Capitulo 6

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Llevaba solamente diez segundos en la pista cuando un chico apuesto se acerca por detrás para bailar. Miré de reojo al chico que bajo el efecto del alcohol me parecía ser pelirrojo, de tez blanca y bien apuesto.

-¿Puedo? -. Fue lo único que dijo, a lo que asentí y continué moviéndome al compás de la canción. Unos segundos más tarde una mano comenzó a entrar por encima de mi chaqueta roja abriéndose paso hacia uno de mis pezones. Un leve pellizco hizo que me comenzara a excitar mientras que la otra mano del chico jugaba con mi ombligo amenazando con entrar en mi pantalón. Este acto erótico se vio interrumpido cuando la canción se detuvo. Al darme la vuelta para despedirme de mi compañero de baile e ir por otra copa la sorpresa me dejó anonadado.

-Pero, ¿qué demonios? -. Pregunté levantando la voz tanto como podía para que mi compañero de baile pudiera oírme.

-Nadie puede bailar con mis empleados sin haberlo hecho yo antes-. Dijo Kai de manera tranquila. Su rostro no mostraba ninguna expresión en ese momento al contrario del mío que era evidente ver la rabia que lo envolvía.

-¿Ahora soy tu empleado? ¿Olvidaste que es mi noche libre y que vine aquí en calidad de amigo y no de "valet de chambre"? -. Estas últimas palabras las dije de manera irónica lo que provocó un cambio leve en su expresión.
-¿No me digas que no lo disfrutaste?

-Que infantil eres-. Dicho esto, me alejé de su lado y me dirigí a la salida del club.

"¿Qué diablos me sucedía? ¿Por qué estaba reaccionando así a este hombre, a este criminal?". Estas preguntas no paraban de pasarse por mi mente mientras esperaba un taxi a la salida del club. Me rostro se iluminó al ver al primero pasar por delante de mí el cual se detuvo a la primera señal de mi mano y cuando estuve a punto de montar sentí la voz que no quería oír en ese momento.

-Do, por favor, no te vallas, déjame explicarme-. Dijo, pero que no provocó ningún efecto en mí y termine de entrar al coche. Antes de cerrar la puerta lo oí decir las últimas palabras entre dientes. -Si te vas ahora, habrá consecuencias.

No quería oír más nada y le di las indicaciones al conductor de marcharse inmediatamente. Por el camino no paraba de pensar en lo que había sucedido en aquel club. Sus manos tocándome, el movimiento de su pelvis chocando con mis nalgas y su duro pecho que se sentía tan cómodo en mi espalda. Me sentí protegido mientras aquella danza ocurría a pesar de que no lo necesitaba. Había disparado y llevado a prisión a muchos criminales por lo que no necesitaba la protección de nadie. "¿Pero por qué pensaba en eso? ¿Por qué pensaba en él?" Necesitaba concentrarme en la misión y Kai lo estaba evitando. Después de una noche de descanso podría organizar mis pensamientos y planear el próximo paso que iba a dar.

Al llegar al edificio le pagué al conductor, descendí del auto y me encaminé hacia el elevador. Subí hasta el penthouse donde uno de los guardias de seguridad me abrió la puerta. Corrí a mi habitación y me tendí en la cama para intentar dormir. Se estaba tornando imposible conciliar el sueño debido a todas las cosas que pasaban por mi mente.

Cuando finalmente pensé que dormiría, un ruido fuera de mi habitación me sacó del letargo en el que estaba. Seguro era Kai; no quería verlo, por lo que decidí que era mejor no salir del cuarto y quedarme refugiado en esas cuatro paredes.

-Do-. Sentí su voz irritada al otro lado de la puerta de mi habitación. -Abre la puerta maldita sea. Me llené de valor e hice lo que me ordenaba; abrí la puerta y vi un rostro desarreglado, una cabeza despeinada y el olor etílico del pasillo me decía que estaba completamente borracho. -Tráeme un wisky a la roca a mi habitación.

-Hoy es mi día libre-. Espeté medio molesto.

-Son casi las seis de la mañana, tu día libre ya culminó -. Dijo con voz tropelosa y me dio la espalda para entrar a su habitación.

Bajé las escaleras y me dirigí hacia el bar. Comencé a preparar el wisky a la roca de manera enfadada. Maravilloso, estaba ebrio hasta caerse y quería seguir bebiendo en su habitación.

Subí las escaleras hacia las habitaciones y cuando llegué frente a la puerta de su cuarto vi que estaba a medio abrir. Cuando me disponía a tocar la puerta oí la risa de una mujer. La curiosidad me estaba matando por lo que miré de reojo por la pequeña abertura de la puerta y vi a Kai parado en el centro de la habitación. Estaba vistiendo un perfecto bóxer Calvin Klein de color negro mientras que una chica le acariciaba el torso. No me atreví a entrar, me decidí a solamente mirar aquella situación soez que se estaba llevando a cabo dentro de esa habitación.

Vi como la chica, arrodillada en el piso, le bajaba el bóxer suavemente dejando libre una inmensa erección frente a su rostro. La chica rio entre dientes y la sentí murmurar algo que no entendí. Seguramente estaba alabando el tamaño y el grosor de aquella inmensa verga que tenía delante. Lo poco que alcancé a ver me pareció hermosa y cuando dejé de mirar su erección me encontré con sus ojos. Desde el otro lado de la habitación Kai me observaba mientras la chica jugaba con su duro órgano.

No me moví, no dije nada, me quedé inerte en el pasillo donde solo podía oír el tintinear del hielo en el vaso de wisky. Lo vi coger a la chica por la cabeza y acercar su boca a su falo; ella feliz de aquella acción no lo dudó dos veces y comenzó a chupar suavemente. Kai no paraba de mirar a mis ojos mientras envolvía la larga y oscura cabellera de la chica en sus dedos y apresuraba su trabajo con ayuda de sus caderas. Lo sentí tragar seco a pesar de la distancia y del sonido que hacía la chica al tragar más y más.

De repente lo vi mirar al techo, lo que me indicó que Kai estaba llegando al éxtasis y sin más el sonido gutural de su garganta me demostró que estaba en lo correcto. Cuando bajó su mirada para tratar de encontrarse conmigo a través de la puerta ya yo no estaba. Me fui corriendo hasta mi cuarto sin el tintinear del hielo del vaso de whisky porque se había derretido.

Una vez sentado en mi cama, me di cuenta que mis manos no paraban de temblar. Me bebí el contenido del vaso de un sorbo y caí en la cama. El corazón amenazaba con salirse de mi boca y la erección que sentía entre mis piernas ya dolía.

Liberé mi erección y comencé a moverla con rapidez. Era imperativo que liberara todo de una vez. Pensé en sus manos tocándome, su inmensa verga y su torso desnudo y cuando estaba comenzando a disfrutar de mis pensamientos mi eyaculación salió disparada cayendo encima de mi abdomen desnudo, mordí mi mano libre para evitar que el sonido involuntario de mi garganta se oyera más allá de la privacidad de mi habitación. Quedé exhausto y sin darme cuenta caí dormido.

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¿Les gusta este Kyungsoo pervertido?

Solo haganme saber.

En la tarde vuelvo a actualizar otro capitulo mas. Espero que les este gustando hasta ahora como están sucediendo las cosas.

Besitos a todos mis lectores. De veras me hacen muy feliz.

Infiltrado [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora