—¿Entonces?
—No lo haré. Jamás lo dañaría.
—Ya lo has hecho, ¿recuerdas?
—Eso fue diferente—me defiendo, hablando con los dientes apretados, a punto de explotar en su cara.
—¿En serio?—pregunta con ironía—. Yo creo que solo lo querías tener para ti solo, pero el plan te salió mal y ahora quieres justificarte.
—Cierra la boca, Daria.
Ella ríe al conseguir mi enojo, sonríe mostrando sus afilados colmillos y arrugando su pequeña nariz en forma infantil. Si tan solo no fuera un heraldo de aquel sujeto, ya la hubiera lastimado de varias formas con tan solo pensarlo. Pero claro, ella es especial, no la pueden tocar. Es una perra que pertenece a la bestia.
—¡Oye, no me llames “perra”!—grita ofendida, levantándose del pequeño trono hecho con un pedazo de tronco antiguo que había caído hace siglos atrás.
Da dos pasos a mí, mirándome con sus cuatro ojos amarillos, con sus pupilas de gato bien dilatadas, soltando gruñidos y maldiciendo en su cabeza.
«Es una pena, pero no puedes maldecir a alguien ya maldito».
—Lo haré cuando dejes de meterte en mi cabeza y en mi vida, perra estúpida.
Vuelvo a marcar el insulto con una intención cómica, sin miedo a cuáles podrían ser las peligrosas consecuencias.
Daria da dos pasos más, casi llegando a mi lugar.
Doy un paso hacia atrás, pero no para retroceder, sino para acomodarme en una posición que me ayude a atacar. Porque sé que su golpe no tardaría en llegar, puedo ver desde aquí sus cabellos erizados. Su mirada me lanzan miles de cuchillos mortales y apenas consigo reaccionar cuando salta de un brinco a mí para atacarme con ferocidad.
Por poco la perra logra darme un buen corte con las enormes garras que han aparecido en sus manos en segundos. Gracias a que la esquivo justo a tiempo, moviéndome hacia la izquierda y dando varios pasos hacia atrás para alejarme lo más posible.
Si hablamos de quién es más fuerte físicamente, gana la perra de Daria solo por tener sangre de demonio, pero soy más rápido y aún conservo los poderes de mi padre, lo cual me da cierta ventaja; aunque no la suficiente.
Daria da otro gruñido, uno más alto, más feroz. Sus colmillos ya han crecido, los de arriba tocan su labio de arriba dándole una apariencia terrorífica. Incluso su piel se ha vuelto más roja, su cabello está creciendo y poco a poco le va llegando a los hombros, mientras su estatura también sufre la modificación.
Cada vez se va acercando a su verdadera forma demoníaca.
«Sí que me he metido en un gran problema y solo por un maldito insulto. Aarón, eres un puto genio».
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Entre Caminantes [+18] COMPLETA ✔️
خيال (فانتازيا)Estás a punto de entrar a tu peor pesadilla, así que ten cuidado y no te fíes de nadie. No olvides que solo hay una forma de salir de aquí y es siendo un sacrificio para la Bestia, el demonio que maldijo el pueblo. La locura en este sitio es de lo...