en cualquier momento pueden toparlo.

Sienten miedo, les asusta enfrentar eso que no conocen, eso que no saben cómo luchar, con que defenderse. Hace miles de años la rebelión se dió, Luzbel fue encerrado en una jaula indestructible, sin escapatoria, pero, ¿fue así como en realidad ocurrió?

¿Y si realmente él está libre? Vaga por el mundo, escondido entre los humanos, ocultándose en el miedo, en el placer, alimentándose de la lujuria, de la maldad.

No lo sabemos, al menos, no la mayoría.

Muchos viven bajo mentiras, realidades inciertas, lo peor: no les molesta. Prefieren vivir así que enfrentar todo eso que temen.

—Vamos Lucía, mañana es tu primer día en la nueva escuela. Conocerás muchas personas, tendrás muchos amigos de tercer grado, te irá bien —la dulce voz de una mamá esperanzada en que su hija cambiará, resonó en el cuarto infantil en el que se encontraba la niña.

Su mirada estaba en sus dedos pequeños, dando la espalda a su madre, no la había escuchado, no oía nada. Solo recitaba lo mismo, una y otra vez.

—Un hermoso ángeles recorre las calles, portando ropa oscura en una carroza de fuego. Su destino corre peligro, el mal de su interior le pide destrucción, el ángel que cuida le ruega normalidad. Una vida diferente no puede conseguir, pues en el infierno le ha tocado vivir.

Ella no sabe el significado, su boca suelta las palabras, ella no sabe detenerlas, todo éso le asusta, no entiende casi nada de lo que dice.

—En peligro su ángel estará, una maldad humana daño le hará.

—¿Lucí?

La voz de su madre refleja miedo, temía por su vida, temía por su hija, falsas esperanzas constantemente se decía: "mi hija es normal", "jamás me haría daño".

—¿Sí? Mami.

La niñita tapo su boca, lágrimas corrían por sus mejillas.

La madre se acercó a prisa y con duda.

—Todo estará bien cariño, todo estará bien.

Un llanto desconsolado soltaba.

—Odio ésto, mami, lo odió. ¿Por qué tuve que ser un monstruo? —habló difícilmente, de su boca salían sollozos.

—No eres un monstruo, Lucía.

—¡Lo soy!

La madre suspiró frustrada y llena de tristeza, le dolía ver a su hijita sufrir, no sabía cómo ayudarla, la idea de llamar a un cura le parecía descabellada.

—No quiero decirlo, mi boca habla sola —siguió llorando.

—Lo sé, hija, lo sé.

Pero como dije, solo muy pocos saben la realidad y por ello sufren, los tachan de locos, dementes, no tienen la culpa de saber algo que otros no, pero al resto parece no importarle.

La vida está plagada de secretos, posiblemente ella sea uno, nadie lo sabe.

Casi lo olvidó...

Él si lo sabe, pues gracias a él ella es así.

Al parecer una vida humana más hay que cuidar, tal vez no tan humana también resultará.

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