ᏟᎪᏢᏆ́ͲႮᏞϴ ႮΝϴ

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ɛʟ ɨռʄɨɛʀռօ ɛstá ʋaċíօ, tօɖօ ʟօs 
ɖɛʍօռɨօs ɛstáռ aզʊí.

12 de abril, 2021

Camino a paso rápido bajo el sol caliente, mi corazón late a prisa, estoy yendo tarde. Necesito estar ya en la universidad. En mi bolsa hay un portafolio con un reporte de casi treinta páginas, he estado toda la noche terminándolo, así que ahora voy tarde y con probabilidad de no poder entregarlo.

Me quiero morir. 

Lloro por dentro y trato de decir cosas positivas en mi cabeza. Casi olvido que no estoy sola, giro mi rostro con disimulo hacia atrás para poder verlo.

—Camina más rápido ¿sí? Vamos tarde —pido preocupada, tratando de no hablar muy alto.

Nuestros pasos resuenan en mis oídos, camino por la plaza que la universidad obligaba a atravesar para poder llegar. Hay muchas personas caminando a mi alrededor, algunos por su vestimenta deduzco que van para su trabajo, otros parecen solo pasear.

Regreso mi mirada al frente, encontrándome con miradas de burla y extrañeza. Maldigo en mi interior, apretando mi mandíbula, las miradas así no son algo nuevo para mí, pese a ello siguen incomodándome, cuando sucede me siento débil y sin saber cómo reaccionar a sus miradas juzgadoras. He tratado de ser discreta, pero siempre terminaban dándose cuenta de lo que hago.

Una gota de sudor corre por mi frente, estoy a tan solo pocos pasos de llegar a la calle que tengo que cruzar para llegar al edificio principal. Vuelvo a mirar atrás, encontrándolo de nuevo, detallo rápidamente su rostro. Hoy su cabello había amanecido revuelto y parece que no se tomó el tiempo de peinarlo, su semblante esta serio, casi siempre lo está, con las cejas ligeramente fruncidas y cargando una pesada mirada que parece estar siempre alerta.

Me pregunto que está pensando.

Atravieso las puertas del edificio, una alivies me estremeció, gotas de sudor corren por mi frente, no le tome importancia, mi urgencia es otra. Agradezco el aire fresco del interior, relaja mi caliente cuerpo. Trato de no distraerme mucho y comienzo a caminar por los pasillos en busca de mi salón de clases.

A pesar de que he llegado ya, la presión en mi pecho sigue presente. Suspiro en un intento de relajarme, reviso el reloj y me doy cuenta que no sirvió de nada el suspiro, estoy atrasada tres minutos, solo tres minutos. Odio que el profesor Marlock sea la primera clase, especialmente porque no tiene minutos de tolerancia. Rezo que aún no haya llegado. Divise la puerta a unos metros y apure mi paso, al estar frente a la puerta me encuentro con mi pesadilla.

Lastimosamente si llego antes que yo. No perdí mucho más tiempo y di tres suaves golpes a la puerta.

Toc, toc, toc.

Miro atrás para verlo, sigue aquí, luciendo atractivo recargado en los casilleros, con la vista pegada al suelo, acompañándome a cada lugar como un guardián. Regreso la mirada al frente al escuchar la puerta abrirse, el rostro del profesor Marlock entra en mi campo de visión.

—Buenos días profesor, lamento la tardanza. ¿Me permite pasar? —trato de hablar los más amable posible, tiene que dejarme pasar, no puedo reprobar su clase. Escucho como mi corazón hace bum, bum.

—¿Por qué debería de hacerlo? —exclama con amargura.

Su personalidad seria y déspota lo hacía sobresalir ante todo profesor, tiene una manera estricta y amargada de ser, la forma en la que sus ojos mostraban la molestia que siempre cargaba hacía que cualquier persona le tuviera temor, inclusive yo.

Fall To HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora