La General y La Princesa mayor [GL]

Capitulo 25: Juró luchar con su vida

Li Xian y Li Zhong llegaron al muro del barraco, con la protección de una multitud de personas. Esta fue la primera vez que presenciaban el rugir del campo en plena batalla. En ese momento, Li Xian sólo estaba experimentando la punta del iceberg, pero ya le había dado un impacto sin límite. El "Don Don Don" de la batería de guerra llegó a su oído, sincronizandose con su ritmo cardíaco. El suelo debajo sus pies también estaba temblando. Los gritos de muerte viajaban por el cielo desde lejos. Hubo gritos horribles que atravesaron el sonido de las batería de guerra. Li Zhong tampoco había vivido la escena de esa forma. Sus pasos se volvieron algo tímidos.
Él era un Shizi. En el futuro, toda la gloria que el noble Pingyang tenía también pasaría a el.  Sólo necesitaba vivir con seguridad y con firmeza. No había necesidad de ponerse en peligro, Li Zhong echó un vistazo a la puerta del barraco que estaba a punto de ser bajada.

- Princesa… Iré arriba. Todos pueden quedarse aquí y proteger a la princesa.

Con eso dicho, se apuró a subir la escalera sin mirar a Li Xian otra vez.
Se arrastró por la pared del barraco. Li Xian echó un vistazo a la espalda de Li Zhong, luego volvió la cabeza para decirle a la guardia de la capital:

-Todos ustedes pueden unirse al campo de batalla. Cada fuerza extra cuenta.

-Pero … Princesa, tenemos que asegurarla.

- Que mates a los enemigos ahora será garantizar mi seguridad.

La voz de Li Xian estaba muy tranquila. Fue algo difícil de oír  en ese entorno ruido, pero aún así le dio un sentido de poder que no podía ser desobedecido por los que estaban con ella.

-¡Entendido!

El jefe de los guardias le echó un vistazo a Li Xian. En última instancia, no se atrevía a desobedecer las órdenes de la Princesa Mayor.

-Todos ustedes, síganme!

Momentos antes de que la puerta del barraco se redujera, llevó a las dos filas de guardias dirigiendose al campo de batalla.
Tras las nubes de polvo, la caballería Huna se derrumbó,  mientras se enfrentaban a las líneas de los soldados de infantería del Reino Li.

Siguiendo el sonido de gritos terribles, quién sabe cuántas vidas habían caído en esa tierra. Las gotas de sudor en la frente de Lin WanYue recorrían su cara. Su espalda estaba empapada de sudor, mientras su ropa se pegaba a ella. Ya había dos lineas vacías a su lado, pero su proceso de lanzar flechas continuó como siempre. Sus labios estaban apretados. Su expresión era inmensamente grave, y sus ojos eran tan agudos como los de un águila.
Cuando Lin Wanyue le bajó la cabeza para agarrar una flecha, sus manos temblarían como si estuvieran frías. Aún así Lin Wanyue levantó su arco negro otra vez, en ese momento sus manos temblorosas recuperaban milagrosamente la constancia que se suponía tenían que tener. Flecha tras flecha fue disparada con precisión y rápides, protegiendo a los soldados de infantería. Lin Wanyue no podía molestrase por el dolor que provenía de sus brazos. Ella nunca se permitiría parar...

Li Zhong se había arrastrado por muro de la barraca, con una expresión espantosa. Sobre todo cuando vio que los guardias que había traído de la capital, guardias de máxima calidad, fueron cortados una vez que enfrentaros las cimitarras de los hunos.
Las gotas de sudor aparecieron en la nariz de Li Zhong. Li Mu no tenía tiempo para prestar atención a Li Zhong. Miró la batalla, analizando la situación de ambas partes.

-Tío.

Li Xian que no estaba protegida por nadie, había subido al muro de la barraca. Fue a la par de Li Mu. Escuchando la voz de su sobrina, Li Mu volvió su cabeza de inmediato:

-¿Qué haces aquí arriba? Princesa, ¿por qué has venido aquí? ¡Te mandaré de vuelta!

Li Zhong fue a la par de Li Xian de inmediato. Li Xian solamente le dio una sonrisa débil. No habló. Al ver esto, Li Zhong no tenía otra opción que decir.