El deseo de Shippo

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–Naraku

Todos lo miraban confundidos ¿Qué había visto Inuyasha para mencionar a ese ser tan malévolo? En sus ojos se notaba el odio que crecía y el enojo. No tenía palabras para describir lo que sentía. Había recreado la misma pesadilla de Kikyo con Kagome, y eso no lo perdonaría. Sus garras se incrustaban en la palma de su mano por la presión que hacia al cerrar el puño. Sango notó las gotas de sangre y rápidamente fue a donde este.

–¿Inuyasha?

–Naraku nos engañó

–¿A qué te refieres? – preguntaba el monje.

–La lastimó de muerte con mi apariencia, igual que Kikyo y no estuve ahí para protegerla – sus colmillos rechinaron – Naraku, maldito

Entonces, todo tenía sentido. El odio que Kagome le tenía a Inuyasha y la "traición" que había cometido hacia ella. Todo eso, fue Naraku. Sango se enojó, pero decidió mantenerse en calma, ya que el hanyou se veía peor que ella. El monje se notaba pensativo y el pequeño zorro confundido. La youkai lo observaba y notaba sinceridad en todo lo que decía.

‒No queda de otra ‒ la youkai suspiró ‒ Déjame ver tus recuerdos ‒ sin más colocó su mano en la frente del chico.

Pudo ver absolutamente todo. Desde que conoció a la chica, hasta aquel día donde decidió no volver más a intentar saltar por el pozo. No entendía bien los sentimientos del hanyou, ya que en sus visiones también se veía la sacerdotisa Kikyo, la cual debería estar muerta, pero por lo que veía, no. Al terminar el vínculo suspiró y observaba al hibrido con lágrimas en sus ojos. Ese demonio, el cual lo llamaban Naraku, lo estaba haciendo pasar por lo mismo que con su anterior amada.

‒Ese demonio quiere que odies a tus amadas, o algo planea

‒Más bien desea que la perla de Shikon se llene de odio y así quedarse con ella. La única manera que puede realizar eso es llenando de odio el corazón de la sacerdotisa encargada de la perla ‒ informó el monje.

‒Kagome ‒ la voz de la exterminadora se escuchaba rota ‒ Nunca pensé que Naraku lograría hacerla dudar de nosotros

‒Han pasado tres años, los mismos que han sido llenos de sufrimiento y odio innecesario ‒ el hanyou tenía razón, todo ese odio había sido innecesario.

‒Tenemos que buscarla y decirle la verdad ‒ la youkai negaba ante esa sugerencia de Sango.

‒Ella no los escuchará

‒Pero verá mis recuerdos por ti

‒Lo siento, eso es un problema entre ustedes, yo solo me quería divertir ‒ brincó a un árbol ‒ Adiós

‒ ¿Ahora cómo convencemos a Kagome que Inuyasha no tuvo nada que ver?

‒Encontrándola e intentándolo hasta que nos crea ‒ el chico se notaba decidido.

[...]

‒Ya estoy cansada ‒ estos suspiraban por la chica.

‒Camina sin quejas

La chica resoplaba y hacia pucheros por los comentarios de esta. Desde que aquella youkai se había metido en su cabeza solo caminaba con prisa y sin decir ni una palabra. Ni siquiera sabía en lo que pensaba o si se sentía triste o enojada. Intentó sacar juego e incluso conversación, pero nada de eso funcionó, ni siquiera en Kohaku.

‒ ¿A dónde vamos?

‒A un lugar seguro, donde la señorita Kagome se sienta cómoda. Claro que eso no nos incluye

‒ ¿Cómo que "no nos incluye"?

‒Porque solo pensaremos en querer irnos, mientras que ella se recupera

‒ ¿Recupera? ¿De qué?

‒Haces muchas preguntas ‒ el chico se limitó a seguir a la sacerdotisa, hasta que el viejo palacio se dejaba ver, algo que provoco un suspiro en el exterminador ‒. Llegamos

[...]

Los grillos cantaban dejando saber que la hora para descansar se acercaba, pero el hanyou se encontraba en la rama de algún árbol pensativo. La exterminadora, junto al zorro y al monje decidieron dejarlo solo. No sabían lo que había visto en los recuerdos de Kagome, pero de lo que estaban seguro, no fue nada bueno. Comenzaron a preparar la comida y Shippo se sentó al lado del híbrido.

‒ ¿Fue malo lo que viste? ‒ el chico sin mirar al zorro asintió y continúo observando el cielo ‒ ¿Crees que Kagome nos crea?

‒Aunque no lo haga, la obligaré. Debe creerme ¿Cómo voy a saber lo que ocurrió si "fui yo" quien la "traicionó"? ‒ suspiraba ‒ Nadie, excepto ella debe saber por lo que ocurrió antes de lo sucedido

Shippo no entendía de lo que hablaba el chico. Sus ojos comenzaron a dar vueltas, pero ignoró por completo las palabras del hanyou. Miraba de igual manera el cielo y notó una estrella fugaz. Cerró sus ojos y dijo su deseo: "Que Kagome le crea a Inuyasha y regrese con nosotros, por favor". El pequeño suspiró, ganándose la atención de Inuyasha.

‒ ¿Te sucede algo?

‒Solo deseo que Kagome vuelva con nosotros

‒Yo igual

‒Así que la quieres ‒ rio, pero el aura del chico se hizo oscura. Anuncio que debía retirarse, algo que hizo con rapidez.

‒Maldito mocoso ‒ por el aire sintió un aroma familiar ‒ Naraku ‒ estaban acercándose a ese malvado ‒ Pronto te acabaré

Engañados [Inuyasha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora