Silas
Despues de las cenas desde que llegó la familia de Alia comprende en cenar y luego ir a la terraza para compartir un rato ameno todos para hablar y tomar un café. Antes de que ellos llegaran a nuestras vidas, la charla en la terraza era algo que se volvió tradición en nuestra familia despues de la cena, sin importar la estación del años, siempre buscamos la forma de reunirnos y hablar para mantenernos más unidos, a pesar de que en la cena de por sí ya hablábamos de otros temas que no fueran los negocios.
- Silas... - llamó Bill, el padre de Alia haciendo que me girara a verle, quien sostenía la mano de su esposa – ¿Alessandro te ha dado noticias de Alia? – pregunto temeroso ante mi respuesta.
A pesar de que con el paso del tiempo, la esperanza no ha flaqueado, el miedo tampoco lo ha hecho y más por el lado de que Asher le pueda hacer algo a Alia y no podamos salvarla a tiempo. Por lo pronto Alessandro, un gran amigo de la familia y parte de la tercera familia más rica de Roma logró convencer a Asher de que lo mejor era escoltar a Alia todo el tiempo y ser él quien la escoltara junto a su compañero de toda la vida, sin él, no tendríamos noticias del paradero de Alia y como se encuentra desde que la secuestró Asher.
- No demora en llamar para avisarme... - musité mirándole fijamente que sostenía con fuerza la mano de su esposa, quien temblaba levemente con los ojos cristalizados – pronto la podré sacar de allí y traerla a casa, se los prometo.
Bill cuando iba a decir algo, inmediatamente mi móvil sonó haciendo que los padres de Alia, Sam, mi hermana y yo nos quedáramos en silencio. Saque mi móvil y me disculpé alejándome de allí para poder hablar con mayor tranquilidad.
- Diga – murmuré impertérrito
Al otro lado de la línea se escuchó la voz de fondo de una mujer y luego alguien que cerró una puerta.
- No tengo buenas noticias – afirmó finalmente Alessandro.
Tragué saliva nervioso – Solo dilas – farfulle temiendo lo peor
- Alia apuñaló a mi compañero en un ataque de ira en medio de la cena – afirmó decidido haciendo que se instalara un silencio sepulcral.
Alia ¿Qué? No, ella es mi Alia. Ella jamás haría algo como eso, ella nunca se enoja y jamás en un ataque de ira haría eso, ella no lastimaría a alguien intencionalmente.
- ¿Dónde está? ¿Cómo se encuentra? – pregunté finalmente cuando pude hablar con naturalidad.
Alessandro suspiró – Se desmayó despues de apuñalarlo y tuvimos que sedarla bajo órdenes del señor Ludovico y de Asher – profirió, me devolví rápidamente donde todos se encontraban hablando tranquilos.
- No permitas que la vuelvan a sedar, ¿hace cuánto fue eso? – farfullé
- No demora en despertar, le apliqué una dosis mínima – logró articular antes de que colgara en dirección a la entrada de la casa.
Debía sacarla de allí a como diera lugar, no podía permitir que Alia sufriera más y yo siguiera aquí sentado esperando por las ordenes de mi padre. El que ella hubiera hecho algo así, significaba solo una cosa.
Sentía que no tenía nada que perder y podía estar tan desesperada como para cometer una locura.
- ¿A dónde vas, hijo? – comentó mamá deteniéndome
Revolví mi cabello con desesperación – Debo sacarla de allí, ahora
- No puedes, Silas... - comento mi padre detrás de mí – Aún no es tiempo
- ¡Tiempo para que! – grite enfurecido girándome a verlo, todos se giraron a vernos - ¡Apuñaló a uno de sus guardaespaldas en un ataque de ira en medio de la cena! ¡Puede llegar a hacer algo mucho peor en medio del desespero!
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Mírame - #2 - Trilogía Sentidos
RomanceTodos tenemos sueños. Unos sueñan con una vida mejor, otros con tener mucho más de lo que ya tienen porque no conocen el límite entre soñar y obsesionarse. Yo tuve muchos sueños, pero ahora... Mi sueño era muy simple. Mi sueño era escapar... o morir...