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Todo un equipo comandado por Alex bajo de la camioneta junto a Linda y Lena, la ojiverde llevaba un traje similar al de Alex, un arma en su cintura, mini explosivos de plomo en su muñeca izquierda y mini lámparas de luz roja en derecha, por último un neutralizador eléctrico en sus manos, definitivamente nada la tomaría por sorpresa esta vez, detrás de ella Linda llevaba solo un chaleco antibalas y un artefacto en su frente que evitaría la intromisión de Psi en su mente.
-¿No me darán un arma?- Preguntó la rubia observando lo bien preparados que estaban todos, Lena y Alex se observaron un segundo, Linda podría no recordar a Kara pero sinceramente su esencia estaba allí y si nunca le dieron un arma a Kara, no iban a darle una a Linda.
-Te protegeremos, no es necesario- Sonrió Alex tranquilizándola.
-¿Ustedes dijeron que tenía poderes, nunca me han disparado ¿Me rebotaran?- Linda observó su chaleco con curiosidad.
-Tus análisis salieron bien, aun tienes tus poderes pero no parecen estar activos, Frances cree que la parte de tu mente que está bloqueando tus recuerdos también está neutralizando tus poderes, tiene sentido te pasó antes en una pelea con Psi- Alex explico mientras Lena giraba sus ojos.
-¿Frances? ¿Quién es Frances?- Alex notó cierta curiosidad en los ojos de Linda que la hizo sonreír.
-La maníaca con el martillo- Lena no pudo evitar responder y Alex empujó su hombro.
-Su nombre es Frances y se que debes conocer su reputación pero confío plenamente en ella y sus conocimientos- Alex intentó tranquilizar a Linda pero ella no se veía desconfiada o incómoda.
-Bueno… ella tiene un doctorado en psiquiatría ¿Verdad?- Alex asintió -Entonces creo que ella sabe de lo que habla- Lena gruño en voz baja pero Alex solo podía sonreír, no había un mundo en el que Kara no creyera en Frances, un segundo después un portal se abrió frente a ellas y Barry, Killer Frost y Harley Quinn emergieron de allí.
-¿Este es el lugar?- Preguntó el arlequín armada hasta los dientes.
-Si, de aquí sale la señal- Lena sacó una tableta y se la mostró a Alex.
-Bien- Murmuró -Rodeemos el lugar, Linda mantente en la camioneta hasta que solo sea necesario, Frances, Martínez, White, Nolan y Night conmigo, Lena- La ojiverde la observó desafiante -Tú también, Barry ¿Puedes crear un perímetro de dos kilómetros?- El castaño asintió y desapareció -Killer Frost quédate aquí y mantente alerta para llamar a la caballería si algo sucede- Se acercó a ella y susurro -Mantén a salvo a mi hermana ¿Si? Si notas algo fuera de lugar llévatela de aquí- La meta humana asintió con firmeza y se colocó frente a la puerta de la camioneta.
-¿Estarás a salvo?- Linda pregunto tímidamente a la CEO que suspiro dejando la faceta de dureza por un instante.
-Todo estará bien- Sonrió -Estarás a salvo en la camioneta, el tiempo pasara rápido- Tomo su mano y la apretó -Descuida- Linda asintió y esta vez observó a Alex, no necesito hacer ninguna pregunta, la ex agente solo tuvo que ver sus ojos para saber qué decir.
-Estaré bien- Sonrió y colocó las manos en su propio chaleco para no abalanzarse hacia ella y abrazarla con fuerza -Y también cuidaré de ella, aunque no creo que tenga que hacerlo- Sonrió y movió la cabeza hacia la camioneta -Ve adentro, vendremos por ti en unos minutos- Ordenó con una sonrisa, con el tono de cualquier hermana mayor, algo que provocó otra sonrisa en la rubia.
-Está bien- Sonrió y le dio una última mirada al arlequín -Tu también mantente a salvo ¿Si?- La payasa se sorprendió y la CEO creyó ver un ligero rubor en sus mejillas, ella solo asintió y apretó su exageradamente grande martillo con fuerza.
 Linda cerró la puerta de la camioneta y suspiro observando por la ventana a las tres mujeres adentrándose al oscuro lugar, algo no estaba bien podía sentirlo.
-¿No deberían haberse comunicado con nosotras ya?- Preguntó después de unos minutos de silencio.
