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   MinHo temía no volver a ver a ChangBin después de todo lo que la madre de Seo le dijo esa misma tarde, amenazándolo para que se mantenga lejos del omega. Estaba agobiado y en parte triste cuando volvió a recordar aquel compromiso que esa mujer decía y aseguraba que tenía su hijo con otra persona. Y es que el solo pensar que su omega le abandonaría yéndose a los brazos de alguien más le partía el corazón. Era la primera vez que el alfa experimentaba ese tipo de sensaciones y agradecía que fuera aquel omega que detrás del semblante misterioso que cargaba consigo poseía una hermosa y dulce sonrisa. La persona quien en ningún momento le juzgó por cómo era y permaneció a su lado cuando se sentía el ser más insignificante envolviéndolo en sus pequeños, pero cálidos brazos transmitiéndole aquel sentimiento que el jamás pensó que recibiría. Amor.

Por eso cuando lo tenía en frente suyo estaba realmente sorprendido preguntándose si lo que veía era real o sólo una mala jugada de su imaginación exponiendo sus deseos por querer verlo. Sin embargo, en el momento que lo arrimó a su pecho volviendo a sentir esa calidez entrañable acariciar su alma, transmitiéndole aquella sensación de paz y tranquilidad que necesitaba en esos momentos. Supo que lo que estaba sucediendo era real.

Ahora se encontraban en el dormitorio del alfa. ChangBin se acomodó en la cama tomando asiento estirando sus piernas sobre esta y dejando que MinHo apoyara su cabeza sobre su regazo mientras él acariciaba delicadamente sus cabellos color cenizo. Lee estaba muy feliz al estar junto a su omega, compartir momentos estando uno a lado del otro aún si el tiempo fuera corto provocaba que su nivel de serotonina se elevara y es que pareciera que los únicos momentos que sentía esa alegría sería estando con ChangBin.

— Por un momento creí que no te volvería a ver — dijo lánguido y casi inaudible, pero lo suficiente para que el omega pueda oírlo — Me alegra que estés aquí — Agregó esbozando una sonrisa.

ChangBin se ruborizó por las palabras dichas del alfa agitando su corazón. Sonrío y volvió a pasar delicadamente su mano sobre la cabellera ceniza de MinHo con la diferencia que esta vez dejó un corto beso sobre su coronilla provocando que este volteara a verle.

— ¿Y eso? — inquirió divertido.

— No volverás a estar solo, MinHo... ya no.

El aludido dejó salir una lágrima de sus ojos mientras miraba el rostro de su omega, quien le dedicaba una hermosa sonrisa a la vez que acariciaba su cabello. De alguna manera escuchar eso lo conmovió recordando todo el tiempo que había estado solo, pero ahora con ChangBin a su lado sabía que las cosas cambiarían, porque tener a aquel omega a su lado era como tenerlo todo y estaba realmente agradecido.

MinHo se incorporó del regazo de ChangBin para depositarle un beso en su frente y abrazarle siendo correspondido al instante.

— Vamos a dormir.

Susurró.

ChangBin asintió y junto al alfa se levantaron de la cama para hacer su aseo personal correspondiente, colocarse sus prendas para dormir y acostarse uno a lado del otro.

Cuando Seo se percató de unas pequeñas heridas que tenía MinHo luego de su golpiza que tuvo el otro día con Chan no dudo en acariciarle y repartir pequeños besitos en las zonas afectadas. El alfa dijo que no se preocupara, que sus heridas sanaban rápido, pero ChangBin insistió en dejarle besitos. Algo que MinHo no se negó, al contrario, sólo observaba y disfrutaba de los dulces besitos que le dejaba. Cuando terminó le pregunto si se sentía mejor, a lo que el alfa negó con su cabeza.

— ¿Por qué? ¿Tienes alguna otra herida? — preguntó preocupado, y MinHo volvió a negar — ¿Entonces?

El alfa sonrío y señaló sus labios.

𝙇𝙖 𝙋𝙧𝙤𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙖 ➻ [Lмн ; Scв]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora