Mírame - #2 - Trilogía Sentidos

XX

Alia

Recuerdo querer morir en aquel momento. Tratar de obligar a mi cuerpo que dejara de recibir oxígeno. Mi mente gritaba en agonía mientras los recuerdos me atormentaban y mi cuerpo continuaba inerte en medio de todo aquel caos.

Así que... solo tomé una nueva bocanada de aire y continué. Caminé por la mansión mientras sentía como algo dentro de mí continuaba rompiéndose.

No podía comprender en aquel momento como algo roto, podía seguir rompiéndose y como una persona destruida, podía continuar viviendo mientras todo dentro de ella, solo era destrucción y caos...pequeños fragmentos de un ser y aun así, continuar respirando...continuar anhelando...

Por ello, la única opción que tuve, fue ir al sótano. Mientras me cambiaba en mi habitación y todo el tiempo que anduve caminando hacia allí, solo recordé.

Recordé la razón por la que estaba aquí...

Recordé porque continué con Silas...

Recordé las razones por las que quería continuar...

Y recordé la propuesta a Ángelo y el sí que musitó mientras nuestras manos se estrechaban...

- ¿Estás lista? – apareció Tyler ante mí teniéndome un arma.

Lo observé por varios segundos y asentí levemente – Completamente – mi voz se desvaneció entre el pequeño susurro que proferí... y tomé el arma.

Una semana antes...

Había sido citada en la madrugada y así se mantendrían nuestras citas con don Ángelo, hasta poder tener las fuerzas para contarle todo a Silas.

Aguardé varios minutos, hasta que llegó acompañado de un hombre que me observó cauteloso. Me levanté observándolos a ambos impertérrita.

- Hola, Alia – Don Ángelo tomó asiento frente a mí y a su lado el hombre se quedó parado analizándome. Me senté al igual que él cuando don Ángelo nos invitó a que lo imitáramos.

- ¿Él es quien me ayudará? – lo observé, quien no se inmutaba del mas mínimo gesto. Me mordí el labio nerviosa, mientras don Ángelo asintió.

- Tyler Relishow – presentó quien extendió la mano en mi dirección – Hace parte del equipo de entrenamiento de las fuerzas especiales italianas. Se encargará de entrenarte en todo lo necesario para poder infiltrarte muy bien en la mansión Ferrer – afirmó viendo su mano extendida.

Negué sin entender - No comprendo... - bajó la mano rindiéndose ante el hecho de que de pronto pudiera tomarla – solo debo aprender a usar lo que me dijo de los micrófonos y es todo ¿no?

Tyler se burló haciendo que me girara a verle - ¿Crees que solo eso es necesario para poder sacarle información a Asher? ¿Qué crees que es esto? ¿Una película? – farfulló fulminándome con la mirada.

Me encogí sonrojándome ante sus palabras – Lo siento, es solo que...

- ¿Quieres salir con vida de allí?

Asentí, aturdida por su dureza.

Don Ángelo encendió un cigarrillo – Alia, sabemos que cuando te sacaron de la mansión Ferrer, fue porque Asher estaba a punto de violarte.

Abrí los ojos como platos enderezándome - ¿Co-como...?

- Eso no interesa... - me cortó Tyler – lo importante aquí es prepararte para todo. Artes marciales o mínimamente defensa personal, a usar, armar, desarmar y cargar un arma al igual que todo tipo de herramienta que puedas usar para matar, espiar, manejar dispositivos de rastreo, todo lo necesario para que te puedas defender allí.