-Pensé que sería recepcionista, creo que hubo un error.
-No hubo ningún error, me dice Ana, pensé que when te llamaran has clear you, ¿no te explicaron? . La entrevista fue para recepcionista, pero el ingeniero decidió a última hora que prefería escoger a alguien de las entrevistadas para este puesto, se me hizo extraño, pero conociendo lo perfeccionista que es, estaba segura que si no le convencía nadie, no la contrataría, y aquí estás, por eso Nicole quería sacarte los ojos, ella lo había solicitado, y en cambio, te eligió a ti sobre ella.
No podía creer lo que estaba pasando, me quedé muda, y Ana prosiguió.
-El ingeniero llega a las 8 en punto, pero tu debes estar aquí media hora antes más tardará para ponerte al día con su agenda y el papeleo. No pongas esa cara linda, yo te ayudaré en todo, aún recuerdo lo difícil que fué para mi aprender a prueba y error todo, así que no me iré hasta que vea que tu puedes, pero no te tardes mucho, ya quiero irme de vacasiónes , me dice guiñandome un ojo. Le sonreí de vuelta, si así eran las cosas por supuesto que podría, no perdería esta oportunidad, aunque me temblaban las piernas por todo esto. Tomé aire, y decidida respondí:
-Claro que sí, daré lo mejor de mi, aprendo rápido, lo prometo.
Ana me sonrió y me indicó que la siguiera a una de las puertas, que daba a un pequeño cuartito, con una pequeña cocina, y un minicomedor de dos sillas.
-Me temo que pocas veces tendrás tiempo de salir a comer fuera, así que aquí podrías comer lo que pidas o decidas traer de la cafetería y la ventaja es que al ingeniero le gusta su propio café, me dijo señalando un bote grande, a un lado de la cafetera, por las mañanas cuando llegue lo primero es llevarle de este y comunicarle su agenda. Por la tarde como a las 4, le llevas otro pero de estos señalando unas pequeñas capsulas de café.
Preparó una tasa del café matutino, agregando tres cucharaditas de azúcar, indicandome que exactamente así le gusta.
-Vámos a llevárselo y presentartelo, que hoy llegó más temprano. Tomó el café y mis nervios regresaron.
Tocó la puerta de cristal, escuchamos un adelante con voz profunda y pasamos a la oficina. El presidente estaba de espaldas en su silla, di unos pasos y me quedé parada, Ana puso el café en el escritorio, di un vistazo rápido al lugar, el escritorio era grande de madera oscura, de frente un gran ventanal que daba una vista espectacular de la gran ciudad, dos sillas frente al escritorio, a la derecha un enorme librero con pocas decoraciónes y muchos libros perfectamente ordenados, detrás de mi ya un lado de la puerta un gran sillón de apariencia cómoda, y some cuadros que no alcansé a observar porque la silla se giró y el alma se me fué a los pies al ver al pelinegro, mirándome con gesto serio y mirada profunda.
-Señor Driver, dijo Ana sacándome de golpe del estado en el que me falló, le presento a Carmen Logan su nueva asistente.
-Mucho gusto señorita Logan, dijo con una sonrisa de lado, extendiéndome su mano.
-El gusto es mio señor Driver, contesté tratando de poner voz segura y estrechando su mano, la mía entre la suya, se miraba diminuta.
-Ana podrías dejarnos unos minutos, dijo sin quitarme los ojos de encima.
-Si señor. Ana salió lanzándome una mirada tranquilizadora, que no funcionó en absoluto.
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Destinados
RomanceDivorciada, escapando, llego a Nueva York con la firme desicion de salir adelante, demostrarme a mi misma que puedo con todo. El destino me tiene preparado un reencuentro inesperado con un amor que creía olvidado. Aunque mi pasado me persiga no me d...