Divorciada, escapando, llego a Nueva York con la firme desicion de salir adelante, demostrarme a mi misma que puedo con todo. El destino me tiene preparado un reencuentro inesperado con un amor que creía olvidado. Aunque mi pasado me persiga no me d...
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--Adam--
La mañana transcurre tranquila, me agrada demasiado ver ir y venir a Carmen por la oficina, no me puedo resistir y observo sus hermosas piernas y su meneo de caderas, su perfecto trasero me provoca muchas sensaciones cuando se inclina sobre el escritorio me parece tan sexy y ni siquiera se lo propone. No había notado que se pone gafas para usar la computadora, la primera ves , me quedé atónito, me recordó a mi flaquita bella que solía observar de lejos. Como el día que el tarado de Justin se sentó con ella en la cafetería de la escuela y platicaban alegremente. Yo estaba sentado con la chica más sexy de la escuela , y solo podía verla a ella a unos metros de nosotros , sonriéndole a Justin ¿porqué le sonreía?
Al salir me escape de mis amigos, y me aserqué a ella en el pasillo.
-Estabas muy simpática con Justin ¿que cosas tan divertidas te decía?-ella me mira con ojos de sorpresa y confusión, arruga el ceño y me dice.
-No te importa con quien hable, ni que me haga sonreír, tú fuiste el que no quisiste ser mi amigo, como no encajaba en tu querido grupo me hiciste a un lado. Así que no tienes nada que decirme.
-No me importa, tienes razón. Puedes estar con quien quieras yo solo decía.
-Ok
-Ok
-Ya puedes irte a seguir a Nataly como perrito faldero, ¿que esperas?.
Y lo hice , me aleje.
¿Que hubiera pasado, si no hubiera descuidado su amistad?, tal vez mi vida hubiera sido muy distinta, ya no lo sabré.
-Carmen-
Casi a la hora del almuerzo, entra a la oficina una chica morena , de cabello castaño oscuro y largo , con un vestido ajustado. Me mira de paso, informando que viene a ver a Adam y ni tiempo me da de pararme cuando entra a la oficina , corre y sin descaro alguno se sienta en las piernas de él, tomándolo por sorpresa y plantándole un beso apasionado. Me quedo parada en la puerta sin saber que hacer, sintiendo algo muy raro aprisionandome el pecho.
-Mi precioso , estoy muy enojada contigo. ¿Porqué no me has contestado las llamadas y mensajes?, hace mucho que no salimos, vengo a que me invites a comer.
Adam me mira incómodo, y es entonces cuando reacciono , salgo cerrando la puerta. Me siento en mi escritorio, centrando mi atención en los papeles que tengo enfrente y no levanto la vista de nuevo. Claro que tenía novia, como alguien como el, iba a estar solo, pero no debería importarme o si?
Momentos después salen de la oficina, la chica va colgada de su brazo.
-Vuelvo en un par de horas, aprovecha y come tu también. Me dice sin mirarme con expresión seria.
No contesto nada, siento un remolino de emociones al verlo salir. Termino lo que hago y salgo a la cafetería con la intención de subir a comer al comedorsito.