– Quiero que me escuchen... Éste es el partido de sus vidas, no se enfoquen en los anteriores, esos quedaron atrás, éste será lo que definirá la vida de todos ustedes. – el entrenador nos observó a cada uno. – Muchos de aquí irán a la universidad, otros se quedarán en el equipo, vendrán caras nuevas, jugadores nuevos... Pero les aseguro algo, muchachos... Nunca me había sentido tan orgulloso de un equipo como lo estoy de ustedes. ¡Así que quiero que me hagan sentir más orgullosos y pateen esos traseros británicos!
Todos unimos nuestras manos y gritamos, aplaudimos, nos abrazamos... Las luces comenzaron a parpadear y sabíamos que significaba...
El último partido estaba por comenzar.
Todos salimos, pero Alex nos llamó cuando estábamos afuera, sus ojos brillaban con orgullo y parecía nervioso pero no lo hacía notar.
– Chicos, pase lo que pase, es un honor jugar con ustedes. Cualquier error o victoria no lo comete uno, lo comentemos todos, somos un equipo... El mejor equipo de América y les demostraremos a esos británicos de que estamos hechos.
Todos palmearon los hombros de Alex y comenzaron a gritar que nuestro capitán era el mejor. Comenzamos a avanzar cantando canciones, haciendo ruido y cuando llegamos a la salida ya se encontraban formados los del otro equipo.
Por unos minutos me quedé paralizado observándolos.
No habían cambiado casi nada, algunos rasgos se habían definido dándoles un aspecto más maduro pero podía reconocerlos todavía.
La imagen de sus rostros haciéndome la vida imposible era algo difícil de borrar.
Sentí una mano en mi hombro y me di la vuelta alarmado, pero al ver que se trataba de Alex comencé a calmarme.
– Todo estará bien, Logan. No dejes que te afecten, ya no tienen poder sobre ti, recuerda eso. – dijo apuntando mi frente, le sonreí nervioso y Alex sujetó mi hombro (como si tuviera miedo que saliera corriendo) llevándome a la fila.
Por ser los jugadores principales y de último año, salvo el arquero que siempre formaba primero, nos teníamos que formar al último.
Ty nos había guardado el lugar y se corrió dejándonos pasar delante, me observó y luego me sonrió.
– Lo harás genial. – dijo revolviendo mi cabello. Ty la mayoría de las veces actuaba como alguien con más edad, para solamente tener 16 recién cumplidos era muy maduro.
Observé hacia el frente, comencé a moverme como sí estuviera calentando, pero la verdad era que me encontraba nervioso.
Lo único que quería era que la fila avanzará para no tener que verlos a la cara. Los podía ver de reojo, se encontraban muy sonrientes, hacían bromas, nos observaban como si fuéramos una nueva especie que recientemente habían descubierto.
Su capitán se reía y murmuraba cosas, observaba a uno por uno hasta que sus ojos se toparon conmigo quedándose callado.
Harry Baker.
El bastardo seguía igual, cuerpo tonificado, sonrisa de comercial, cabello en apariencia de despeinado... Sus ojos marrones no dejaban de escanearme, su ceño se encontraba fruncido mientras me miraba bastante obvio intentando reconocerme.
– No puede ser... – dijo llamando la atención de todos, apreté los puños hasta dejar mis nudillos blancos, su voz estaba bañada de diversión provocando que los horribles recuerdos vinieran a mí.
Las veces que me golpeó, cuando me destruyó más de un anteojo, cuando se burlaba de mí, cuando corrió el rumor que era gay y ninguna chica quería salir conmigo, la última vez que lo ví cuando me agarro el ataque de pánico...
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My Little Sky [MLS]
Teen FictionSky quiere tener una vida normal, pero no puede. Quiere experimentar tantas cosas, entre esas cosas, conocer a un chico, enamorarse y tener un amor que la consuma, que la haga olvidar por un momento el secreto que tiene... pero de nuevo: no puede. H...