Kohaku seguía obstruyendo el paso para el hanyou. Había fracasado en evitar que este la viera, pero aun la iba a proteger. Suzuka bajó de la rama y se acercó a la sacerdotisa con sus lobos alrededor. Poco a poco esta se fue deshaciendo de las serpientes caza almas. Sango sonreía mientras que lagrimas bajaban por todo su rostro, sin mencionar al pequeño Shippo, el cual lloraba con fuerza. Miroku estaba igual que Inuyasha, boquiabiertos y sin habla. ¿Qué acababa de suceder? ¿Acaso ella regresó de su época? ¿Cómo? Inuyasha llevó sus manos a su cabello jalándolo y estrujándolo sin entender.
Kagome: Kohaku, ven – el chico se acercó rápidamente y se puso en posición de ataque.
Shippo salió corriendo hacia esta, pero un fuerte golpe y un gruñido se hicieron presentes. La gata que estaba con ellos apareció de la nada evitándole el paso al zorro. El pequeño corrió hacia el monje y se escondió. La gata caminaba alerta hacia ellos, al acercarse se colocó al lado de Kagome.
Sango: Kagome, te extrañe – la mencionada no la miró en ningún momento, solo observaba al hibrido, el cual seguía sin entender nada.
Miroku: Señorita Kagome ¿acaso regresó de su época? – en ese momento el hanyou reaccionó.
Kagome: ¿Mi época? – la gata gruñía.
Inuyasha: Cierto, nos abandonó – murmuraba – Tú nos abandonaste – la miró – ¡Nos abandonaste!
Sango: ¡Inuyasha! Ella no lo hizo, mírala aquí
Inuyasha: ¡Lo hizo! –la chica lo miraba enojada – ¡Nos traicionó!
Kagome: ¡Tú me traicionaste a mí! – gritó enojada. La gata se acercaba a este y gruñía – ¿Acaso quieres hacerme ver como la mala? Aquí el que traiciono fuiste tú
No entendían nada ¿de que hablaban Inuyasha y Kagome? Si sabían que este había intentado ir a la época de la chica durante meses, pero nunca tuvo éxito, entonces ¿de que hablaba la chica? ¿Acaso ellos tuvieron razón al decir que Inuyasha le hizo algo a Kagome con Kikyo?
Sango: ¿Kikyo tuvo que ver? – el hibrido rápidamente la miró.
Inuyasha: ¿Por qué metes a Kikyo?
La exterminadora comenzaba a enojarse. A Inuyasha parecía molestarle el hecho que Kagome estuviera en el lugar por "la traición" que cometió, pero protegía y defendía de sobremanera a Kikyo. Iba a reprocharle, pero el crujir de hojas y ramas partiéndose hizo que dirigiera su mirada a otra dirección. Kagome y su hermano se retiraban del lugar.
Sango: ¡Espera! – corrió a donde ellos, pero lobos se interpusieron en su camino.
Suzuka: Lo siento, no puedes seguirlos – notó que Inuyasha brincaba por los arboles – Eso te incluye a ti – colocó su mano sobre el árbol y de pedazos de madera salían lobos, los cuales se pusieron frente a este.
Inuyasha: Aléjalos de mi
Suzuka: Déjala ir, después de todo la traicionaste – este gruñía – No te dejaré pasar
Miroku: Cuando dices "después de todo la traicionaste" ¿a qué te refieres?
Suzuka: Lo que significa, la traicionó – sonrió, pero con rapidez desapareció de estos.
Inuyasha: ¡Mocosa! – gritó.
Estos suspiraron. Entonces la que siempre estuvo a centímetros de ellos, la que Kohaku protegió hasta el último momento y la que resultó ser tan poderosa, era Kagome. Nunca estuvieron ni cerca de encontrarse con Kikyo como Inuyasha pensaba. La exterminadora sonreía por eso, siempre tuvo la esperanza que ella aparecería, pero no de esa manera, sino volviendo con ellos y ayudándolos como antes lo hacían.
ESTÁS LEYENDO
Engañados [Inuyasha]
FanfictionDesapareció sin dejar rastro. Cada uno de sus amigos se preguntaban ¿porqué tomó la decisión de irse a casa sin consultar con ellos? Muchas veces Inuyasha intentó ir a buscarla, pero por algún motivo el pozo no lo transportaba a la época donde ella...