EL OMEGA DE LAS MELODÍAS // ⚡YooภmᎥภ⚡

꧁ 𝟙𝟚

En colaboración con Elladejung ❤

La escena que admiraban los ojos de la pequeña omega eran demasiado comprometedoras para el horario en que se encontraban, su profesor estaba en un estado muy revelador con el pantalón desabrochado, la camiseta desordenada y completamente despeinado mientras que su hermano no se quedaba atrás pues su camisa arrugada lo demostraba, su pulcro cabello negro era un desastre y sus rosados labios ahora se mostraban completamente hinchados.

— ¡Yoongi! Te dije que no lo besaras—recrimino la omega en un quejido.

Min quién aún tenía sus grandes manos en la minúscula cintura del menor, lo bajo con lentitud y le regalo una pequeña sonrisa tímida antes de contestar, si vieran el rostro del azabache ahora mismo sería el perfecto gemelo de un pequeño tomatito—No es...

—Olvídalo, no quiero detalles, esperaré en el auto y recuerda que Hyejin nos está esperando—ordenó la menor mientras salía de la estancia.

El alfa, quién mantenía su vista en la salida de su pequeña hermana sintió un pequeño cosquilleo en sus manos al sentirte el contacto del omega cerca suyo, Jimin estaba acariciando tiernamente su mano mientras lo observaba con un dejo dulzura en su rostro

Precioso, pensó Min sonrojándose aún más.

— Lo siento mucho, no fue mi intención hacer—balbuceó el mayor sin creer en sus propias palabras—No sé qué me paso.

Claro que el alfa lo sabía pero aún tenía ese atisbo de miedo y cobardía que no lo dejaba avanzar completamente.

— Hey tranquilo, ¿Si? —lo calmó el pelirosa mientras se abrochaba el pantalón con delicadeza—No es tu culpa, puedes ayudarme con el resto, ¿Por favor?

El alfa afirmo con la cabeza pero con los nervios de punta por tener la cercanía del menor nuevamente sin embargo aun así termino de ayudarlo a vestirse, un par de medias, unas zapatillas y por último una camisa a cuadros, habían sido el completo perfecto para que Yoongi mirara nuevamente al chico como un tonto enamorado.

No sabía exactamente como había actuado tan rápido con el omega, no era su lobo el que había reaccionado de tal forma en realidad había sido el mismo quien no había aguantado esa especie de atracción y simplemente se dejó llevar por la situación tentadora, los labios del omega eran una perdición, unos belfos gruesos, con sabor a naranja tan exquisitos, quería volverlos a probar pero se tendría que aguantar o terminaría comiéndose al omega.

Maldita sea atracción que sentía por aquel lindo omega.

— Hyung, yo no creo que pueda caminar—susurró avergonzado Park mientras soltaba pequeños quejidos de dolor por intentar avanzar hacia el mayor.