Capítulo 16

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Domingo 22 de Diciembre, Four Seasons Hotel, 02:38 am

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Domingo 22 de Diciembre, Four Seasons Hotel, 02:38 am

Bajo la noche estrellada y la luz marfil de la luna proyectada sobre toda la ciudad, la fiesta de la gala del ballet continuaba en su pleno apogeo.

Algunos de los invitados habían abandonado la fiesta; sin embargo, otros disfrutaban de las copas de los que se habían ido y, por lo tanto, no habían podido catar.

No obstante, en lo más alto del edificio, en la azotea, había una persona que divertirse no estaba entre sus planes aquella noche. Apoyada con brazos cansados sobre la barandilla de metal y mirando al horizonte ensimismada en sus pensamientos, estaba Gwendolyn Gillian.

Para ella, en aquel momento lo más importante y reconfortante era la suave y gélida brisa invernal que chocaba grácilmente contra su pálido rostro y elevaba tras ella las vaporosas telas de tul verde del vestido.

Además del espectáculo que algunos de los presentes estaban dando después de arrasar con los chupitos de la barra, no había nada más interesante que ver. Aunque Gwen se hubiera apartado de todos ellos, disfrutaba de la buena compañía de sus pensamientos y por supuesto, de las cinco copas de Martini que había consumido hasta el momento.

Sin embargo, con la quinta copa vacía aún en sus manos, tenía ganas de más. Miró su reflejo en las pocas gotas que quedaban en el fondo de aquel recipiente en forma de cono invertido, y lo que vió fue a una chica con los ojos verdes brillantes e inyectados en un color carmesí, debido al alcohol que recorría su cuerpo, la piel blanca como la luna y el lacio cabello azabache cayendo como una cortina sobre sus hombros desnudos.

El elaborado y ostentoso maquillaje que cubría cada centímetro de su delicada piel, estaba empezando a estropearse después de varias horas. El rojo de sus labios estaba corrido en las comisuras y había perdido su fulgor tras haber dejado atrevidas marcas en el fino filo de las copas de cristal.

Después de tantas horas, aún no podía dejar de pensar en la conversación que había escuchado en el vestíbulo del hotel. Brix Crawford se había interesado por Edine Harford, una niñata consentida por sus padres multimillonarios, a la cual más tarde se enteró de que le había ofrecido una plaza en su compañía de baile en Moscú.

Este rumor había circulado por el evento al igual que otros muchos; es el caso de los solistas, que les habían ofrecido plazas durante dos años en la compañía de la Ópera de París. Parecía que para todo el mundo había sido su noche estelar, sus carreras despegarían y se olvidarían por completo de las personas que eran antes de saltar a la fama.

Pero para el caso de Gwen no era el mismo que el de los demás integrantes de la compañía; nadie había reparado en su presencia durante el ballet y para colmo, había perdido la oportunidad de ser el Hada Lila. Frustrando las expectativas de llegar a ser alguien en ese mundo de perfección estética.

Darkness: El Cisne Blanco © | #pgp2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora