Entre Caminantes [+18] COMPLETA ✔️

❄️ Nervios ❄️

Sucesos ocurridos el día que fueron a la comisaría del pueblo.
—

—No puedo creer que tengamos que venir con ese idiota hasta aquí, ¿qué tengo que ver yo con toda esta mierda, mamá?—me quejo y froto mis manos para recuperar el calor.

Ella me da una mirada de advertencia y el enojo se ve aclarando al momento que se acerca a mí.

—Marck, seremos una buena familia y ayudaremos a ese pobre muchacho a encontrar a la suya y....

—¿Somos una buena familia?—la interrupción de Cindy me hace soltar una risa.

—Además, las circunstancias del "cómo o por qué" lo encontramos en el bosque en plena noche son privadas, si decimos la verdad al alguacil eso nos pondrá en peligro. Los caminantes nos...

—¡Aarón, detente!—la voz de mamá lo calla de inmediato—. Sabes que no puedes decir esas palabras en voz alta y mucho menos mencionarlos a ellos.

Remarca la última palabra y finge sonreír al ver pasar gente por nuestro lado, pero esta es una sonrisa dura y llena de nervios.

Sus ojos vuelven a mí.

—Te lo advierto, Marck. Sé bueno con Kirian y hazle creer que nuestra mentira es una verdad.

Su orden no me gusta, pero la tendré que seguir, después de todo era la monarca de nuestra pequeña familia.

—Está bien, pero ese bastardo tiene algo... algo que no me gusta para nada.

—¿En serio? Pensé que era la clase de chicos que sueles frecuentar—comenta mi madre con burla para picar mi enojo

A mi lado, Aarón se tensa un poco y comienza a caminar hacia otra dirección sin decir nada.

—¿Aarón?—le sigo, pero me ignora—. ¿Dónde vas?—vuelvo a decir, aunque sigue sin hacerme caso, por lo que todos le seguimos el paso hasta dar con ese bastardo de Kirian.

La inesperada y corta caminata nos lleva hasta las casas del fondo de la calle 19, casi al principio del bosque.

Aarón detiene sus pasos al llegar a la esquina de dicha calle, justo donde el terreno vacío separa las casas del infierno mismo: El bosque Pagano.

Hay dos manchas grandes que destacan en el mar de nieve que hay en este sitio.

—Vayamos, presiento que que algo irá mal si no interrumpidos esto—nos pide mamá y su voz se escucha preocupada.

Mis dientes se aprietan con fuerza al ver a Sawyer. El rencor que siento en este momento es echado a la mierda por la preocupación de verle un líquido carmesí en su rostro.

Mi corazón se agita al verlo, las lágrimas quieren recorrer mi rostro, pero no lo permito. No ahora. El frío deja de existir, ahora es el calor el que perdura en mi cuerpo y esto me deja en shock.