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"P10 colóquese en la cruz"- Una voz le hablaba desde la oscuridad.
NO! ¿Quien eres?"- Exigió la pequeña, a penas tenia cinco años.
"P10 recibirá su castigo ¡Ahora!"- La pequeña cerro sus ojos apretando sus puños con fuerza cuando inesperadamente un par de brazos rodearon su cuerpo protegiéndola del acostumbrado dolor producido por la luz verde.
"¿Que?"- Susurro intentando alejarse de aquella persona, solo logrando ver unos cabellos rubios.
"Te dije que no dejaría que nada te suceda"- La voz de una mujer inundo sus oídos despertándola de inmediato.
-¿Cariño que sucede?- Su madre abrió la puerta de su habitación completamente asustada.
-Yo-yo- Solo hasta entonces descubrió que no podía hablar, sus manos temblaban y su cuerpo completamente sudado estaba paralizado.
-Cálmate cariño- Lena se acerco a ella apretándola contra su cuerpo en un fuerte abrazo, solo en ese momento las lagrimas comenzaron a llenar sus ojos y sus sollozos inundaron la habitación celeste y verde.
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-¿Como te sientes?- Robín sonrió acomodando las mantas en el sofá.
-¿Pasaste la noche aquí?- Alex se adentro en la cocina buscando el café.
-Luego de traerte no me sentía bien dejándote sola Lexi- Sonrió revisando su teléfono.
-Gracias por eso, aun no entiendo que sucedió- Se detuvo frente a la cafetera, las imágenes de sus sueños aun permanecían en su cabeza, imágenes difusas sobre una niña, una mujer ¿Volando?
-Deja eso, yo lo hare, toma una ducha y yo estaré aquí con buen café- Empujo su espalda.
-Esta bien, solo no abuses de mi cafetera, es nueva por favor, ten cuidado- Robín la empujo dentro de la habitación antes e que pudiera continuar.
-Veo que sigues siendo la misma- Una mano tapo su boca antes de que empezara a gritar, intento zafarse pero no era lo suficientemente fuerte. -No creo que te relajes pronto- La gruesa voz hablo de nuevo causando un nuevo intento de forcejeo -Sera el plan B entonces- Volteo su cuerpo sin dejar de tapar su boca y llevo su otra mano a su frente -No puedo hacer que todos tus recuerdos vuelvan pero puedo quitar ese muro en tu conciencia para que los recuperes por ti misma- El gran hombre de color presiono mas fuerte su mano en la frente de Alex, una luz inundo ese lugar cuando se desmayo.
"¿Estas bien?" Una niña vestida de blanco estaba frente a ella.
"¿Quien eres?" Alex intento acercarse solo para descubrir que no podía moverse.
"Tu sabes quien soy"- Sonrió colocando algo en su mano.
"Jamás te había visto"
"Mírame Alex, soy yo" La niña se acerco a tomar su mano "Te veré en un minuto" Le guiño un ojo antes de que una luz blanca la cegara.
-¡¿Alex?! ¡¿Alex me escuchas?!- Su primera reacción fue alejar el objeto que estaba en su nariz -Tranquila, solo era alcohol- Robín le retiro los algodones que había colocado en su nariz.
-¿Que sucedió?- Murmuro intentando incorporarse.
-Creo que te desmayaste- Tomo su mano para ayudarla.
-Lo siento, yo tuve alucinaciones muy extrañas- Presiono su sien.
-Esto es lo que te ganas cuando trabajas sin parar y no comes como es debido- Cruzo sus brazos molesta.
-Eso tiene mucho sentido- Sonrió intentando ignorar la imagen de la niña.
-Iré a prepararte algo, hazme un favor y quédate quieta- Murmuro abandonando la habitación.
Solo entonces cuando la puerta se había cerrado dejándola completamente sola fue cuando se atrevió a abrir su mano, un anillo de oro brillaba en su pálida mano con una "S" estirada a lo largo de este.
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-¿Livet?- Un hombre de traje irrumpió el departamento.
-¡Aquí!- Respondió la castaña desde su habitación.
-¿Estas bien?- Se acerco a ella rápidamente -Lena dijo que tuviste una crisis esta mañana ¿Que sucedió? ¿Necesitas un doctor? ¿Como te sientes ahora?- El hombre lucia demasiado preocupado, su mano descanso en la frente de la castaña buscando alguna anormalidad en su temperatura.
-Estoy bien Tío Lex- Tomo su mano regalándole la sonrisa mas brillante que tenia.
-Lo siento, solo me preocupa que algo te suceda- Pellizco su mejilla.
-Discúlpame por preocuparte- Suspiro con un puchero.
-Ven aquí- Lex abrazo sus hombros y dejo un beso en su cabello antes de sonreír -Eres mi sobrina favorita ¿Por quien me preocuparía tanto?
-Soy tu única sobrina- Giro sus ojos empujándolo.
-Eso es de lo que hablo, ¿Con quien dejaría a Thomas y Katie cuando tenga una cita con Layla?- Sonrió burlonamente.
-¿Tía Layla esta aquí?- Ignoro el comentario.
