La General y La Princesa mayor [GL]

Capitulo 100: "Tierra de los tiernos"

Dentro de la prisión, soldados y guardias de la prisión estaban arrodillados por todo el suelo.

El prisionero huno que llevaba muchas horas muerto había sido sacado y colocado sobre una tabla de madera.

Después de una autopsia, se determinó que el huno había muerto asfixiado. También había un evidente hematoma de cuerda en su cuello ...

Toda la sala de la prisión estaba terriblemente silenciosa. Solo se oía el soplo de fuego. Las manos y las rodillas de todos estaban en el suelo. El examinador post mortem también se había hecho a un lado.

Lin Wanyue miró el cadáver en la tabla de madera. El rostro del cadáver era de un púrpura rojizo oscuro, y sus ojos se hincharon. De hecho, había sido estrangulado hasta la muerte.

-¡Muchos de ustedes lo estaban protegiendo, sin embargo, lo habían estrangulado hasta morir justo debajo de sus ojos!. ¡¿Ninguno de ustedes escuchó un solo sonido en absoluto?!

Había un tono de furia atronadora dentro de la voz de Lin Wanyue.

-Que el general cese su ira ...

-¿Había alguien sospechoso que se acercó a la sala de la cárcel?

-Ese…

-¡Cualquiera que se haya acercado a la sala de la cárcel antes!

-Hay ... hay, durante la noche de ayer. Uno de los guardaespaldas del general, Gong Boyu, había venido una vez.

-¿Mm? ¡¿Qué hizo él?!

-Él ...

La expresión del guardia de la prisión era terrible mientras miraba a Lin Feixing. Quería decir algo, pero se detuvo.

Lin Wanyue estaba furiosa una vez que vio esto. Sacó la espada corta por la cintura y con un "kapa", el cuenco de la mesa se partió en dos:

-¡Apúrate y habla!

-¡E-E-Entendido!

El guardia de la prisión se asustó hasta el punto de golpearse la cabeza contra el suelo. Se inclinó varias veces hasta que finalmente enderezó la espalda para responder:

-Gong Boyu, ha dicho que ... el General dijo que el último huno era importante. Sería malo que muriera de hambre, así que le había traído un mantou para que comiera ...

-¡Llama a Gong Boyu por mí ahora mismo! ¡No, iré yo mismo!

Lin Wanyue condujo a dos tropas de personas hacia la tienda del campamento de Gong Boyu ante la propagación del fuego. Una vez que llegó, se le informó que Gong Boyu había regresado a casa durante su período libre. Lin Wanyue llevó a su gente a marchar directamente a la propiedad de Gong Boyu.

El portero abrió las puertas mientras se frotaba el sueño de los ojos, luego Bian Kai abrió las puertas de una patada. Dos filas de soldados completamente vestidos entraron rápidamente en la residencia de Gong Boyu.

-Ey, ¿quién ... quiénes son todos ustedes!?

-¡Abre bien los malditos ojos y mira con claridad, ese es el general adjunto Lin Feixing! ¿Dónde está Gong Boyu?

El guardián se arrodilló en el suelo una vez que escuchó esto, luego gritó en voz alta:

-Este humilde ha sido ciego para no reconocer a una gran persona, nuestro maestro está durmiendo en su habitación ahora mismo. Este marcará el camino de inmediato.

El portero caminó en una pequeña carrera al frente. La expresión de Lin Wanyue era solemne mientras conducía a dos tropas cerca de su espalda. Llegaron fuera de la habitación de Gong Boyu, pero encontraron que la puerta estaba cerrada después de empujarla.