Entre Caminantes [+18] COMPLETA ✔️

❄️ El bosque ❄️

La palpitación que produce mi cráneo es agonizante, me sofoca y me marea al momento de sentir esta punción. Mis ojos se encuentran apretados con fuerzas, al igual que mis dientes: esta mierda empieza a superar la poca paciencia que tengo en esta siniestra situación.

Al abrirlo noto una absoluta nada. La carencia de luz produce que el dolor que tengo sea contenido, poco a poco logro calmarme y recién en este instante me doy cuenta de que estaba en el suelo, tirado, sosteniendo mi cabeza con ambas manos y completamente desnudo.

«¿Qué está sucediendo? No logro entender nada».

Bajo mis brazos y me impulso con estos para levantarme del negro suelo. Confuso, empiezo a mirar a todos lados, buscando algo que me diga qué demonios estaba sucediendo, pese a claras razones no encuentro nada. La negritud se vuelve cada vez más espesa y ya no distingo el principio del final en este lugar, haciendo que mi preocupación aumente, creando en mi espalda  un sudor frío que provoca varios escalosfrios.

Escojo una dirección aleatoria y camino sin rumbo, al principio lo hago lento, analizando la extraña situación, pero al dar el siguiente paso siento un cosquilleo en mi nuca que me hace detener. No me muevo, quedo totalmente paralizado al sentir una extraña ventisca por todo mi cuerpo. Por el rodillo del ojo intento ver algún tipo de árbol o algo que me indique la salida, pero no hay nada: no hay escape.

El miedo aumenta, al igual que el bombeo de mi corazón.

Intento dar un paso más, pero algo silencioso me grita que no lo haga, algo malo estaba por pasar y lo confirmo al escuchar un susurro delicado de niña muy cerca de mi oreja, este es tan cercano que siento el aire que libera al hablar.

—Corre...

Y lo hago, tan pronto como lo escucho, salgo disparado hacia otra dirección. Corro con toda la velocidad que mi cuerpo me permite, lo hago tan rápido que siento como mis ojos lagrimean al sentir la brisa chocar con mis ojos.

Cierro mis ojos, sigo corriendo como un animal salvaje, sin frenos, temiendo lo peor, lo hago hasta que tropiezo con mis propios pies y luego caigo. Ruedo por el suelo, me golpeo todo el cuerpo, sintiendo dolor al momento de hacerlo.

Pienso que salí de este lugar. Me hago creer que ya no estoy en esta nada misma, pero al abrir los ojos sigo aquí, en esta caja negra.

Mi desesperación es tanta que de pronto, sin yo pedirlo o quererlo, un grito monstruoso sale ferozmente desde el fondo de mi garganta. Me desespero, sigo gritando hasta sacarlo todo, hasta sentir que mi garganta duele por haberla forzado.

Cuando por fin termino, me permito respirar con pesadez, con el enojo entre ceja y ceja, sintiendo que pronto volvería a estallar de furia.

Toco mi garganta, esta se encuentra seca y áspera debido al repentino grito. Cansado y frustrado, paso mi mano por mi cara, mirando hacia arriba, levantando mi mano para admirarla. Le doy un semi giro y luego toco mi rostro. Al hacer esta acción, entiendo perfectamente que algo anda muy mal.