Fall To Hell

ᏟᎪᏢᏆ́ͲႮᏞϴ ᏙᎬᏆΝͲᏆͲᎡᎬ́Տ

“así sɛʀá ɛռ ɛʟ ʄɨռ ɖɛʟ ʍʊռɖօ;
ʟօs áռɢɛʟɛs saʟɖʀáռ, ʏ saċaʀáռ
a ʟօs ʍaʟօs ɖɛ ɛռtʀɛ ʟօs ʝʊstօs.”

15 de junio, 2021

Luego de lo sucedido con Warren me pase las últimas tres semanas encerrada en casa, paso todo el día en mi habitación, no paro de investigar sobre lo que dijo, mi historial está lleno de notas sobre el supuesto anticristo y cosas relacionadas a Dios y los ángeles, Belial no dice nada, creo que lo entiende, con su ayuda logré conseguir un falso justificante médico para mis clases, no quiero salir de casa, Warren sigue rondando por ahí, por lo que se lo ángeles quieren asesinarme y los vampiros mi sangre, a pesar de que Belial está aquí no puedo evitar tener esa angustia oprimiendo mi pecho.

Luego de ser amenazada con una expulsión por mis faltas, hice llegar mi pequeño papel que explicaba la mal y contagiosa enfermedad que portaba —idea de Belial, por cierto—. Aceptaron mis faltas y decidieron recibirme hasta que me "recupere".

Becka ha sido de gran ayuda en todo esto, a pesar de no saber realmente lo que me sucede, sigue ahí ayudándome y consiguiendo mis apuntes, sin duda la mejor amiga que pude haber tenido. Hay noches en las que no puedo dormir y la llamo, duramos hablando por teléfono hasta que pasa el tiempo, nuestra amistad se fortaleció en tan poco tiempo que inconscientemente tengo miedo de que resulte dañada con esa nueva vida que estoy llevando.

No sé muchas cosas, pero en caso de que existieran, Becka sería mi alma gemela convertida en mejor amiga, no tengo duda de eso.

🔺⛤🔺

Me removí incómoda sobre la cama, comienzo a tener mucho frío y no encuentro la cobija, mi piel está erizada, siento como una suave y muy gélida corriente de aire recorre mis piernas y brazos, inmediatamente temblé. Comenzaba a frustrante, me estoy congelando.

—Despierta...

Fue un susurro, estoy segura de que lo escuché, no sé si abrir los ojos, puede ser que sea Belial, puede ser también un ángel que quiere matarme, no estoy segura, pero tengo miedo. Agudice mi oído, pero solo logro captar el resoplido del viendo y una ramita golpear constantemente con la ventana. Mi estómago cosquilleo ante la idea de no estar sola.

¿Estoy soñando? ¿Es real esto?

Me convencí a mí misma de no tener miedo, solo tenía que contar hasta tres y abrir los ojos.

Uno, dos...

...

...

¡Tres!

Abrí mis ojos de golpe y me encontré acostada teniendo buena vista del balcón, mi corazón se detuvo cuando encontré a alguien de pie en una esquina, como si se escondiera.

Es él, es el mismo chico. Hace días no soñaba con él, pero aquí estamos de nuevo.

Me puse de pie y me acerqué al balcón ocultando bajo mil capas lo asustada que había estado.

—¿Eres el mismo? —no corrí la puerta hasta estar segura de que no era alguien más.

Asintió.

—Demuéstralo.

Se quedó de pie sin hacer nada en el mismo lugar.

En la puerta corrediza, el cristal se empañó y un dedo invisible comenzó a escribir, hasta formar una palabra.