El sábado por la noche estaba ya lista, un poco nerviosa. Me puse un vestido negro , sin mangas, cuello redondo, entallado , a la rodilla, de tela suave y satinada. Aretes y anillo color turquesa uno de mis colores favoritos . Zapatillas y bolso negro. Rose recogió mi cabello en un moño sencillo.
Puntualmente tocaron mi timbre, me despedí de Jhon y Rose y baje a la calle. Esta ves no era Thomas quien me esperaba, era Adam vestido de traje y corbata negros, con camisa blanca. Su cabello perfectamente peinado con esas ondas de apariencia suave. Debo decir que después de estos días viéndolo de traje, puedo asegurar que no existe un hombre que se vea mejor que el en ellos.
Me abre la puerta del auto, y me da su mano para subir , siento como electricidad por mi espalda al sentir su toque.
-¿Es seguro este barrio? me pregunta cuando el auto ya va en marcha.
-No es de los más elegantes, pero el poco tiempo que he tenido aquí no he tenido ningún problema. Y Rose ha vivido agusto aquí por años.
-¿Ella también vive en este edificio? pregunta mirándome de reojo.
-Así es, yo llegué a vivir con ella. Y esta ves si voltea a verme , con cara de confusión, aunque rápidamente se compone y regresa la vista al frente.
-Tengo dos meses aquí, yo también me divorcie hace un par de años. Y ella me invitó a venir aquí, después de que tuve que dejar Indiana.
-No sabía que habías vuelto a Indiana, tengo años sin ir. Dijo con un gesto como avergonzado.
-Si , supe que tenias mucho sin pararte por ahí. Estuve casada dos años, me divorcie y me fui a cuidar a mi madre que enfermó, me hice cargo de todo, hasta que me vine para acá.
-¿Y como esta tu madre?
-Ella falleció, un nudo se formo en mi garganta, y no pude hablar más, todo es demasiado reciente. Aunque ya estaba hecha a la idea de que ella moriría, no por eso fue menos duro. Y aún lloro cuando bajo mis defensas.
-Lamento mucho oír eso, disculpa no lo sabía. Adam se quedó serio sin saber que más decir. Me concentro en sus manos sobre el volante y en como las luces brillan sobre el tablero para evitar llorar. Sus manos , grandes y fuertes. Con las venas marcadas, se me vino un recuerdo a la mente.
A Adam y a mi nos gustaba ir a visitar la tienda de Selene una amiga. Vendía discos y libros. Pasábamos mucho mirando de aquí para halla, yo ahorraba para comprar mis favoritos. Claro eso cambió cuando el se alejó.
Un día martes, el que más me gustaba ir porque estaba más solo, yo estaba ahí, Adam entró solo a la tienda, fingí no verlo. Selene nos habló.
-Chicos vengan a ver los nuevos libros que acaban de llegar, hay algunos interesantes, sacó una caja que abrió sobre el mostrador. Me senté en uno de los bancos y me puse a mirarlos, mientras ella los sacaba, el hiso lo mismo, platicamos un poco, cuando de pronto la electricidad se fue.
-Otra ves, es la tercera ves hoy, estoy harta. Dijo Selene muy malhumorada -chicos los dejo encargados un momento por favor , iré a hablar con el encargado del local inmediatamente, esto no puede seguir así. No tardaré mucho , dijo cuando ya iba en la puerta.
-Fué muy incomodo, nos quedamos en silencio, el local no estaba completamente a oscuras pues aún era de día.
-Escuche por mi madre que tu mamá estuvo enferma, me dice Adam, tratando de romper el silencio.
-Si, no se ha sentido muy bien, tiene unos dolores extraños en el pecho, me dice que no me preocupe que esta bien, pero no estoy tan segura.
Continuamos platicando cosas al asar, de la escuela y la familia, poco a poco, el se fue acercando, quedando mis piernas, entre las suyas abiertas, de frente a mi. Tomó mis manos. Yo me quede helada, pero no se las retiré, le fruncí el ceño y el me sonrió de lado. Y continuó platicando como si no tuviera mis manos fuertemente entre las suyas, acariciando mis nudillos con su pulgar. Sentía cientos de mariposas en el estómago, el estaba un poco inclinado hacia mi. Y pude ver que estaba un poco sonrojado, los lunares de su cara resaltaban en su piel blanca y sus ojos mirándome fijamente, sentía que me derretía.
No se cuanto tiempo estuvimos en esa posición, solo viéndonos tomados de las manos, sentía su aliento sobre mi cara, cuando la campana de la puerta sonó, y Selene llegó discutiendo con un señor acaloradamente, nos soltamos inmediatamente, y yo brinque del banco , me despedí asegurándole a Selene que volvería a ver los libros y huí de ahí sin poder voltear a ver a Adam a la cara.
Nunca supe porqué se porto así, al día siguiente fue como si nada hubiera pasado. Volví a la realidad comentando.
-Mañana sin falta llamaré a tus padres, he sido muy desconsiderada, hace semanas que no les hablo. Al oír eso se puso tenso y su gesto se endureció, supuse que pensó que era indirecta a el, así que continué. -Tus padres fueron un gran apoyo para nosotras, los últimos días de mi madre, no me dejaron sola, y estaban al pendiente de ella siempre que podían. Les estaré siempre muy agradecida, la verdad con gusto me hubiera quedado en mi casa, cuidando el negocio , de no ser por las circunstancias.
Suavizó su gesto y con voz baja preguntó.
-¿Cómo los viste? a mis padres quiero decir.
-Están bien, aparentemente sanos, tu padre como siempre con esa forma tan ligera que tiene de ser, y tu madre como un faro en la oscuridad, así la veo yo. Le digo sonriendo al recordarlos. Aunque han envejecido, no se porque te alejaste de ellos, nunca les pregunté , porque tu madre se ponía triste si alguien sacaba el tema a relucir. No me pude contener tenía que decirle que les dolía su indiferencia. Pensé que se molestaría y no sabía como respondería, pero tranquilo hablo.
-Tengo demasiado sin verlos, al principio me sentía mejor, lejos de ellos, tarde comprendí que fui un tonto.
-¿Porque te alejaste? la pregunta salió sin pensarlo, no creí que me contestara , pero lo hizo después de un momento de silencio.
-Mi comportamiento no fue el mejor en la universidad, no descuidé los estudios, pero empecé a tomar con malas amistades, derrochaba el dinero que me daban en fiestas con Nataly y los chicos, mientras más en contra estaban de ellos, más yo me aferraba, y cuando me casé mis padres me dijeron que estaba a tiempo , que no creían que tuviéramos buen futuro, que no me veían muy seguro en esa relación, pero terco no los escuché , ella empezó a llevarse muy mal con ellos, y así poco a poco desaparecí.
-Ya lo creo que desapareciste, se me escapó de nuevo. ¿que me pasaba?, sonrió triste, y en ese momento llegamos por Ana y su esposo. Y seguimos el camino al restaurante.
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Destinados
RomanceDivorciada, escapando, llego a Nueva York con la firme desicion de salir adelante, demostrarme a mi misma que puedo con todo. El destino me tiene preparado un reencuentro inesperado con un amor que creía olvidado. Aunque mi pasado me persiga no me d...