𝙇𝙖 𝙋𝙧𝙤𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙖 ➻ [Lмн ; Scв]

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— ¿Qué hace ella aquí?

Cuando MinHo llegó a su casa en compañía del omega no esperaba encontrarse con aquella mujer. La persona a quien evitaba ya desde años atrás por el daño que le hizo.

ChangBin pudo percatarse del cambio que tuvo MinHo apenas vio a la mujer de cabellos negros. Estaba molesto, tenía la mandíbula tensa, la mirada fulminante y sus manos hecho puños. Su hermana mayor caminó hacia él intentando tranquilizarlo, porque no quería que la situación empeorase.

— Ella ya se iba. Cálmate, no volverá a molestarnos. MinHo, por favor, ve a tu habitación.

Lee chasqueó su lengua, disgustado.

— Creo que debería irme, perdonen.

ChangBin no entendía lo que sucedía, pero el ambiente era tan tenso e incómodo que prefirió retirarse de allí, no le parecía correcto quedarse, ya que MinHo también tenía problemas con los que lidiar y él no quería molestar. Sin embargo, antes de cruzar la puerta escuchó como aquella desconocida reía a carcajadas, lo que hizo detenerse en su lugar.

— ¿Es tu nuevo compañero? — preguntó la mujer — ¿Por qué no me lo presentas, MinHo? — Volvió a reír.

— Ya lárgate.

— ¿Es así cómo me trataras?

— Suficiente, SunHee. Por favor, retírate.

El señor Lee tomó a la mujer del brazo llevándola hacia la puerta a rastras. No quería que volviera a molestar a sus hijos. Ella sólo ocasionaba problemas.

— ¡YA! ¡SUELTAME, PUEDO CAMINAR SOLA! — Indignada la mujer se liberó del agarre y acomodó el bolso que llevaba en su hombro — Todos ustedes son unos malditos idiotas. Se van a arrepentir de esto — amenazó — Sobre todo tú — dijo señalando a Minho — Tú tienes toda la culpa—

— ¿Por qué? ¿Por existir? — inquirió con aquel rostro impertérrito. Siempre era lo mismo, siempre el mismo trato, siempre culpándolo por todos sus engaños. Le odiaba, odiaba saber que la mujer que tenía en frente era la misma que lo concibió y lo abandono.

— Sí, sé que cometí muchos errores, pero créeme que el error más grande fue el de tenerte-

Una fuerte bofetada fue a parar en una de las mejillas de la mujer, ChanMi, la hermana mayor de MinHo no permitiría que lo siguiera lastimando, después por todo lo que paso e hizo para recuperarse. No dejaría que esa mujer venga a arruinarle la vida a su hermano menor.

Con ayuda de su padre lograron sacarla de casa. Ella ya no volvería a pisar su hogar y mucho menor venir a atormentarlos. Pero sabía que el daño ya estaba hecho. Sus palabras fueron como balas que calaron el cuerpo del alfa, mentiría si dijera que todo estaba bien cuando por dentro escuchar todo eso lo había destrozado.

— MinHo-

— Estaré en mi habitación.

Ignorando las palabras de su hermana, el alfa subió las gradas y se encerró en su pieza.

ChangBin se encontraba confundido por todo lo que acababa de presenciar, pero la tristeza era lo que prevalecía dentro suyo. Sí, podía sentir lo mismo que MinHo en esos momentos. Su lobo interior lo llamaba y sabía que no podía dejarle solo.

— ¿ChangBin, te encuentras bien? — La alfa se acercó hacia el bajito quien se abrazaba a si mismo con los ojos llorosos — ChangBin...

— ¿Por qué duele?