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  ChangBin se hallaba recostado sobre su cama, pensando en las advertencias que su madre le decía para que no tenga problemas con su padre. Pues sabía a la perfección que un hijo gay era lo último que quería su familia. Luego de que su madre se enterase que su hijo había sido marcado por un alfa de su mismo género no pudo evitar sentir cierta inquietud pues sabía que la reacción de su esposo no sería para nada positivo ante esa noticia.

Por esa razón ChangBin terminó yendo a la casa del alfa, porque lidiar con su padre no era tarea fácil, por no decir imposible. Pues una vez que su padre se opusiera ante alguna idea no existía nadie que lo hiciera cambiar de opinión. Y él estaba en contra de las relaciones que se daban entre las personas que compartían el mismo género, aquello no estaba bien visto ante sus ojos, era totalmente inapropiado y no permitiría que su hijo se involucre con un hombre.

— ChangBin, hijo necesito que me escuches.

Ese día el padre del omega había decidido tener una pequeña plática a solas con su único hijo ya que creía que estaba empezando a descuidarlo sobre todo por el ámbito amoroso y lo que menos quería era que su hijo se desviase del camino.

— Veras, sé que paso gran parte de mi vida en el trabajo y no les dedico el tiempo suficiente a ti o a tu madre, pero — Dirigiendo su mirada en la marca del cuello de su hijo, frunció ligeramente su ceño — Creo que esto lo hemos hablado alguna vez, ChangBin. Debes tener en claro que tu pareja destinada debe ser una mujer. No me gustaría pensar que mi hijo es un gay. Quiero pensar que por el momento estas confundido-

— Y si no fuera así... padre— habló por lo bajo — Y si me gustaran lo hombres-

— ¡Por Dios, ChangBin! ¡¿Con qué mierda me estas saliendo?!— bramó muy enfadado — No voy a permitir que mi hijo sea un maldito gay ¡Eso nunca!

— Pero, padre-

El aludido caminó hasta la puerta de la habitación de su hijo dispuesto a irse, no sin antes darle una última mirada recriminatoria.

— Mañana me reuniré con uno de mis colegas y tú vendrás conmigo. Te presentaras con su hija, ya le he dado mi autorización para que te corteje.

— ¡Papá!

— Lo siento, pero no me dejas otra alternativa, ChangBin.


[...]



A la mañana siguiente su padre salió temprano a recoger unos documentos de su trabajo ya que en la tarde se reuniría con uno de sus amigos de trabajo y también le presentaría a la futura pareja de su hijo.

Sin escapatoria, ChangBin decidió encerrarse en su habitación, en todo el día no se inmuto para nada aún con los constantes llamados por parte de su madre. El omega estaba molesto con su familia, no podía creer que sus padres llegaran a entrometerse en su vida privada y tampoco le creyó a su padre ser capaz de arreglar una cita con la hija de uno de sus conocidos obligándolo a relacionarse con esta sólo para mantenerlo dentro de los malditos estereotipos que él seguía y tenía la obligación de cumplirlos.

— ChangBin, cámbiate. Debo llevarte al salón para que te arreglen.

Ordenó su madre al otro lado de la puerta de su dormitorio.

— ¿Qué? ¿Arreglarme? ¿Por qué debería?

— Son ordenes de tu padre, tienes diez minutos. Te veré abajo.

𝙇𝙖 𝙋𝙧𝙤𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙖 ➻ [Lмн ; Scв]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora