Me removí de nuevo en el incómodo sofá intentando darle forma para sentirme más cómodo pero era inútil, parecía que nadie se sentaba allí porque se encontraba completamente duro.
En una mano tenía sostenido un libro y con la otra, sostenía la mano de Sky que estaba a mi lado.
Se encontraba delgada, su rostro estaba pálido, las ojeras debajo de sus ojos advertía que descansaba poco, algunos morados dispersos se podían ver en sus brazos y cuello, pero no era nada de lo que preocuparse y nada que no se podía ocultar con la ropa de invierno, maquillaje o inclusive con la mentira de que era un chupón.
Cada tanto, su mano apretaba la mía hasta que la soltaba lentamente, lo hacía cada vez que le dolía la intravenosa. A veces se repetía seguido, otras, simplemente ni siquiera apretaba mi mano, pero nunca la soltaba.
La observé de reojo, su expresión era de cansancio.
La quimioterapia eran tres veces por semana, a veces los 5 días sí era muy necesario.
Todos los días, la mayoría de las veces, la acompañaba la señora Anny o el señor Nate, a veces ambos, otras venían Alex y Ty o también los dos, nunca se separaban de Sky, ni siquiera para ir a comer algo.
Pero sea quién la acompañaba, en ningún momento me separaba de su lado. Todos los días sin falta, la acompañaba sujetando su mano mientras la hora pasaba.
Lo mismo pasaba con Ethan, Lucy, Aiden y Liam esporádicamente ellos también acompañaban a Sky, pero sé quedaban afuera, más por Ethan ya que éste no soportaba ver cómo le pasaban los fármacos.
Pero después de eso siempre íbamos a comer, o cuando Sky se encontraba muy cansada, simplemente íbamos a su casa a sentarnos en el sillón a ver una película hasta que ella terminaba dormida a mi lado.
- Logan. - dijo apretando mi mano sacándome de mis pensamientos, la observé y ella me miró con lástima.
Sabía que se sentía culpable por arrastrarme a esto, pero nada de esto era su culpa, sí quería buscar a un culpable, ese era yo, porque a pesar de que quisiera alejarme siempre regresaría.
- ¿Te incómoda? - ella negó. - ¿Quieres que me vaya? - volvió a negar pero su agarre no disminuía y me estaba alarmando. - ¿Te duele?
Asintió, su frente se encontraba demasiado fruncida. - Cuéntame algo.
La quedé observando y acaricié su mejilla hasta tocar su cabello, Sky se removió incómoda pero no se apartó y lo agradecía.
Había aprendido a dejar que le tocará su cabello y a pesar de que lo odiaba (lo sabía porque lloraba por él cuando tenía fuerzas), yo lo amaba de todas las formas posibles.Había días buenos como días malos, en los malos, Sky no se soportaba, se despertaba demasiado cansada como para levantarse, otras veces, odiaba al mundo e intentaba destruir todo a su paso (su habitación era la más propensa a los ataques), y otras simplemente lloraba.
Los días malos eran los peores y más cuando se caía un poco de su cabello.
Los días buenos eran los mejores. Se levantaba con ánimos y desayunaba alegremente como si fuera el mejor día, parecía que nada le afectaba, hacía bromas y quería salir a cualquier lado a pesar de su cansancio.
- Bueno, ¿Qué quieres que te diga? - pregunté y ella se encogió de hombros, sonreí de oreja a oreja y ella frunció el ceño. - Sabes que te amo, ¿verdad?
- Sí, lo sé. ¿A qué se debe la confesión?
- Se supone que tienes que decirme lo mismo. - dije ofendido y Sky blanqueo los ojos, pero sonrió.
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My Little Sky [MLS]
Genç KurguSky quiere tener una vida normal, pero no puede. Quiere experimentar tantas cosas, entre esas cosas, conocer a un chico, enamorarse y tener un amor que la consuma, que la haga olvidar por un momento el secreto que tiene... pero de nuevo: no puede. H...