La General y La Princesa mayor [GL]

Capitulo 53: No es un adiós

Según la solicitud de Li Xian, Lin Wanyue se quedó en la capital diez días más.

Durante diez días, Lin Wanyue tuvo una experiencia completa de la extravagancia de la ciudad capital. Pero curiosamente: no tenía ningún sentimiento persistente hacia la capital. En la noche del noveno día, Lin Wanyua empacó sus cosas para su regreso al campamento militar.

Li Zhao le otorgó un hermoso caballo a Lin Wanyue, llamado: Longren.
(TN: 龙 冉 largo - dragón, ren - borde de caparazón de tortuga)

También envió un mensajero para correr la voz: que Lin Feixing cumpla el juramento como había dicho durante el banquete, para alcanzar el rango por méritos militares, para proteger firmemente la frontera.

Lin Wanyue recibió las riendas de Longren del guardia, luego hizo una reverencia.

En la mañana del décimo día, llegó el momento de partir.

Lin Wanyue llevaba su mochila a la espalda. Ella equipó su espada corta, luego montó a Longren. Dejó la ciudad de Tiandu bajo los primeros rayos del sol de la mañana.

A unas pocas millas de la ciudad, Lin Wanyue vio un carruaje de cuatro caballos estacionado al costado de la carretera oficial desde lejos.

El corazón de Lin Wanyue tembló involuntariamente. Tiró de las riendas que tenía en la mano para reducir la velocidad de Longren.

Xiao-Ci estaba de pie junto al carruaje de caballos, por lo que notó que Lin Feixing cabalgaba hacia ellos en un caballo grande y alto. Gritó emocionada al compartimiento del carruaje:

-Princesa, princesa, Lin de mil está aquí.

Al escuchar la voz de Xiao-Ci, Lin Wanyue sintió alegría en su corazón: no esperaba que Li Xian viniera a despedirla.
Estabilizó las riendas ante el carruaje de cuatro caballos de Li Xian, luego saltó del lomo del caballo. Hoy ya se había cambiado a ropa de campesina. Xiao-Ci miró a Lin Wanyue desde un lado, y lo encontró una maravilla: no es él quien se ve ordinario después de todo ...

-Princesa, más lento.

Xiao-Ci ayudó a Li Xian a bajar del carruaje de caballos con cuidado. Después de lo cual, envió una mirada al conductor del carruaje. Los dos caminaron hacia el otro lado.

Ahora estaba cerca del final del otoño y el comienzo del invierno. Li Xian vestía una capa carmesí, lo que hacía que su piel impecable pareciera aún más delicada y encantadora.

-Princesa, estás aquí.

-Estoy aquí para despedirte.

Al escuchar de nuevo el tono informal de Li Xian, el corazón de Lin Wanyue se conmovió. Ella miró directamente a Li Xian.

Li Xian sonrió suavemente, como si hubiera leído el corazón de Lin Wanyue:

-Sé que no disfrutas de las formalidades demasiado elaboradas, pero los palacios tienen costumbres que deben seguirse. Tú y yo somos los únicos aquí ahora. ¿A menos que Feixing ya no pueda verme como una amiga debido a nuestras diferencias?

Lin Wanyue negó con la cabeza, luego sonrió:

-¿Cómo podría yo, Pri ... Xian-er?

-Un invitado puede ser escoltado por mil millas, pero la despedida debe llegar al final. La capital está lejos del noroeste. Las montañas son altas y los caminos son largos; quién sabe cuándo nos volveremos a encontrar. Hoy, le regalaré este colgante de jade a Feixing. Ver este jade sería verme a mí .
Li Xian deshizo un colgante de jade de su cintura una vez que dijo eso, luego se lo regaló a Lin Wanyue.