¿Qué había pasado? No entendían nada ¿De dónde salió ese odio repentino de los ojos de Kagome? Todos observaban a Inuyasha, tal vez, en busca de alguna respuesta sobre lo sucedido. Pero en este se notaba la confusión en sus ojos. El "exterminador", o como lo había llamado la sacerdotisa, forastero, estaba completamente impresionado, ni siquiera pestañeaba. Cuando el monje pasó su mano al frente de su rostro, este cambió su expresión a una llena de furia.
–¿Qué se cree esa mujer? – iba a salir corriendo del lugar, pero el hanyou lo detuvo, no iba a permitir que le hiciera daño –. ¡Suéltame!
–¡No la tocarás!
Sus amigos estaban sorprendidos, a pesar de la manera en la que le habló la seguía protegiendo. Sango sonrió por eso y lo abrazó. Inuyasha hacia fuerza para alejarla de él, pero era casi imposible, hasta que el monje intervino.
–¿Por qué creen que Kagome está así de enojada? – el pequeño zorro tenía más dudas que cualquiera.
–No lo sé, Shippo
[...]
Sus pasos eran fuertes y rápidos. Estaba furiosa por el comportamiento del híbrido. "No vuelvas a hablar así de Kagome". ¿A qué se refería con eso? ¿Acaso la estaba protegiendo? No iba a dejarse engañar nuevamente. Confió de sobremanera en él una vez, no estaba dispuesta a volverlo hacer. Después de la traición no quería volver a verlo o escucharlo.
Su hombro derecho comenzó a doler, provocando que sostuviera el área y sus ojos se cerraran de inmenso dolor. Cada vez que pensaba en Inuyasha o en su engaño este dolía. Suspiraba por tales recuerdos, si tan solo pudiera sacarlos de su mente y olvidar todo. Siguió su camino con dolor y dificultad. Al llegar a una cabaña pudo ver a Kohaku y a Suzuka jugando con un lobo, claro que este no era creado por la niña, sino que era uno real, ya que Koga se encontraba en el lugar.
–Kagome – la mencionada le sonrió al lobo.
–Koga
–Me estaba enseñando a atacar sin necesidad de los lobos – la chica sonreía. Kagome la miraba seriamente, claro que no necesito explicaciones y bajó la mirada.
–Kagome, debo irme pronto, pero volveré
–Lo siento Koga, pronto me estaré retirando de esta cabaña
–¿A dónde?
–Seguiré buscando los fragmentos
–Ten cuidado con ese maldito de Naraku, y si tienes problemas, no dudes en decirme – Kagome asintió – Nos vemos – se despidió y se fue.
–Suzuka, Kohaku... – los chicos la miraron – Nos iremos – estos asintieron sin quejas.
Las horas pasaban y se iban preparando para irse del lugar en silencio. Las hojas crujían debajo de sus pies y los suspiros se escuchaban. Kagome caminaba justamente al lado de gata, mientras que los chicos iban detrás de ellas suspirando. Esta se detuvo y los hizo mirarla.
–No estoy molesta con ninguno, pero deben darse cuenta que hicieron mal – estos asintieron.
–Pobre chicos, en sus miradas se nota la tristeza
La gata gruñía por la presencia repentina de esa mujer extraña. Se encontraba en la rama de un árbol con una sonrisa burlona. Kagome se colocó justamente al frente de los chicos, protegiéndolos. La mujer observaba los comportamientos de cada uno, pero el más que le llamaba la atención era el de la sacerdotisa.
–¿Kikyo? – los chicos observaban a la mujer con enojo – No, esa mujer debería estar muerta, entonces tú... – bajó del árbol acercándose a Kagome, pero su paso fue interrumpido por la gata. De verdad tenía mucha curiosidad referente a ella –. Tan protectora
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Engañados [Inuyasha]
FanficDesapareció sin dejar rastro. Cada uno de sus amigos se preguntaban ¿porqué tomó la decisión de irse a casa sin consultar con ellos? Muchas veces Inuyasha intentó ir a buscarla, pero por algún motivo el pozo no lo transportaba a la época donde ella...