-Tal vez están haciendo silencio, les daré unos minutos más- Killer Frost levantó sus hombros y luego gruñó -Bien le preguntaré ¿Tú estás bien?- Linda apretaba sus puños con fuerza, por supuesto que no estaba bien, su novia o la que era su novia estaba en una misión peligrosa para salvar a su hija junto a la persona que decía ser su hermana y alguien que le importaba y no sabia por que, aun no había noticias de ninguna de ellas, Killer Frost estaba a su lado observándola con el ceño fruncido.
-Solo nerviosa- Respondió y acomodo sus lentes -¿Es normal que tarden tanto en comunicarse?- La meta humana abrió la boca para responder pero la respuesta jamás llegó, una explosión las interrumpió, Killer Frost se mantuvo alerta y estaba a punto de conducir la camioneta lejos a una zona fuera de peligro cuando Linda abrió la puerta.
 Ella corrió tan rápido que Frost ni siquiera pudo detenerla, un solo pensamiento corriendo por su mente, su cuerpo literalmente actuando por sí solo, entró por el frente del balcón deteniéndose un instante por la imagen que acababa de encontrar. Harley estaba intentando proteger a una Alex muy mal herida detrás de ella, algunos agentes estaban por el suelo, sangre saliendo de sus cuerpos, Linda ni siquiera se atrevió a adivinar si estaban muertos, Lena por otro lado estaba frente a Bob apuntándole con los lanzadores de su muñeca mientras el sostenía un cuchillo verde en el cuello de una niña... Livet.
-Te lo advierto Mon El, suelta a mi hija- La voz de la CEO era dura y amenazante mientras el castaño se veía paranoico.
-Este no era el trato ¡ESTE NO ERA EL TRATO! ¡DEBIAS TRAERME A KARA!- Gritó y sostuvo con más fuerza el fragmento sobre el cuello de la adolescente creando un hilo de sangre.
-Mamá...- Susurró la rubia llamando la atención de Lena -Está bien... todo estará bien- Sonrió y Linda sintió su corazón apretarse -Vete de aquí, llévate a mi alvari contigo, estaré bien- No lo estaría, incluso Linda lo sabia, solo quería que su familia estuviera a salvo, incluso en estas circunstancias, ese era su objetivo principal.
Algo se rompió en la pelinegra cuando las palabras salieron de su boca, Linda vio como lentamente iba bajando sus manos, sus hombros se cayeron, se estaba rindiendo.
-¡No!- Gritó la rubia antes de siquiera darse cuenta de lo que había hecho.
-¡Ima!- Liv observó a Linda como si ella colgara las estrellas en el cielo, intentó zafarse del agarre del castaño pero era imposible, sus brazos eran de acero y con la piedra aun en su cuello... jamás podría hacerlo.
-Déjala ir- Ordenó caminando lentamente hacia una Lena estupefacta.
-Al fin... la persona que quería ver- Sonrió dándole nauseas -Mi querida Kara alias Linda Lee- Liv frunció el ceño y levantó la cabeza confundida -¿No lo sabes dulzura? Ella no te recuerda, no tiene idea de que o quien diablos eres tu, no le importas en lo absoluto- Murmuró con veneno.
-¿Ima?- Preguntó insegura, sonando demasiado pequeña y aterrorizada para cualquier persona. Linda observó sus ojos azules, un color intenso, luego observó a Lena quien se mantenía congelada en su lugar observándola, esperando una respuesta, Alex y Harley Quinn a lo lejos, todos los ojos en ella... esperando.
-¿Ahora lo ves? Apuesto a que sí clavo esto en tu pequeña garganta ella no sentirá nada ¿Quieres prueba?- Acercó el cuchillo más a su cuello y Linda se adelantó.
-No lo hagas… Bob… por favor no lo hagas- Su cuerpo se congelo, no sabia que hacer, no debería estar aquí pero ahora había sangre saliendo del cuello de Livet y no podía retractarse.
-Oh mira eso, al parecer sí se preocupa por ti, tal vez podríamos hacer un intercambio- Sonrió.
-¡No!- Liv forcejeo en sus brazos -¡Ima vete de aquí! ¡Váyanse todos de aquí!- Gritó intentando golpear a Mon El.
-Lo hare, hare el intercambio si la dejas ir, solo… solo aleja ese cuchillo de su cuello por favor- Linda se acerco mas a el.
-¡Ima NO! Por favor no lo hagas, solo vete, por favor te lo ruego- Liv estaba llorando y Linda solo quería consolarla.
-Todo estará bien Livet, lo prometo- Intentó calmarla pero no funciono, Livet parecía incluso más alterada.
-¡No! ¡Siempre que me haces una promesa me abandonas!- Linda frunció el ceño -¡No puedo encontrarte y perderte otra vez! ¡No lo haré!- Liv golpeó el brazo de Mon El con fuerza y mordió su brazo con fuerza.
-¡AHH!- Mon El grito y todo sucedió demasiado rápido, en un segundo los dientes de Liv estaban en el brazo del castaño y en otro la Kryptonita se incrusto con fuerza en su cuello.
-¡NO!- Kara y Lena gritaron al mismo tiempo, un calor empezó a crecer el los ojos de la ojiazul hasta que un rayo salió y golpeó el pecho del Daxamita con fuerza lanzándolo al otro lado de la habitación dejando caer el cuerpo de la adolecente con un ruido sordo al suelo, Lena ya estaba corriendo hacia su hija tan rápido como podía.
-Todo estará bien bebe ¿Si? Solo quédate conmigo- Presiono la herida con fuerza.
 Kara las observo mientras caía de rodillas, una a una las imágenes comenzaron a llenar su cabeza, como el sol que entra por una ventana, su mente se llenó de claridad, todo tenía sentido ahora, su cuerpo comenzó a sentirse pesado y fuerte, sus recuerdos empezaron a mezclarse como si todos estuvieran intentando mostrarse al mismo tiempo, cerró los ojos y todo se amplifico, Kriptón, la tierra, Kal El, los Danvers, Alex, Midvale, Frances, National City, CatCo, un avión, una azotea, un traje, una capa, un helicóptero, un corazón acelerado, ojos verdes, una sonrisa, una ceja elevada, una oficina, un balcón, flores, un almuerzo, una gala, un secreto, una pelea, soledad, inseguridad, un viejo laboratorio, una niña, ojos azules, cicatrices, pesadillas, un nuevo propósito, un motivo más para luchar, una profecía, un sacrificio, una pelea, un libro, un destino, una nueva vida…
 Todo volvió a ella… como despertarse de una pesadilla, abrió los ojos y la pesadilla volvió a empezar, sus ojos fueron hacia la ojiverde cuya camisa y manos ahora estaban llenas de sangre de su pequeña, en un parpadeo estaba frente a ellas.
 -¿Ima?- Livet apenas lo susurro pero Kara pudo oírla, hizo un escaneo rápido de su cuerpo e intentó que sus manos dejaran de temblar, la Kryptonita ya había llegado a su torrente sanguíneo y ahora recorría todo su cuerpo.
-Puedo llevarla, puedo llevarla hasta Star Labs y podríamos- Guardo silencio, no había mucho que pudieran hacer y aún así su mente comenzó a recrear millones de escenarios en busca de algo que pudiera funcionar.
-No puedo dejar de presionar su herida- Lena sollozó devolviéndola al momento, había mucha sangre en todos lados, Mon El había cortado su yugular.
-¿Ima?- Liv volvió a murmurar y Kara observó su rostro por primera vez, se veía tan pequeña, como aquel día en que la habían encontrado, su piel estaba pálida excepto por el brillo verde que recorría sus venas.
-Estoy aquí pequeña, estoy aquí- Tomo su mano con fuerza -Quédate con nosotras ¿Si? La ayuda llegará pronto- Liv sonrió y presiono su mano suavemente.
-Estoy… cansada- Cada palabra parecía ser un gran esfuerzo para la adolescente.
-Lo sé bebé pero no cierres los ojos, tienes que estar despierta- Lena sonrió nerviosa cuando los parpadeos de Liv se hicieron más lentos.
-Ustedes… ustedes me encontraron siempre… me encuentran…- Murmuro entre respiraciones pesadas.
-Ya no hables pequeña, te estas esforzando mucho- El corazón de Kara estaba acelerado, su mano se aferró al pulso de Liv que cada segundo era más débil y sus ojos no podían dejar de ver el rostro de su pequeña ¿Como habían llegado hasta aquí? Se suponía que salvaría el mundo para todos pero aquí estaba perdiendo la razón del suyo.
-Yo… yo estoy… estoy feliz de… de tenerlas conmigo… estoy fe… feliz…feliz- Sus ojos se cerraron, Kara la observó unos segundos esperando que volvieran a abrirse cuando lo notó, su pulso había desaparecido, sus latidos se habían detenido, se había ido, fue como si hubieran arrancado todo el aire de sus pulmones, toda la compostura que había logrado mantener para Liv se acabó, sus ojos comenzaron a llorar y llevó su cabeza al pecho de Liv intentando escuchar algún sonido que sabía no estaría allí, su cuerpo se derrumbó por completo entre sollozos, esto no debería pasar, no, no, no, no ¡No!

HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora