La General y La Princesa mayor [GL]

Capitulo 96: Marcas de batalla

El estruendoso y ensordecedor sonido de vítores venía de abajo. La escena estaba en ebullición; todos los soldados del reino de Li estaban levantando sus armas en el aire o golpeando juntos en grupos de tres a cinco. Esta fue la primera batalla en la cosecha de otoño de la frontera norte, ¡y fue una completa victoria!

Siete hunos fueron capturados vivos, mientras que el resto fueron completamente aniquilados. Ni una sola persona había escapado.

¡La frontera norte no había obtenido una victoria tan grande en muchos años!

Todos los que estaban en la muralla de la ciudad volvieron a bajar. Lin Wanyue miró el suelo lleno de cadáveres, en silencio durante un buen rato. Luego dio instrucciones:

-Reúna todos los cadáveres y caballos de guerra de los hunos y quémalos a todos. Organice los soldados que han caído en batalla con el proceso habitual, luego infórmeme del total de bajas.

-¡Entendido General!

-Aparte de eso… haz que esta gente común descanse apropiadamente. Envíe personas a investigar, averigüe de dónde se las llevaron. Vea si todavía tienen parientes, en cuanto a la compensación para sus familias ... Un oro para todos. Sácalos de mis feudos ...

-General, ¿qué se debe hacer con esos pocos hunos que quedaron?

Zhang Sanbao saltó antes de que Lin Wanyue pudiera abrir la boca:

-¡Por supuesto que instalaremos una plataforma en la ciudad para ejecutarlos públicamente!

Meng Nida retuvo a Zhang Sanbao apresuradamente:

-Fatty San, deja de hacer el tonto, ¿no ves que este no es el lugar para hablar?

-Enciérralos primero para mí. Recuerde esto, nadie puede decirles nada. No se permiten ni golpear ni maldecir, y deben mantenerse en espacios solitarios. No les dé tiempo para tener una conversación. Y solo debes permitirles beber agua todos los días, no les des de comer. ¿Recuerdan todo eso?

-¡Entendido!

El soldado personal se fue para cumplir sus órdenes.

El esposo y la esposa Xiang asintieron con satisfacción cuando escucharon los arreglos que Lin Feixing dio para la gente común que estaba trágicamente perdida.

En sus corazones, tenían aún más elogios hacia el modesto y virtuoso Lin Feixing.

Todos regresaron a la ciudad. Antes de pasar por las puertas de la ciudad, Li Xian llamó a Lin Feixing para que se detuviera:

-¿Podría el general Lin permitir un momento para hablar?

Lin Wanyue se detuvo en seco. Cuando los demás vieron esto, se despidieron antes de continuar caminando hacia la ciudad. Lin Wanyue se dio la vuelta para ponerse al lado de Li Xian. Las dos se miraron.

Una vez que la multitud se había alejado, Lin Wanyue abrió lentamente la boca para preguntar:

-¿Qué tiene que decir la princesa?

Li Xian miró a Lin Feixing con una mirada complicada. Después de un buen rato de silencio, respondió con una pregunta:

-¿No sabes cómo sentir el dolor?

Esta oración sin cara ni cruz tomó a Lin Wanyue con la guardia baja. Parpadeó y luego respondió:

-¿De qué está hablando la princesa?

Al ver a Lin Feixing así, Li Xian se sintió molesta. Cuando bajó de la muralla de la ciudad antes, descubrió que había una línea en el suelo formada por gotas de sangre. Con una mirada más cercana, se dio cuenta de que la prueba de sangre había goteado del pulgar derecho de Lin Feixing.