Una alegría, una tristeza y una doble sorpresa

1.4K 136 20
                                    


POV Regina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

POV Regina

En cuanto entré en aquel mundo sombrío y desconocido, no me importo nada más a no ser correr hacia mi rubia, el amor de mi vida, y arrancarla de allí...En ese momento, el frío extremo no me afectó, las figuras encapuchadas que pasaban por mi lado susurrando y gimiendo me eran indiferentes, así como también lo era la apariencia negra y agónica de aquel limbo aterrador. Me llené de todo el coraje que pude reunir y corrí hasta ella, que estaba caída en el suelo pálida, débil y muy helada. Gold tenía razón cuando dijo que cada minuto de atraso era peligroso para la vida de Emma...En aquel instante maldije a Hook más de lo que lo había maldecido por el acto inconsecuente cometido un días atrás. El precio podía ser alto: la vida de Emma. Aparté rápidamente el pensamiento pues no había tiempo para eso...Toda la prioridad de mi misión era llevar a Emma de vuelta a casa, ¡y era eso lo que iba a hacer!

POV Emma

Darme cuenta de que era Regina la que estaba delante de mí, mirándome con ojos llenos de lágrimas, fue un bálsamo para mis dolores, miedos y heridas. Yo la reconocería en cualquier lugar de este mundo, hasta incluso en los mundos sombríos de los muertos y con la visión totalmente turbia como la tenía ahora. Todo lo que quería desde que pisé este mundo era ver su lindo rostro y poder mirarla a los ojos una vez más, aunque fuera la última...

POV narrador

Regina se estremeció al sentir a Emma en sus brazos, no solo por la emoción de estar finalmente con ella, sino por el escalofrío que le traspasó la espina al sentir a la rubia tan helada y temblando. El frío intenso del Valle de las Sombras la estaba, literalmente, matando poco a poco. Se desesperó al notar a la rubia tan abatida, helada, debilitada, con los labios morados, profundas ojeras y manos entumecidas.

˗Emma, amor...Vamos...Necesito que te levantes y te apoyes en mí...Nuestra magia no funciona en este mundo...Tenemos que pasar por las puertas doradas rápidamente, solo se cerrarán cuando las atraviese contigo...˗dijo temblando

Emma hizo un esfuerzo enorme para mantener los ojos entreabiertos y conseguir balbucear. Su debilidad se estaba extendiendo por su cuerpo y sentía que en cualquier momento podría desfallecer.

˗Regina...No puedo...Mis piernas no me obedecen...Tengo tanto frío...˗una lágrima resbalaba por su rostro.

˗¡Sí, sí puedes! ¡Sé que tienes frío y estás sufriendo, pero no voy a regresar sin ti, ni lo pienses! ˗dijo la morena en tono alto, dejando que el llanto corriera libremente.

˗Escucha, mi amor...˗con mucho esfuerzo, Emma consiguió apretar las dos manos de Regina entre las suyas y la miró profundamente a los ojos. Su respiración estaba cada vez más entrecortada, el corazón le latía más débil y la voz le salía en un susurro. Emma estaba muriendo ˗Yo...˗tosió ˗Estoy muy débil...Creo que ya es demasiado tarde para mí. ¡Tú tienes que regresar! Tienes que volver, Regina, puedo ver que la puerta dorada se ha estrechado...˗Y era verdad, Regina miró hacia atrás y comprobó, asustada, que el círculo dorado se estaba cerrado poco a poco. La respiración de la morena empezó a acelerarse, de desesperación y de frío ˗Tienes que pasar antes de que se cierre, pues creo que si yo muero, se cerrará y desaparecerá y tú te quedarás aquí dentro y también morirás. ¡Por favor, eso no puede suceder! ¡Vete, Regina!

Dulces deseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora