Capítulo 18

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—...han pasado dos días desde que la joven ha desaparecido. Fueron horas lo que tardaron las patrullas de policía en abrir la investigación, después de que sus padres dieran la voz de alarma a las autoridades...— una femenina voz seria me arrastró de entre las profundidades de mi sueño; poco a poco comenzaba a evadirme de esa oscuridad en la que me encontraba.

—...no fue hasta la noche del 24 de Diciembre cuando los vecinos de al lado vieron actividad sospechosa en la casa de los multimillonarios Harford, al encontrarse prácticamente todas las luces encendidas de la vivienda según cuentan los vecinos— suspiré pesadamente y comencé a moverme desperezando mi adormilado cuerpo.

—...aquella noche las patrullas encontraron el cuerpo sin vida de la joven en una de las estancias de la lujosa casa. El cuerpo presentaba severas cuchilladas al igual que golpes y traumatismos en la zona craneal...— mis músculos se tensaron de inmediato al escuchar esas palabras y la respiración se cortó por varios segundos—... aún estamos pendientes del informe definitivo de la autopsia y de la nueva información sobre el presuntuoso asesino de Gwendolyn Gillian.

Me desperté.

Mis ojos se abrieron de imprevisto; enseguida, la luz atacó mi visión nublando todo lo que estaba más allá de mi nariz. Asustada por lo que acababa de escuchar me incorporé y llevé mis temblorosas manos a la cara. Notaba como mi pulso acelerado retumbaba contra las finas paredes de mis venas en las muñecas, los oídos se me taponaron con un molesto pitido procedente de algún lugar de una... ¿máquina?

Asustada, retiré las manos de mi rostro y descubrí unos pequeños cables que conectaban mis brazos con los diversos aparatos que había a mi alrededor. Sentí la sábana blanca presionar la piel de mi cuerpo y un extraño batín que cubría mi desnudez.

A estas alturas no hacía falta decir que en el lugar en el que me encontraba era el hospital.

Miré a mi alrededor, pero solo pude identificar varios aparatos más, una silla vacía a un lado de la habitación de color vainilla, la puerta cerrada al completo y las cortinas blancas ocultando mi visión al mundo. Ahora mismo, tenía muchas preguntas sin respuestas; pero la voz de la chica que me había sacado de mi plácido sueño, volvió a poner la tensión en mi sistema.

—Hasta ahora no sabemos nada acerca del posible asesino y captor que mantuvo a la joven bailarina de veintidós años oculta durante dos días hasta que fortuitamente acabó con su vida— la voz provenía de una chica esbelta de unos treinta y cinco años con cabello pelirrojo y elegante ropa en tonos arena. Las pecas se arremolinaban alrededor de la nariz y los ojos verdes de la presentadora—. De momento, les dejaré unas imágenes en memoria de Gwendolyn.

La televisión que tenía enfrente de la cama se apagó inmediatamente, antes de que siquiera pudiera ver las fotos de mi compañera de baile. La pantalla se oscureció y mi reflejo se instaló en su lugar, llevaba el pelo recogido en una desordenada trenza al lado de la que mechones castaños escapaban de ella. Notaba el cansancio sobre mí en las evidentes bolsas oscuras que estaban debajo de mis ojos cristalinos, sentía los labios secos y cortados por la falta de agua en ellos.

Darkness: El Cisne Blanco © | #pgp2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora