Capítulo 53

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-¿La boda será dentro de dos días!?

Alejandro estaba desayunando con Camila en el dormitorio de esta. Parecía nervioso y no le ocultó los motivos. Le preocupaba la posibilidad de que Lauren no se sintiera merecedora de ser la esposa de la princesa. Pero... ¿en dos días? Por supuesto, sabía el motivo por el que su padre había acelerado la boda. No necesitaba preguntárselo. Necesitaban establecer rapidamente las pautas medicas para un embarazo. No necesitaba mencionarlo siquiera. ¡Pero lo hizo!

-Confío en ella por completo. Así que no te entregaría a nadie más. Aunque sean dos chicas se que ambas podran conseguir la posibilidad de un hijo. Mi nieto. Por eso dejé que Nikola me convenciera de casarte con Austin. Aunque ha admitido que fue idea de Auberta, no suya. Por favor, no la culpes por eso. Quería a esa anciana como si fuera su madre. Confiaba en ella y jamás sospechó que... ninguno lo sospechamos. Pero precisamente por este motivo habríamos celebrado tan pronto tu boda con Austin. Me he comunicado con un excelente medico en Inglaterra que trabaja con embarazos con parejas que son del mismo sexo.

Camila se preguntó si podría ponerse todavía más colorada. Su padre también estaba avergonzado, pero por otra razón muy distinta.

-Si no hubiera estado tan enfadada con Lauren no te habría inquietado con Austin. -Suspiró-. Debería haberme dado cuenta desde el principio de que Lauren era la persona adecuada para ti. Le debo mucho. Me salvó la vida, ¿sabes? Y nunca la he recompensado como

merecía... hasta ahora. ¿Estás de acuerdo conmigo?

¿Le iba a permitir opinar en esa ocasión? Pese al bochorno y a la preocupación por el tema que su padre había sacado a colación, no podía evitar la emoción de saber que al final iba a conseguir lo que quería.

Asintió con timidez y Alejandro siguió muy sonriente:

-Ahora mismo están buscando el vestido de novia de tu madre. Se van a enviar las invitaciones a los nobles que deben asistir a la boda. Así que mi única preocupación es Lauren.

He intentado tranquilizarla en la medida de lo posible. Quiero que se sienta bien recibida en nuestra familia. Pero creo que necesita oírlo de tus labios para creérselo.

Aunque la noche anterior había accedido a casarse con ella, sabía muy bien que Lauren podría cambiar de opinión si lo meditaba demasiado. Claro que ese matrimonio era muy

importante para su padre, de modo que quería verlo feliz.

-Si me permites estar a solas con ella, podría invitarla a cenar.

Su padre adoptó una expresión pensativa y luego dijo:

-No veo por qué no si dentro de dos días seréis mujer y mujer. En realidad, me parece una idea excelente. Dile lo que sientes por ella, Camila.

No podía decírselo. No sin saber lo que Lauren sentía por ella. Austin solo había expresado una impresión personal al decir que era obvio que Lauren y ella se querían. Y para ella era un tema demasiado importante como para ceñirse a meras impresiones personales de terceros. Sin embargo, le diría algo, aunque solo fuera una repetición de las palabras que su padre quería que

Lauren escuchara. Que la acogían en la familia con los brazos abiertos.

Le envió la invitación, avisó a los cocineros de palacio para que prepararan una cena especial y

después lidió con las diez costureras que aparecieron llevando el vestido de novia de su madre. ¡Le quedaba como un guante! Faltaban tres horas para la cena y pasó todo ese tiempo preparándose.

Quería tomar un baño bien largo y también quería lavarse el pelo. Le preguntó a una de las doncellas si su madrastra tenía algún perfume que pudiera prestarle, y la muchacha volvió con una cesta a rebosar de frasquitos. Quería que la peinaran a la perfección. Decidirse por un vestido fue más complicado, pero al final eligió uno de sus preferidos. Un vestido de noche de seda dorada

Las reglas de la pasión - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora