XXIV

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Silas

La noche avanzaba con un sinfín de risas, bailes y presentaciones. Alia se divirtió como jamás había visto en ella y no podía estar más feliz por ello.

A lo lejos, podía ver a Camille con Stefan bailando un vals, completamente ensimismados en sus miradas como si de un reto se tratara y al final, mi hermana reía y tomaba vino acompañada de Sam que seguía sus juegos.

- Esta gala supera en un millón las anteriores – festejó Fede rodeando mi cuello con su brazos, apareciendo al otro lado Enzo.

Asintió tomando un sorbo de vino – Toda la razón. La temática fue espectacular

- Además... - prosiguió indicándome que me girara hacia la esquina superior donde una cámara grababa todo mientras reporteros entrevistaban a los invitados – seremos famosos.

Sonreí – Ya lo somos, amigo – le di una palmada en la espalda alejándome de ellos, encaminándome a donde yacía mi padre junto a Alessandro.

Al ver que me acercaba, detuvieron su charla viéndome.

- Deben retirar ya a los reporteros. No queremos armar una escena cuando todo se desate – comenté viendo a mi padre que asintió levemente y Alessandro se llevó la muñeca para arreglarse el traje.

- Franco, es hora de que se vayan los periodistas. Estad atentos, no demora en aparecer los invitados de honor

Asentí observando que se alejó al escuchar algo en su audífono y decidí colocarme el mío con sigilo.

Franco habló – Entendido. Desplegaré a los guardias para irlos retirando. Escuadrón dos, vayan a las entradas manteniendo su posición hasta nueva orden.

Caminé por el salón – Hay que estar preparados, hará una entrada dramática – afirmé escondiéndome tras las sombras de las esquinas del salón donde casi gente no había.

- ¿Cómo lo sabes? – cuestionó Franco.

Se instaló el silencio mientras observaba a Alia que bailaba con Stefan llevando un mechón rebelde del cabello de ella a su oreja – De lo contrario, no tardarían tanto en llegar. Planean algo grande.

- Ángelo... - llamó Alessandro desde algún punto del salón – es hora del brindis. Debe ser lo que esperan.

Me giré a ver a mi padre que sonrió disculpándose para tomar una copa de champagne llamando la atención de todos.

- Armas listas. No sabemos que estén preparando – continué tomando una copa del mesero que pasó por mi lado, me encaminé rápidamente a mi lugar junto a Alia y mis padres.

- Stefan, protege a Maia y las chicas, si algo sucede, ya sabes que hacer – ordenó Alessandro mientras mi padre llamó la atención de todos deteniéndose la música y todas las miradas se fijaron en él.

- Entendido – respondió mi hermano menor.

Tomé la mano de Alia, quien sonrió al verme con la mirada centelleante entrelazando nuestros dedos. Mi padre hizo tintinear una copa y todos se acallaron observándole.

Sonrió – Buenas noches a todos... - comenzó pasando la mirada por todos los presentes – muchas gracias por acompañarnos en esta gala tradicional para la familia DiCaprio – todos aplaudieron mientras mi padre se detuvo sonriendo con naturalidad.

- Un carro se acerca a la entrada principal – comentó Franco.

Observé a mi padre que mantuvo la calma y continuó – Como sabrán, esta es una fecha importante para nosotros. Es un momento de reunión y diversion para darle la bienvenida a las festividades de invierno y así mismo, la culminación del otoño. Por ello, me complace anunciar que este año he visto el crecimiento de uno de mis hijos con gran orgullo, junto a mi amada esposa Anastasia... - le señaló, quien estaba junto a mí y sonrió cuando todos aplaudieron – queremos anunciar qué prontamente, uno de mis hijos tomara el lugar como líder del imperio DiCaprio cuando cumpla los veintidós y de por culminada su carrera...

Mírame - #2 - Trilogía SentidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora