La General y La Princesa mayor [GL]

Capitulo 69: Las flores de cerezo brillaron inesperadamente

-Todavía hace calor, maestro. ¿Prueba?

Yu Xian colocó la bandeja de pasteles sobre la mesa, haciendo un gesto para que Lin Wanyue probara.

Lin Wanyue asintió, luego extendió la mano para recoger un trozo de masa. Se lo puso en la boca y luego entrecerró los ojos con satisfacción:

- Está muy bien.

Yu Xian se veía muy feliz de recibir la afirmación de Lin Feixing. Ella dijo rápidamente:

-Si al amo le gusta, este sirviente lo hará por ti todos los días.

Al escuchar las palabras de Yu Xian, Lin Wanyue frunció el ceño. Su corazón se llenó instintivamente de una especie de rechazo, por lo que respondió con suavidad:

-No hay necesidad de eso, no soy tan gloton. Te lo diré si quiero comerlo .

Yu Xian no se sintió frustrada a pesar de que fue cortésmente rechazada; Ella sonrió agradablemente mientras miraba a Lin Wanyue, con una leve sensualidad asomando por sus ojos.

-¿Hay algo mas?

Lin Wanyue preguntó con calma.

-Oh, por favor, disculpe a esta criada.

Yu Xian salió sensatamente de la habitación de Lin Wanyue con la bandeja.

Lin Wanyue miró la puerta que Yu Xian había cerrado detrás de ella. En silencio, buscó en su pecho para sacar el colgante de jade que Li Xian le había regalado. Lo miró en la palma de su mano durante un buen rato. Ella lo agarró con fuerza, luego suspiró profundamente. Lo volvió a dejar.

Desde que Lin Wanyue se dio cuenta de sus propios sentimientos hacia Li Xian hace unos meses, cayó en un tormento irresoluble. Una diferencia de estatus como el cielo y la tierra, volteando el orden natural de los principios humanos, y ese sentido de inferioridad donde ella no se atrevía a salir de su liga; demasiadas emociones y preocupaciones se han acumulado como un montón de grandes montañas cuyo final no podía ver, ¡y eso la estaba aplastando!

Pero esos "pensamientos inapropiados" que tenía hacia Li Xian no se retiraron debido a estas "montañas". No disminuyó con el paso del tiempo. En cambio, se extendió vigorosa y desenfrenadamente, echando raíces profundas en el corazón de Lin Wanyue.

Los pensamientos que Lin Wanyue tenía hacia Li Xian se acumularon día a día. Siempre que Lin Wanyue recordaba que la boda de Li Xian se acercaba cada vez más, sentía como si su corazón estuviera siendo devorado por millones de hormigas. Este sentimiento era molesto, doloroso, y se le pegaba como una sombra.

Sin solución a este tormento, Lin Wanyue tuvo que ponerse ocupada. Aparte de los deberes diarios de las fuerzas armadas, encontraría desesperadamente cosas para hacer todos los días. Leer libros se convirtió lentamente en uno de los hábitos más importantes de Lin Wanyue.

Lin Wanyue ya había memorizado ese grueso libro de "Teoría de la guarnición de la frontera". Con la ayuda de Li Mu, incorporó gradualmente el contenido de este libro a sus estrategias. Incluso había cambiado su forma de pensar ...

Los libros eran un recurso precioso en el Reino Li. Dado que la publicación era un proceso muy difícil, un buen libro solo se podía distribuir con copias escritas a mano. El papel también era muy valioso. Aunque el padre de Lin Wanyue era maestro, solo había unos pocos rollos de bambú en casa ...

Pero las cosas son diferentes ahora. Lin Wanyue poseía mil derechos sobre la tierra en feudos, y Lin Zitu también era un experto en administrar una residencia. Teniendo en cuenta que la plata de Lin Feixing estaba disminuyendo, Lin Zitu fue a las familias de agricultores que apoyaban a Lin Feixing para recolectar primero el veinte por ciento de los feudos. Una vez terminada la cosecha de otoño, podrían entregar el setenta por ciento. Al enterarse de que podían ahorrar el diez por ciento de la cosecha, los agricultores entregaron sus cuotas con alegría. Por lo tanto, la residencia Lin podría continuar manteniendo su riqueza.