-Ella se quedo con los niños en el hotel, yo decidí adelantarme para verte- Acaricio su mejilla -Me tenias muy preocupado.
-Estoy bien, tengo 16 años- Sonrió.
-Tienes 15, faltan aun 3 meses para tus 16 años- Empujo su hombro sacando su teléfono -Si te sientes bien podemos ir a comer con los niños ¿Que dices?- Liv asintió -Debo atender esta llamada, prepárate- Lex Luthor beso su cabeza antes de salir por la puerta y Liv intento ignorar como todo su cuerpo se había tensado al tenerlo cerca.
-¡Liv!- Un par de gemelos corrieron a la castaña con rapidez, Liv soltó su bolso y se coloco de rodillas abriendo los brazos para ellos.
-Hola pequeños- Rio sosteniendo a ambos y elevándolos al aire.
-Nunca entenderé tu fuerza- Lex palmeo su espalda antes de acercarse y besar a la mujer detrás de los niños -Hola Señora Luthor- Sonrió.
-Hola Señor Luthor- Sonrió la pelirroja limpiando el labial de sus labios.
-Yo estoy aquí Tia Layla- Liv dejo a Katie y Thomas en el suelo levantando su mano.
-Mi sobrina favorita- Liv giro sus ojos y se acerco abrazando a la pelirroja.
-Soy la única que tienen- Layla beso su frente y abrazo sus hombros con fuerza.
-Y la única que soporta a este par- Suspiro mientras Liv observaba a los pequeños sonreír.
-Son mis pequeños- Se acerco para abrazarlos otra vez.
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-¿Que piensas hacer hoy?- Alex observo su café.
-Quiero Donuts- Frunció su ceño.
-Lexi tu odias los Donuts- Rio confundida.
-No las odio, no hoy... necesito una en este momento- Se levanto buscando su chaqueta.
-¿Que? ¿Ahora?- Alex tomo sus llaves -Oh bien, voy contigo- Ambas doctoras salieron rápidamente del departamento.
Alex prácticamente corría por las calles mientras Robín intentaba seguirle el paso ¿Desde cuando la pelirroja era tan rápida?
-¿Hace cuanto tienes una tienda de donuts a cinco cuadras de tu departamento?- Robín estaba segura de que esa tienda jamás había notado.
-No tengo idea- Murmuro adentrándose en la tienda -Necesito una con glaseado de chocolate- Dijo rápidamente entregando el dinero exacto.
-¿Habías venido aquí antes?- Robín frunció el ceño.
-Nunca- Tomo su pedido prácticamente devorándolo.
-Wow despacio tigre- La observo confundida y la tomo del hombro conduciéndolo a una mesa cuando noto muchos ojos curiosos.
-Quiero otra- Dijo tragando los últimos bocados.
-Yo creo que será mejor volver a casa Lexi- Alex fue mas rápida y volvió a la caja para pedir otro tipo de Donuts dejando el dinero exacto por segunda vez.
-¿Vienes aquí seguido?- Pregunto la chica entregándole su pedido cuando Alex desvió la mirada hacia la vidriera, una castaña estaba allí al parecer confundida juzgando por el ceño en su frente -¿Señorita?- Alex corrió afuera y se coloco frente a la castaña.
-Sam- Sonrió.
-¿Doctora Danvers?- Sam estaba sorprendida de verla allí -¿Acabas de decirme Sam?
-Si, eso hice- Siguió sonriendo con un nuevo brillo en sus ojos.
-¿Se siente bien? No la había visto sonreír así... jamás- Sam luchaba para no contagiarse de la sonrisa de la Doctora.
-Nunca me había sentido mejor, yo quiero discúlpame contigo, fui una completa idiota el otro día- Sam abrió los ojos al escuchar el vocabulario de la estricta Doctora Danvers -Hare lo que sea para compensarte.
-¿Lo que sea?- Sonrió finalmente cuando Alex asintió -¿Incluso aceptar una cita?
-¿Cuando paso por ti?- La castaña estaba completamente en shock.
-¿Que paso lo de no salir con pacientes?- Frunció el ceño, Alex de inmediato corrió dentro de la tienda y salió arrastrando a su colega.
-Sam te presento a la Doctora Gonzáles, Robín ella es tu nueva paciente- La morena se ahogo con su propia saliva -¿Cuando paso por ti?- Dijo ignorando a su mejor amiga.
-...- Sam se golpeo internamente mientras dudaba, había querido esta oportunidad desde que la conoció -Hoy mi mejor amiga tendrá una reunión en su empresa ¿Te gustaría asistir conmigo?- Sonrió.
-Por supuesto, ten- Le entrego su teléfono -Agenda tu contacto y te llamaré en una hora- Un auto negro se estaciono al lado de la castaña.
-Vinieron por mi- Murmuro marcando rápidamente su numero -¿Espero tu llamada?- Dijo insegura
-Por supuesto- Sam se subió al auto aun confundida.
-¿Que rayos Danvers? ¡¿Que hiciste?!- Robín la empujo intentando que recuperara la cordura.
-Tienes razón... no tengo que ponerme ¡Tendrás que ayudarme!- Tomo su brazo y comenzó a arrastrarla otra vez.

HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora