capítulo extra 3

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– No era necesario que vinieras, Logan. – dijo dulcemente mientras salía del ascensor, rápidamente apresuré el paso y me coloqué a su lado, Sky me observó de reojo regalándome una sonrisa.

–  No todo gira a tu alrededor, Sky. – dije intentado lucir ofendido. – No era necesario, pero quería hacerlo, Bonita. ¿Eso es algo malo?

No sé cómo habré lucido en estos momentos, pero Sky me observó con intensidad, para luego sujetarme del cuello y darme un beso.

Sujeté su cintura para no desequilibrarme porque me había tomado por sorpresa y para cuando se separó depósito un beso en mi mandíbula.

– ¿Por qué tienes que ser así? Dices algo así y me miras con esa mirada derrite bragas y ya soy tuya.

– ¿Mirada derrite bragas? Estamos leyendo mucho últimamente, ¿eh? – pregunté divertido y las mejillas de Sky se sonrojaramos a un nivel que pensé no era posible.

– Creí... Creí que lo pensé...

– Pues creo que no, Bonita. – dije susurrando en su oído, en el proceso sujeté su cintura logrando que su espalda chocara contra mi pecho, y besé el lóbulo de su oreja. – Aquí entre nosotros, tú también tienes una mirada que derrite y revoluciona todo dentro de mí. Una sola mirada y estoy haciendo todo lo que tú me pidas.

– Vamos... Vamos a la recepción antes de que te meta al cuarto del conserje.

– No me opondría, Bonita, lo sabes. Incluso podrías enseñarme todo lo nuevo que lees.

– Oh créeme, te volverías loco. – susurró para sus adentros pero lo escuché.

– ¿Qué?

– Nada. – dijo alejándose rápidamente.

Nos encontrábamos en las vacaciones de Navidad, y para aprovechar de que estábamos de nuevo en la ciudad, Sky decidió que era bueno venir a hacerse los controles.

Nos quedamos sentados en los incómodos asientos en la sala de espera, el hospital no se encontraba abarrotado de gente como me había acostumbrado a ver, pero tampoco estaba vacío. Algunas enfermeras y doctores pasaban y cada vez que lo hacían saludaban a Sky, pero al notarme su sonrisa aumentaba provocando que un sonrojo se extendiera por mis mejillas.

En tres meses alguien podía cambiar radicalmente y eso me había ocurrido. Mi cabello se encontraba del mismo largo que lo tenía antes de someterme a la cirugía, ya no requería de las muletas para caminar, la fisioterapias sumándole al apoyo del equipo médico y los entrenadores del equipo, sirvieron de mucho para que recuperara la confianza que había perdido.

Hacia un mes aproximadamente había comenzado a jugar los partidos, al principio no me sentía cómodo pero poco a poco me fui acostumbrando, hasta darme cuenta de que me encontraba en mi zona de confianza, parecía que nunca había sufrido ese pequeño accidente y como todos decían: estaba siendo imparable.

Observé hacia Sky, seguía siendo la chica más hermosa de todas, tenía mi club de fans (pueden creerlo) en la Universidad, muchas chicas nos acosaban a los chicos y a mí, pero yo solamente tenía ojos para mi Bonita.

Sky ya no se encontraba tan delgada, había aumentado de peso, lo podía notar por la manera en que su ropa se amoldaba a sus curvas, a ella le incomodaba un poco, pero a mi me volvía loco, más de lo que ya estaba. Su rostro había vuelto a adquirir ese brillo que la caracterizaba y su cabello había crecido al igual que el mío.

Lo llevaba hasta las hombros y sí bien a Sky no le fascinaba la idea de que su cabello había quedado como el de un cepillo (sus palabras, no las mías), yo lo amaba, amaba a Sky sin importar como se encontrará.

My Little Sky [MLS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora