Capítulo 17

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Atención: Esta capítulo contiene violencia y escenas explícitas, se marcará su inicio y final con ⚠️

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Atención: Esta capítulo contiene violencia y escenas explícitas, se marcará su inicio y final con ⚠️.

Domingo 22 de Diciembre, En algún lugar de Londres, 11:18 am

Habían pasado horas o tal vez días desde el acontecimiento del encapuchado; apenas recordaba nada, pues en cuanto hacía memoria caía en las garras de la inconsciencia. Solo podía rescatar vagos recuerdos de lo que llevaba vivido hasta ahora.

Primero, despertó por unos escasos minutos en el maletero de lo que parecía ser un coche, el vaivén y la poca inmovilidad que poseía hizo que la claustrofobia se volviera real en mitad de aquella espesa negrura. En una de las veces en las que el coche arrancó abruptamente, su cuerpo impactó con algo sólido y afilado; sintió el escozor de la punta metálica adentrarse en su piel y hurgar dentro de ella, pero llevada por las oleadas de dolor que la invadían, cayó inconsciente poco tiempo después.

La segunda vez que recobró el sentido, fue mucho peor.

El frío desapareció del cuerpo de Gwendolyn, casi de forma inmediata en cuanto comenzó a despertar por segunda vez. La gélida temperatura a la que estaba sometida perdió su importancia cuando un ligero calor suavizó el hielo de su piel.

Apenas podía abrir los ojos, ya no tenía fuerzas para moverse o simplemente para hacer una cosa tan fácil como abrir los ojos, pero podía escuchar lo que pasaba a su alrededor.

Gotas de agua cayendo rítmicamente a su alrededor, el olor a tierra mojada invadiendo sus fosas nasales,...

Su cuerpo continuaba inmóvil y amarrado con esas gruesas cuerdas, mientras sus labios permanecían sellados. Apenas había cambiado mucho de la anterior posición; de nuevo se encontraba tumbada de lado como un trozo de carne. La dura superficie del maletero del coche había sido sustituida por una mucho más blanda, posiblemente una manta o algún colchón en desuso.

Había perdido la noción del tiempo, no sabía si era por la mañana, por la tarde o de noche. Pero podía asegurar que al menos solo había transcurrido un día desde que se encontró con el encapuchado.

Sus tripas rugían como nunca antes, podía completar la melodía junto a las gotas de agua. La garganta estaba rasposa y cada vez que tragaba saliva la arañaba por dentro.

El chirrido de una puerta oxidada interrumpió sus pensamientos. Sus sentidos se dispararon inmediatamente, el bombeo de su corazón se precipitó y no pudo hacer otra cosa, que quedarse quieta.

Una corriente de aire frío se coló e invadió la sala en la que se encontraba, su cuerpo mojado tembló inconscientemente; algo habitual en Gwen durante las horas que había pasado encerrada.

Los pasos eran lentos, serenos y pausados, escuchaba el sonido de las botas rozar contra la arena de aquel lugar y recorriendo la estancia. Expectante, tragó saliva y esperó a que se fuera, pero al parecer de nuevo su suerte estaba perdida.

Darkness: El Cisne Blanco © | #pgp2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora