--Adam--
Llegamos al restaurante, el esposo de Ana y yo, seguimos a las mujeres al entrar , lo que me deja observar sin disimulo lo hermosa que se ve Carmen, me merecía que me reclamara aun de forma suave como lo hizo, por no hablarle a mis padres, soy demasiado orgulloso para pedir perdón, aún sabiendo que yo fui el malo de la película con ellos, y me siento un cobarde por eso. Nos pasan al área que reserve, algo privado con una vista hermosa, pido un buen vino para brindar y elegimos el menú. Ana y su esposo son muy platicadores, Carmen aún con su timidez tiene una habilidad para saber llevar una buena conversación, sin tener que hablar demasiado.
La velada es agradable, comemos tranquilamente y se que me quedo embobado mirando a Carmen sonreír y comer, porque Ana me observa levantando una ceja disimuladamente, pero es que había olvidado la forma que tiene de comer, como si disfrutara cada bocado, y siento algo cálido al verla sonreír. Para el postre pedí un pastel sorpresa, que Ana muy sorprendida y feliz agradece.
-Que les parece si nos llevamos esta delicia a mi casa, y lo comemos tranquilamente en mi sala con un poco de café. Nos dice Ana.
-O con esa botella de vino que guarde para la ocasión , agrega su esposo sonriendo.
Carmen me ve como preguntándome que pienso.
-Si te parece bien a ti, yo creo que es un buen plan.
-Me parece bien , a mi también me dice con una sonrisa.
Ya en casa de Ana , nos presenta a su hija que nos recibe con un bebe en brazos.
-¿Qué ocurre? ¿porque no se ha dormido? la cuestiona Ana y ella le responde.
-No se que le ocurre no quiere hacerlo, no parece tener nada malo, ya lo cheque bien, solo quiere desvelarse esta noche mi travieso.
Carmen se acerca al bebe inmediatamente y pide cargarlo, recordé que a ella siempre le gustaron los bebes, y el parece saberlo porque le sonríe enseñándole los único dos dientes que tiene, y se agarra de su vestido con sus manitas regordetas.
Nos sentamos mientras Ana y su hija, van por platos y café para Carmen que no quiso más vino. Ella pasea de aquí para halla con el bebe en brazos , sonriéndole y hablándole con cariños, yo la observo y me pregunto si tendrá hijos, no los ha mencionado, pero hasta hace unas horas comentó que estaba divorciada porque salió en la conversación, así que bien podría ya ser madre, se ve hermosa de mama. Me quedo pensando, porque se divorciaría, como es que siendo como ella es, su matrimonio no duró.
Me encontraba en medio de esas cavilaciones , cuando Ana habló.
-Que bien te ves de mama, a mi nieto no le gusta quedarse con cualquiera, y mira lo tienes embobado, tienes buena mano con los niños.
-¿Tienes hijos?, esta ves es su hija la que pregunta.
Carmen pierde su sonrisa, pero trata de disimularlo cuando responde.
-No tengo hijos aún, pero eso quisiera algún día si se da, eso espero al menos. Dice sentándose junto a mi en el sillón. Y la parte egoísta dentro de mi se alegra de que nada la una a ese moreno de sonrisa socarrona.
-Así será ya veras , le dice Ana.
-Yo batallé mucho para embarazarme, dice Karla la mama -tuve dos embarazos fallidos, fueron tiempos difíciles, hasta que por fin llego mi tesoro a nuestras vidas.
-Yo también perdí un bebe dice Carmen con cara triste, pero se compone rápidamente, creo que el tener al bebe en sus brazos la iso soltar esa revelación sin pensarlo. Algo dentro de mi se rompe al escucharla, y se exactamente o algo parecido, como se sienten ambas. Recuerdo lo acontecido años atrás.
Mi matrimonio no estaba nada bien, toda nuestra cercanía se limitaba al sexo. Pero ya estaba ahí, así que hacia lo que podía.
Un día llegué a casa, Nataly estaba acostada , trate de quitarle la ropa y pasar un rato agradable con ella, pero me paró diciéndome.
-Lo siento querido pero no podré tener sexo contigo al menos en un mes, recomendación del doctor. Me senté en la cama sorprendido.
-¿Por qué? ¿Que te pasó? ¿Estás enferma?
-No es eso, no te preocupes, es que me hice un legrado esta mañana, iba a decírtelo pero te fuiste muy temprano y no le dí mucha importancia.
-¿Qué quieres decir con que te hiciste un legrado?
-Creo que me salté una pastilla, y descubrí hace unos días que me quede embarazada, y como no está en mis planes ponerme gorda aún saqué la cita inmediatamente. Ya sabes yo no estoy para esas responsabilidades.
No podía creer lo que estaba escuchando, estaba en shock como era posible que hablara así.
-Y no se te ocurrió que yo también tenía derecho a decidir sobre esa vida, era mi hijo.
-No te equivoques, es mi cuerpo y yo decido sobre el, soy muy joven aún y no quiero hijos, no quiero esa responsabilidad, no quiero amarrarme. ¿Tienes una idea de lo que cuesta recuperar la figura? olvídalo, y no te pongas en ese plan que no es para tanto.
Estaba furioso , esa fue la gota que derramó el baso, se que es su cuerpo y sus decisiones, pero ni siquiera pensó en consultármelo, y manejo todo tan fríamente. Al día siguiente me fuí de la casa y solicité el divorcio.
Regreso a la realidad, cuando me ofrecen un trozo de pastel, volteo a ver que el bebe se ha quedado dormido, pegado al pecho de Carmen. Le pasa el bebe a su madre y toma su plato.
Casi a las 10 , después de mucha más platica, nos despedimos de todos, Carmen agradece a Ana toda la ayuda y ella le responde que la llame si la necesita.
Después de agradecer por todo a Ana y reafirmarle que cuenta con migo si algún día me necesita, nos retiramos.
Regresamos en silencio, es agradable estar con alguien y sentirte en paz. Al llegar al edificio nos damos las buenas noches y la veo entrar. No estoy seguro que merezca que una persona como ella regrese a mi vida, aunque sea solo así, pero por el momento es como una luz en la oscuridad.
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Destinados
RomanceDivorciada, escapando, llego a Nueva York con la firme desicion de salir adelante, demostrarme a mi misma que puedo con todo. El destino me tiene preparado un reencuentro inesperado con un amor que creía olvidado. Aunque mi pasado me persiga no me d...