Prologo

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Todos tememos a algo, por más insignificante que sea; de pequeños tememos a la oscuridad y de mayores, no le tememos nunca más.

Yo por lo menos...aún le temo.

La oscuridad es el más grande monstruo que he conocido hasta el día de hoy. Tuve mucho miedo de ella cuando perdí a mi hermano y supe que quedaría ciega, a menos que consiguiera hacerme la cirugía que podría matarme, así que, mi única defensa fue dejarme cobijar por ella como un frio manto que jamás podría darme calor y del cual no había escape alguno.

Año tras año, podía hacer una lista de todo lo que anhelaba, pero siempre, inevitablemente terminaba en el mismo lugar. Impotente, triste y llena de ira escondida tras el velo infinito de la melancolía.

Y luego llego la luz a mi vida, mi esperanza que me guío en medio de la oscuridad, en medio del desastre que podía comprender mi vida y me dio lo que en muchos años no me habían dado. Felicidad.

Me enseñó a amar, a confiar, me enseñó a vivir sin temor a nada. Un futuro con Silas se convirtió en mi nuevo sueño, sin embargo, nuevamente el destino me lo quería arrebatar vilmente, pero esta vez acompañado de mí familia junto con él. Y esta vez no iba a rendirme sin dar pelea, no iba a permitir que la vida que me merecía se desvaneciera de entre mis dedos.

Esta vez, no lo permitiría, sin importar si en el camino, debía asesinarle...

Mírame - #2 - Trilogía SentidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora