Silas
Conduje por casi toda la ciudad tratando de liberar mi mente, tratando de comprender porque Alia quería hacer esto, queriendo calmar mis ansias de infiltrarme y matar a Asher y acabar todo esto sin que Alia deba ser lastimada.
La pantalla del auto se encendió mostrando que recibía una llamada, todas las llamadas de Alia las ignoraba, pero esta era una persona distinta. Era Fede.
Descolgué escuchándose música a todo volumen y risas.
- Hey, bro – Saludó mi eufórico amigo. Ahora siempre que lo escuchaba, me recordaba a Sam, poseen la misma euforia y carisma.
- ¿Dónde están? – sonreí deteniéndome en un semáforo.
Se escuchó a lo lejos la voz a Aurora – En el bar de Hassan pero tú que...ven y nos divertimos un poco, trae a tu chica – rio mientras la canción cambiaba y todos gritaban y vitoreaban
- No estoy de humor ahora si soy sincero – giré a la derecha cuando el semáforo se puso en verde – pero dale mis saludos a Enzo y Aurora, deben estar borrachos a esta hora.
- ¡Es mentira! – Gritó Enzo burlándose - ¡Hay barra libre, hay que aprovechar!
Sonreí parqueando el auto frente al edificio – Mejor otro día donde si estén conscientes y de paso les presento a Alia.
Aurora se burló – Tío, pero si ya la conocimos – me detuve observando la pantalla – Es bastante linda y me encantó su cabello.
- ¿Cuándo la conocieron? – enarqué las cejas desabrochando el cinturón.
- En casa de Asher, estaba tan sedada para no musitar palabra, pero ya despues fue esta mañana despues de clases – comentó Enzo un tanto serio.
Asentí – Vale. Otro día hablamos, ahora debo entrar - finalicé haciendo que los tres gritaran eufóricos y bien borrachos y luego colgaran.
Saqué las llaves y entré al edificio. Me encaminé al ascensor y presioné la tecla del piso 14. Espere a que las puertas se abrieran e inserté la tarjeta de entrada sonando las puertas al abrirse automáticamente.
A lo lejos se veía que se encontraba recargado en el ventanal observando la vista panorámica del barrio Parioli. Serví un vaso de Whisky y me acerqué a él mientras tomaba un sorbo.
- Cuando me fui comenzaban a cenar, ¿Por qué no estabas junto a Alia? – cuestionó como lo haría mi padre. Alessandro era de las pocas personas a las que más le tenía confianza y ver su preocupación por Alia y su entorno me hacía querer agradecerle siempre.
Negué – Necesitaba pensar, todo esto se ha vuelto bastante abrumador.
- Abrumador que esté comenzando la guerra entre las familias o que Alia entre a ser parte de todo nos ayude – musitó sin apartar la vista del paisaje.
Asentí – De que haga parte de esto. Es casi como un suicidio – argumenté tomando un sorbo. Alessandro a mi lado me tomó del hombro girándose a verme – Se lo que dirás
- ¿y que es? – enarco las cejas con una sonrisa divertida.
Tomé otro sorbo – Que debo mantener la calma – solté agotado
Mi amigo negó – ¿Ya probaste con escuchar las razones por las que lo hace? – me gire a verle. Tomó mi vaso dirigiéndose al mini bar – Todos debemos tener mínimamente una razón para hacer algo ¿preguntaste?
- No, pero sé que es porque se cansó de que la salve todo el tiempo – me acerque tomando el vaso que tenía hielo. Ignore ello rindiéndome ante eso y me senté.
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Mírame - #2 - Trilogía Sentidos
RomanceTodos tenemos sueños. Unos sueñan con una vida mejor, otros con tener mucho más de lo que ya tienen porque no conocen el límite entre soñar y obsesionarse. Yo tuve muchos sueños, pero ahora... Mi sueño era muy simple. Mi sueño era escapar... o morir...