Amor sin cara [Lésbico]

Cita de trío- segunda parte

Narra Gustavo:

Por fin llegamos al parque de diversiones. Es gigante y las luces inundan el lugar. Es perfecto para traer a Eva, le fascinan las luces, aunque nunca lo haya mencionado, yo lo sé.
Y para ser sincero, a mi me fascina verla a ella.

- Bueno, a qué juego nos subimos primero?- dice Almendra interrumpiendo mis pensamientos.

- Podemos ir a la montaña rusa de allí- Eva mira hacia arriba e intento seguir el movimiento de sus ojos para encontrarme con uno de los juegos más grande del lugar.

- No le tenías miedo a las alturas?- le pregunto.

- Si, pero ustedes dos irán primero, para ver si es seguro y luego iré yo.

- Nosotros dos juntos? No lo creo- contesta Almendra.

- Por primera vez estoy de acuerdo con ella.

- Por favor, necesito saber que no se caerá y así puedo subirme a cualquier otro sin tanto miedo- y luego lanza la frase- lo harían por mi?

Almendra y yo nos miramos a los ojos, por alguna razón sé que ella también está dispuesta a hacer lo que sea por Eva.

"Vamos, bombón, no tenemos otra opción". Odio cuando hace eso con mi cabeza, cómo logra hablarme así aun es para mi un misterio.

- Vamos bombón- le digo a Eva y veo cómo Almendra me lanza una mirada de odio.

Estamos abrochándonos los cinturones y veo que Eva la está ayudando a Almendra con el suyo, mientras ríen de algo que no logro escuchar.

- Eva, puedes venir a ayudarme?- le grito y se acerca a mi.

Los celos me pueden. Es algo que no logro controlar.

El juego comienza y la verdad intento fingir el pánico que me da estar subido a él. Miro a mi compañera en esta aventura y la noto relajada, como si fuese una montaña rusa para niños. Eva no le quita los ojos de encima, hay demasiada conexión entre ellas, debo encargarme de romperla.

- Cómo les fue?- pregunta Eva exaltada.

- Una gran descarga de adrenalina-contestó Almendra.

- Si, lo mismo digo- no podía ni hablar y las manos me temblaban.

- Estas bien?- Eva se acercó a mi y me miró fijamente.

- Si, lo estoy- mentí, no quería parecer débil frente a ella.

- Nos subimos otra vez?- preguntó Almendra con aire de burla ya que sabía de mi estado.

- No!- me apresuré a decir- recorramos el lugar, veamos otras cosas.

Los tres caminamos hacia el juego que parecía más seguro. Se trataba de uno en el que si derrumbabas unos barquitos con una pistola de agua, ganabas un muñeco, generalmente eran peluches.

Compramos boletos y jugamos, Eva fue la primera en perder, así que solo quedábamos Almendra y yo. Ambos con el mismo objetivo, ganar y darle el peluche mas bello del local a Eva.

"Por mas que quieras intentarlo, no eres nadie para ella"

- Sal ya!- le grité.

Y juro que intenté con todas mis fuerzas apuntar correctamente a cada barco. Cayó uno, luego otro y otro. Una sonrisa se asomaba en mi rostro, creyéndome ya el posible ganador.

Escucho una campana y los barcos se esconden, pero no había terminado de derrumbarlos a todos, aun no...

Veo a Eva abrazando a Almendra y caigo en la cuenta de que es ella quien ganó. Me sonríe burlonamente y por dentro la quiero ahogar en un mar hasta que desaparezca. Es el ser mas detestable de este planeta.

Escoge un enorme oso rosa y se lo entrega a Eva, quien tiene los ojos abiertos de par en par, es incapaz de contener su felicidad y la abraza nuevamente.

Yo soy incapaz de contemplar esa escena un segundo mas y las interrumpo.

- Tengo hambre, vayamos por algo de comida- dije cortante.

- Suena bien, no he comido nada en horas- me confiesa Eva.

El único puesto de comida es uno que vende hamburguesas.

- Eva, no hay nada vegetariano- le digo.

- Cómo sabes que soy vegetariana?- esas son preguntas que no me gustan contestar.

- Lo mencionaste hace unos días cuando hablábamos- siempre pongo la misma excusa, lo sé, pero no hay ninguna otra que se me ocurra para salir del momento.

- Jamás te lo he dicho- su tono era serio.

Puedo notar cómo Almendra disfruta de todo esto, porque ella sabe la verdad, ella es igual a mi.

- Pide dos hamburguesas y tres gaseosas- dice Almendra salvándome, aunque seguro no lo hará gratis- tu pagas.

Por mas que no quiera, debo aceptar por haberme ayudado a cambiar de tema con Eva.

- Esta bien, ahora vuelvo.

Admito que el lugar y el cocinero no me transmiten mucha confianza, pero qué más da, muero de hambre.

Mientras Almendra y yo nos devoramos la comida, Eva se aleja y comienza a caminar un poco. Los dos la seguimos con la mirada desde nuestra mesa. Vemos que se ha acercado a la rueda de la fortuna, espero que no desee subir, no sé si lo soportaría. Cuando terminamos y nos estamos acercando a ella, está hablando con alguien que su cara me resulta muy familiar.

- Qué hace aquí Alejo?- me pregunta Almendra.

- No sé, pero lo averiguaremos.

Resulta que él trabaja aquí. Nos ofreció una vuelta gratis en la rueda de la fortuna, la cual solo Eva aceptó.

La vimos subir, y desde la altura se veía cada vez mas hermosa. Cada vez que la rueda de la fortuna estaba baja nos saludaba con la mano hasta que la perdíamos de vista, para luego aparecer nuevamente y repetir el mismo paso. Estaba feliz y se le notaba.

Mi estómago me daba vueltas y y comencé a sentir ganas de vomitar. Miré a Almendra y parecía sentirse igual que yo.

- Oh por Dios!- dijo Eva acercándose a nosotros- están verdes.

- No me siento muy bien- confesó Almendra.

- Yo tampoco me siento bien- contesté- creo.. creo que voy a vomitar.

- También yo- dijo Almendra y los dos salimos disparados.

Mientras nos alejábamos pude ver cómo se acercaba Alejo a Eva.

- Que estómagos débiles!- dijo riéndose- Eva!

Eva estaba a centímetros del suelo, pero Alejo la sujetó a tiempo.

Lo siguiente que hice fue encontrar el baño de hombres.

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Holaaaa! Como están?? Por mi parte estoy feliz! Cada vez hay más comentarios. :3
Muchas gracias a todos!
Que les pareció el capítulo? No sé ustedes, pero yo no quisiera una cita con estos dos personajes: Almendra y Gustavo, son imposibles! Jajaja

PD: faltan solo 11 votos para llegar a los 300!! Eso es increíble. Nada de esto pasaría sin ustedes. Les doy mi eterno agradecimiento :3

Son lo máximo!