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— No me gustaría darte este tipo de noticias, pero... no creo que puedas seguir nadando, Minho...

Luego de tratar las heridas de ChangBin, el omega se encontraba recostado en una de las camillas de enfermería, lo único que le separaba de aquel alfa eran esas largas cortinas blancas. Podía escuchar todo lo que la enfermera Lee decía a MinHo, más nunca hubo respuesta por su parte. Quizá estaba desconcertado por la noticia que acababa de recibir. Lo último que escuchó fue un "Lo siento" por parte de la enfermera.

— ¿Ya te sientes mejor, ChangBin? — Preguntó la mujer colocándose a un lado de su camilla.

— Sí... estoy bien. ¿Ya puedo retirarme a mi salón?

— Claro, pero trata de no hacer mucho esfuerzo o el dolor volverá.

El omega asintió y se levantó de la camilla cuidadosamente para retirarse del lugar, aquel alfa no estaba pasando por sus mejores momentos así que prefirió salir de allí.

— ¿Cómo te fue? ¿Te sientes mejor?

Preguntó seungMin entregándole el refresco que había comprado para él. ChangBin sólo se limitó a asentir esbozando una pequeña sonrisa. Estaba procesando la propuesta que le había hecho aquel alfa. Aunque no mentiría que le intrigaba saber cómo se encontraba aquel chico después de enterarse que no volvería a nadar.

— ¿ChangBin? — Llamó Kim — ¿Escuchaste algo de lo que te dije? — inquirió molesto.

— ...Perdón, es que yo... Perdóname ¿Quieres?

Con un mohín en su rostro el beta se cruzó de brazos e ignoró al azabache en todo el camino hacia su salón.

Las clases iniciaron y Bin tomaba sus apuntes tranquilo y absorto en estas. Al menos los estudios mantenían su mente ocupada dejando aquellos pensamientos a un lado. SeungMin de igual manera se encontraba atento al dictado de clases, pero muy en el fondo sabía que su amigo estaba actuando extraño y existía una razón para ello. Aun si no sabía cuál era podía asegurar que le habían hecho algo y no dudaría en sacarle aquella información.

Las clases culminaron y ambos amigos empezaron a guardar sus libros en sus respectivas mochilas siendo los últimos en salir.

— ¿Me dirás que te sucedió?

ChangBin le miró a su amigo, más no articuló ninguna palabra. No porque no quisiese, es que simplemente era algo... extraño y no sabía como decirle sobre la repentina propuesta de aquel alfa, tampoco cuál sería su reacción.

— Pues, veras... es algo raro.

SeungMin tomó las correas de su mochila fuertemente, asustado por lo que diría a continuación su amigo.

— Tranquilo, no es nada malo... creo.

— Ya dilo.

— Bien, ehmmm... pues veras —

— ¡PERO VE DIRECTO AL GRANO Y DEJATE DE RODEOS! —. ChangBin quedó con los ojos hecho platos y su boca en una fina línea por tal reacción — ejem... continua — añadió más calmado.

— Ah, bueno, te dec-

Chris jaló al omega de su mano muy fuerte provocando que este voltease a su dirección, dejándolo cara a cara contra el alfa.

— ¿Por qué sigues ignorándome, ChangBin? Necesitamos hablar.

— Tu y yo no tenemos nada de que hablar, Chris. Así que déjame en paz de una buena vez.

El rubio soltó una risa amarga y sujetó con más fuerza la muñeca del azabache provocando que soltara un leve gemido.

Dispuesto a llevárselo, SeungMin trató de evitarlo, pero el alfa terminó empujándolo contra el frío concreto. Era evidente que él tenía más fuerza así que la batalla la tenía perdida, sólo podía conformarse con ver cómo su amigo era llevado a rastras por aquel cínico alfa.

Cuando Seungmin resopló enfadado por la impotencia de no poder ayudar a su amigo, un chico de cabellos cenizos apareció enfrentándose contra Chris.

— Suéltalo.

Nuevamente aquel fuerte aroma desprendió el alfa mirando despectivamente al de cabellos cenizos.

— Quítate de mi camino, Lee.

— Dije que lo soltaras.

Insistió.

De repente ahora el aroma que prevalecía en el lugar era uno a menta, MinHo tensaba su mandíbula y su mirada cambió a uno más intimidante. Lo que provocó que Chris tragara duro y soltara la mano del omega.

— Ya dime, ¿Qué quieres?

— Que te alejes de él.

— ¿Por qué debería? — Preguntó desafiante.

MinHo miró por unos segundos al omega por el rabillo del ojo y esbozando una sonrisa ladeada, dijo:

— Porque ahora está siendo cortejado por mí.

El alfa tomó a ChangBin de la mano entrelazando estas a su vez saliendo de aquella escena.

Chris, perplejo por lo que acababa de presenciar apretó sus puños impactando una de estas en el concreto consiguiendo que se resquebrajara. Ahora más que nunca tenía la necesidad de marcar a ChangBin, porque no permitiría que alguien más tome a su omega. 

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𝙇𝙖 𝙋𝙧𝙤𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙖 ➻ [Lмн ; Scв]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora