EL OMEGA DE LAS MELODÍAS // ⚡YooภmᎥภ⚡

꧁ 𝟚𝟛

Cuando los días parecen repetitivos
Soy el más feliz cuando te veo
Cuando cada día es diferente
Eres la persona más especial para mí
Todo está bien, ¿verdad?
No te duele nada, ¿verdad?...

TELEPATHY — BTS

Los minutos, las horas e incluso los días podrían correr a tal paso que su rastro se hacía inútilmente inalcanzable pero aún con todo ello, con el miedo a que el tiempo les gane y que el silencioso tiktok del reloj se apresuré, ambos chicos podrían asegurar que absolutamente nada sería capaz de cambiar cada precioso momento que habían tenido juntos, esa sensación, cuando después del huracán, logras sentirte vivo, completo, a salvo.

Todo aquello había sido un proceso inolvidable, donde las lágrimas y sonrisas habían formado gran parte del recorrido. Y aquel momento en que habían conseguido entregar su corazón al otro, al compartir algo más que un vínculo por medio de la marca, era un amor reciproco y tan hermoso que sería tan fácil el decir que parecía irreal. Sin embargo, algo faltaba, solo un pequeño detalle, un paso más, una minúscula acción, quizá una simple propuesta que cambiaría sus vidas de forma definitiva.

Pero por más que Yoongi había pasado largas horas pensando en la escena perfecta para aquella propuesta, ningún día lograba converse de tener el valor para hacerlo. Los días perfectos parecían inexistentes y los momentos aún más escasos, empezaba a creer que ello conocido como perfecto era tan solo producto de aquello que nosotros idealizamos como nuestro y añoramos en deseo. No obstante, cada vez que se perdía en los ojos del omega sentía que el tiempo volaba y un doloroso sentimiento se apropiaba de él, el temor de perder a Jimin, lo angustiaba y entristecía; a tal punto que su pecho inflado de valor se proponía a llevar a cabo su deseo, como si de un pequeño cachorro en vista de su primer amor se tratase.

Tal vez no era el día correcto, quizá no como lo había planeado, pero el momento en que por fin se le declararía de forma oficial a Jimin como su prometido había llegado, como una perfecta coincidencia, la cena a la que Seokjin los había invitado sería el mejor escenario para ello. Y aunque Min pensará que solo a él le carcomían los nervios, era también al de regordetas mejillas que su pulso acelerado y sus manos temblorosas demostraban su vergonzoso temor.

Había transcurrido tanto tiempo hundido en sus pensamientos, en lo ideal que debería salir lo planeado que se había olvidado el motivo principal de todo aquello. Cuando su vista cayó sobre el nervioso omega, su cerebro recapacitó conectando la preocupación que tenía el menor con el evento de la añorada noche—No tienes que tener miedo cachorro. Estoy seguro que les agradarás. Namjoon es algo torpe pero buena onda y Jin...bueno Jin es, ¿Jin?

Jimin solo rio y afirmó apreciando la preocupación del alfa—Pero no es eso lo que me tiene nervioso, Yoonie.

—¿Entonces?

El menor lo observó y dudó un poco antes de hablar. Había ciertas cosas que se reservaba para él y aunque aquello no estaba mal, sentía que si no las decía, en algún momento explotaría, cierta presión en el pecho, como un nudo retorciéndose por dentro de su cuerpo. Desde aquel día de la marca, aquella sensación había sido intensa y preocupante, tenía un mal presentimiento, demasiado angustiante para su estado pero se negaba a repetirlo en voz alta por temor a que algo ocurriera—No es nada.